Evolucionamos como especie gracias a la cooperación y la repetición
Evolucionamos como especie gracias a la cooperación y la repetición
Redacción
El arraigo de la cooperación, en el grupo y entre grupos, se apunta como una de las claves de bóveda del éxito de la evolución humana como especie. Un reciente estudio de las universidades de Zurich, Lausana (Suiza) y Constanza (Alemania) demuestra que una combinación de ambos es lo que realmente conduce a una cooperación efectiva y, empleando terminología matemática, superaditiva.
Mediante un experimento social los científicos descubrieron que mientras las interacciones repetidas generan un incentivo para la cooperación frágil dentro de un grupo, la competencia entre grupos estabiliza ese comportamiento. Como resultado se obtiene una cooperación robusta y extendida en el tiempo. Este hallazgo recalca la importancia de la cooperación y la repetición como factores cruciales para el éxito colectivo.
También sugiere que nuestras inclinaciones sociales como especie pueden ser el resultado de estos mecanismos. A lo largo de generaciones, los humanos aprendieron que el comportamiento cooperativo vale la pena a largo plazo. Las personas colaboran porque anticipan la interacción con los mismos individuos en el futuro. Por lo tanto, aquellos que se comportan de manera antisocial sufren daños a su reputación y son castigados por otros con un comportamiento poco cooperativo. Esto indica que la falta de cooperación interpersonal o colectiva no recoge frutos a largo plazo.