4 cualidades de las personas mentalmente fuertes

A menudo reservamos el término "mentalmente fuerte" para describir a personas que lograron hazañas extraordinarias frente a una gran adversidad. Raramente, sin embargo, usamos estas palabras para describirnos a nosotros mismos; posiblemente porque somos dolorosamente conscientes de nuestras propias deficiencias, o porque no consideramos nuestros logros lo suficientemente notables. Pero la fortaleza mental viene en muchas formas y tamaños. Y si prestamos atención y sabemos dónde mirar, podemos ser testigos de ella todos los días, tanto en nosotros mismos como en las personas que nos rodean.

Por ejemplo, ¿alguna vez te has sentido cansado después de despertarte, pero aun así te vistes porque no quieres llegar tarde al trabajo? ¿O alguna vez has querido gritar groserías después de que te cortaron el paso en el tráfico de camino al trabajo, pero decidiste no hacerlo porque tu hijo estaba en el asiento trasero? Ambos ejemplos requieren fortaleza mental.

No son solo las emociones desagradables las que requieren fortaleza mental: ¿alguna vez has permitido que un cumplido penetre en tu ser sin un rechazo automático, o has dejado que tus ojos se detengan en los ojos de tu amante un momento más, aunque te sientas vulnerable al hacerlo? Eso también es fortaleza mental.

Siempre que muestras disposición a entrar más plenamente en tu propia experiencia en servicio de un propósito mayor, exhibes fortaleza mental. Y cuanto más frecuentemente actúas de esta manera, más estiras tus músculos mentales y más fortaleces tu capacidad para actuar de una manera impulsada por un propósito en el futuro.

Naturalmente, volverse mentalmente fuerte no siempre es fácil, ni es sencillo. El proceso involucra mucha sutileza y requiere que fomentes cualidades distintas en el camino. Específicamente, cuatro cualidades sobresalen, y si practicas alguna de ellas puedes mejorar no solo tu fortaleza mental sino también tu bienestar general.

Ya podrías reconocer algunas de estas cualidades en ti mismo, mientras que otras pueden sentirse completamente ajenas. De cualquier manera, por favor ve la siguiente lista no como una vara para medirte, sino como oportunidades para tu crecimiento personal. Dicho esto, aquí hay cuatro cualidades de las personas mentalmente fuertes.

1. Están abiertos a nuevas posibilidades. Las personas mentalmente fuertes no se quedan atrapadas en un único camino. Raramente están limitadas por nociones preconcebidas sobre cómo deben pensar, sentirse o actuar, quiénes deben ser, en qué deben concentrarse o qué les debe importar. En lugar de seguir rígidamente reglas autoimpuestas, las personas mentalmente fuertes son más abiertas, pueden elegir más libremente y tienen mayor tendencia a explorar nuevas posibilidades. Pueden albergar pensamientos dispares al mismo tiempo; pueden permanecer cuando una mentalidad automática les dice que se vayan; pueden soltar cuando la mente les dice que se aferren. Debido a estos hábitos mentales y comportamentales, pueden acceder a una gama más amplia de sus experiencias, tanto agradables como desagradables, sin tener que resistirse o aferrarse a ellas. Ahora, observa lo que hace tu mente con esta información, porque es fácil caer en la trampa de "siempre tengo que estar abierto a nuevas posibilidades" (que, irónicamente, es solo otra regla autoimpuesta). En lugar de obedecer a tu mente, ve si puedes simplemente notar que este pensamiento se está desarrollando en tu conciencia y permitir que exista sin seguir su demanda. Puedes practicar probar nuevas posibilidades sin convertirlo en una regla que siempre "tienes" que hacer. Después de todo, eres libre de elegir, una y otra vez.
2. Eligen lo que funciona. Las personas mentalmente fuertes no solo están más abiertas a nuevas estrategias, sino que también son más propensas a elegir las que funcionan. Esto puede sonar lo suficientemente simple, pero esta cualidad contiene en realidad varios sub-habilidades. Para empezar, requiere conocer tus objetivos, ya sea sobre tus metas o valores más profundos. En cualquier caso, necesitas tener una dirección bastante clara, para saber qué constituye "funcionar" en primer lugar. Además, requiere un cierto nivel de autoconciencia, para que puedas evaluar si realmente te estás acercando a tus objetivos o si simplemente te estás engañando. Recomiendo encarecidamente pasar por el proceso de aclarar tus objetivos con un profesional de la salud mental capacitado, porque es fácil perder de vista tus metas y valores más profundos, o creer erróneamente que estás progresando cuando en realidad no es así. Si esto actualmente no es una opción para ti, te aconsejo monitorear tus metas con la ayuda de una persona de confianza y/o obtener retroalimentación objetiva con un dispositivo de seguimiento (por ejemplo, usando una aplicación en tu smartphone). Tener un sistema de retroalimentación confiable es esencial cuando se trata de hacer mejoras efectivas.
3. Construyen hábitos exitosos. Si has leído artículos de autoayuda antes, probablemente sabes lo que viene a continuación. Sí, es un cliché, pero por buenas razones porque volverse mentalmente fuerte no sucede por casualidad. En cambio, sucede actuando consistentemente de maneras que te mueven hacia tus objetivos elegidos. El énfasis aquí está en la palabra "consistentemente", porque las acciones únicas rara vez son suficientes para tener un impacto duradero. Solo al construir acciones exitosas en hábitos puedes ganar el impulso necesario para marcar una diferencia en tu fortaleza mental y tu vida en general. Te aconsejo que comiences despacio. Elige una nueva acción, como salir a correr todos los días, y luego desglósala en algo más pequeño. Probablemente incluso más pequeño aún. Tan pequeño, de hecho, que sería casi ridículo para ti no hacerlo. Esto podría significar salir a correr durante un minuto y luego regresar a casa. La clave aquí es no enfocarse aún en el resultado deseado, sino más bien en construir consistencia. Date un "desafío de 10 días" en el que cada día hagas algo que te lleve hacia adelante. Puedes apuntar a algo más grande una vez que hayas demostrado cierta consistencia en tus esfuerzos.
4. Se ajustan a sus circunstancias. Finalmente, las personas mentalmente fuertes se adaptan a sus circunstancias. No esperan las condiciones perfectas antes de poder comenzar a tomar medidas, ni persisten obstinadamente en sus esfuerzos, ignorando cualquier retroalimentación. En cambio, son más ingeniosos. Pueden estimar con precisión las demandas de su contexto actual y sus propias capacidades, y luego ajustar sus acciones y expectativas en consecuencia, de modo que aún persigan sus objetivos en un nivel que sea viable, dadas sus circunstancias internas y externas actuales. Una elección que es correcta en un contexto puede ser desastrosa en otro, y viceversa. Por ejemplo, si conduces por encima del límite de velocidad, te arriesgas a lesionarte a ti mismo y a otros. Sin embargo, si un ser querido está en el asiento trasero y necesita atención médica seria, apresurarse al hospital más cercano puede ser el curso de acción correcto. Rara vez hay respuestas fáciles, y lo que consideras "correcto" casi siempre depende de tu contexto. Las personas mentalmente fuertes son conscientes de este dilema y se ajustan a sí mismas, una y otra vez.