El correo electrónico es cosa del pasado: pregúntale a la generación Z

Muchos trabajadores jóvenes afirman que la "formalidad" del trabajo no encaja con sus valores.

Un nuevo estudio de Slack, competidor del correo electrónico, revela que los trabajadores cada vez leen menos correos electrónicos.

Nadie dice que el correo electrónico esté a punto de morir. Pero, a medida que la generación Z sigue incorporándose al mercado laboral, sus preferencias tecnológicas están influyendo enormemente en la forma en que los trabajadores se comunican entre sí.

Los zoomers ya están demostrando ser diferentes de otras generaciones en lo que se refiere a sus hábitos en el entorno laboral. Están haciendo menos formal el lenguaje de oficina y dando prioridad al autocuidado y a la felicidad frente a la búsqueda del éxito.

Muchos incluso están reformulando la idea de la tradicional "escala profesional" al dar la espalda a convertirse en jefes y afirmar que prefieren seguir cobrando más en su nivel actual o esperar más tiempo para optar a puestos de responsabilidad.

En los últimos años, se ha hecho evidente que hay otro aspecto de la cultura de oficina contra el que la generación Z parece estar luchando: los correos electrónicos.

Una encuesta realizada en 2020 a casi 1.000 trabajadores por la consultora Creative Strategies sobre el uso de las herramientas de trabajo reveló que, mientras que los mayores de 30 años citaban el correo electrónico como su herramienta más utilizada, ocupaba el cuarto lugar entre los menores de 30 años. Entre los menores de 30, Google Docs y Zoom superaban con creces al correo electrónico.

Una encuesta más reciente de 8.000 trabajadores realizada por Slack, empresa que compite con el correo electrónico, y OnePoll en agosto puso aún más de relieve el fracaso del correo electrónico en el entorno laboral. Los encuestados señalaron la frustración de no recibir respuesta a sus correos electrónicos, de que se dirigieran a ellos por el nombre equivocado y de tener que responder repetidamente a las mismas preguntas como algunas de las razones por las que no les gustaba el correo electrónico como herramienta de trabajo.

"El correo electrónico reúne todos los factores estresantes en una sola área, lo que hace que el síndrome de agotamiento sea aún más duro", declaró Adam Simmons, de 24 años, a The New York Times en 2021. "Miras tu correo electrónico y tienes cosas de trabajo, que es la prioridad, y luego el alquiler que te debe tu casero y luego las facturas de Netflix. Y creo que es una forma muy negativa de vivir tu vida".

El desdén de la generación Z por el correo electrónico ha llamado la atención de los líderes empresariales. En enero, en Davos, Thierry Delaporte, CEO de la empresa de tecnología Wipros, dijo a los asistentes que cree que sus empleados "ni siquiera consultan un correo electrónico al mes", informó el Telegraph. En su lugar, dijo que utiliza LinkedIn e Instagram para llegar a los empleados.

Farhad Divecha, propietario de la agencia londinense de marketing digital Accuracast, declaró a The Guardian que "rara vez" recurre al correo electrónico para comunicarse con sus empleados, y que en su lugar utiliza Microsoft Teams o WhatsApp.

"Es posible que envíe un correo electrónico con detalles, pero en los últimos tres a cinco años he aprendido que el correo electrónico no es suficiente si quieres que algo se haga rápidamente", afirmó.

La popularidad de Teams y Slack se disparó durante la pandemia, ya que al trabajar desde casa mucha gente buscaba una forma más rápida y cómoda de comunicarse. En algunos casos, las empresas están dejando de lado Slack en favor de plataformas como Discord, popular entre la comunidad de gamers.

La generación Z da la bienvenida al fin del correo electrónico

En los últimos años, muchos miembros de la generación Z se han rebelado contra la cultura formal del trabajo utilizando firmas sarcásticas en el correo electrónico con sus compañeros y vistiendo de forma más informal en la oficina.

Pero parece que a muchos jefes les cuesta aceptar las preferencias de los trabajadores más jóvenes. Según una encuesta de ResumeBuilder.com publicada en abril, casi tres cuartas partes de los empresarios y directivos consideran que la generación Z es la "más difícil" para trabajar.

Esta reputación puede deberse a la propensión de la generación Z a denunciar normas laborales que muchos otros trabajadores han dejado pasar. Muchos trabajadores jóvenes se preguntan por qué tienen que trabajar cinco días a la semana y por qué tienen que dedicar tiempo a ir y volver de la oficina todos los días participando en una cultura empresarial que "chupa el alma".

Tim Paradis, de Business Insider, ha sugerido incluso que la generación Z está forzando un reajuste del mundo laboral al preguntarse si las viejas formas de trabajar siguen teniendo sentido hoy en día.

Deshacerse de los correos electrónicos es quizás otro pequeño paso en la estrategia a largo plazo de la generación Z para cambiar permanentemente la cultura de la oficina.