Competencias Emocionales del líder en la comunicación: Habilidades Sociales

Competencias Emocionales del líder en la comunicación: Habilidades Sociales

Dentro de las competencias emocionales definidas por Daniel Goleman, algunas de ellas están directamente relacionadas con la comunicación: la escucha, la empatía y las habilidades sociales.
17 March 2024

Redacción

Al hablar de habilidades sociales se hace referencia a “conductas aprendidas y dirigidas a metas para interactuar y funcionar de manera eficaz dentro de un grupo de trabajo. Expresar ideas y construir relaciones significativas y transmitir confianza y respeto a través de ellas”.

Para poder conseguir ser un líder eficaz, hace falta hacer un autoanálisis de los propios procesos de comunicación. Las habilidades sociales y comunicativas del líder son determinantes para el buen funcionamiento del grupo ya que afectan directamente a las personas a las cuales dirige.

Las habilidades sociales comprenden a su vez diferentes competencias emocionales básicas para el liderazgo.

· Influencia;

· Comunicación;

· Establecimiento de vínculos;

· Colaboración y cooperación;

· Habilidades de equipo.

Influencia

Se trata de tener herramientas eficaces de persuasión. Las personas con esta competencia:

· Son muy persuasivas.

· Utilizan estrategias indirectas para recabar el consenso y el apoyo de los demás.

En el nivel más básico, la influencia de la persuasión consiste en la capacidad de despertar ciertas emociones en los demás.

Comunicación

Escuchar abiertamente y enviar mensajes convincentes. Las personas con esta competencia:

· Saben dar y recibir, captan las señales emocionales y sintonizan con su mensaje.

· Abordan abiertamente las cuestiones difíciles.

· Escuchan bien, buscan la comprensión mutua y no tienen problemas en compartir la información de que disponen.

· Promueven la comunicación sincera y permanecen abiertos tanto a las buenas noticias como a las malas.

Establecimiento de vínculos

Capacidad para desarrollar relaciones. Las personas con esta competencia:

· Cultivan y mantienen amplias redes informales.

· Crean relaciones mutuamente provechosas.

· Crean y consolidan la amistad personal con personas de su entorno.

Las personas capaces de establecer vínculos suelen combinar su vida privada con su vida profesional, algo que exige claridad y disciplina.

Colaboración y cooperación

Consiste en trabajar con los demás en la consecución de objetivos compartidos. Las personas que tienen esta competencia.

· Equilibran el enfoque en la tarea con la atención a las relaciones.

· Colaboran y comparten recursos, información y planes. · Promueven un clima de cooperación y amistad.

· Buscan y promueven las oportunidades de colaboración.

Los grupos que se divierten juntos, que disfrutan estando en compañía, que pueden bromear y que comparten buenos momentos, disponen de suficiente capacidad emocional no sólo para disfrutar los buenos momentos sino también para hacer frente a las dificultades. Es muy probable que cuando se hallen sometidos a presión, los grupos que no comparten este vínculo emocional se estanquen, funcionen mal o terminen desintegrándose.

Habilidades de equipo

Crear una sinergia laboral orientada a la consecución de los objetivos del grupo. Las personas con esta competencia:

· Promueven cualidades grupales como el respeto y la cooperación.

· Despiertan entusiasmo y actitud participativa.

· Consolidan el compromiso y la identidad del grupo.

· Comparten los méritos, cuidan al grupo y su reputación.

A modo de resumen, con respecto a las competencias relacionadas con las habilidades sociales, se remite a los rasgos del “Talking Manager” que postula González-Alorda, como un patrón de pautas a seguir para conseguir según sus propias palabras “ser un líder capaz de conquistar el entusiasmo del equipo”.

· Conocer bien a las personas con las que se trabaja y tener afecto por ellas.

· Dedicar tiempo a conversar con las personas del equipo tanto en conversaciones formales como informales.

· Preparar las conversaciones importantes. No improvisar.

· Ser empático. Captar el estado de ánimo del interlocutor.

· Utilizar más las preguntas que respuestas.

· Ser prudente en las afirmaciones. Saber decir “no lo sé”.

· Pedir opinión a los demás y tenerla en cuenta.

· Escuchar con los cinco sentidos.

· No tomar decisiones importantes en caliente. Tomar tiempo para reflexionar y después decidir con firmeza.

· Ser flexible. No pretender salirse con la suya, sino “con la nuestra”.

· Hablar con franqueza y mirar a los ojos.

· Pedir feedback y saber recibirlo.

· No personalizar las discrepancias profesionales.

· Asumir los errores y tratar de aprender de ellos.

· No hablar mal de nadie nunca, ni siquiera interiormente.

· Al hablar de otra persona hacerlo con respeto.

· Saber pedir disculpas y aceptarlas.

· Tener la capacidad de trabajar con personas diferentes.

· Confiar en los demás y delegar.

· Cuando se genere un conflicto entre dos miembros del equipo ayudarles a que encuentren la solución. No convertirse en un juez, sino en un mediador.

· Compartir la información y comunicar las decisiones.

· No mentir. Decir siempre la verdad y si no se puede permanecer en silencio.

· Estar presente y disponible.

· Corregir sin humillar y con la intención de animar a la otra persona a mejorar.

· Mostrarse receptivo ante propuestas de mejora o ante nuevas maneras de hacer las cosas.

· Aceptar con naturalidad las discrepancias.

· Afrontar las conversaciones difíciles cara a cara.

La clave para el desarrollo de las habilidades sociales, como competencia comunicativa del líder, pasa por un proceso consciente de repetición de las mencionadas conductas para convertirlas en un hábito.

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