Uno de cada 5 trabajadores en el mundo tiene algún problema de salud mental

Uno de cada 5 trabajadores en el mundo tiene algún problema de salud mental

Según ha informado la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cinco trabajadores en el mundo tiene alguna enfermedad mental.
11 November 2019

Según informa la OMS, algunos datos y cifras destacados:

  • El trabajo es beneficioso para la salud mental. Sin embargo, un entorno laboral negativo puede causar problemas físicos y psíquicos.
  • La depresión y la ansiedad tienen unas repercusiones económicas importantes: se ha estimado que cuestan anualmente a la economía mundial US$ 1 billón en pérdida de productividad.
  • El acoso y la intimidación en el trabajo son problemas frecuentes que pueden tener considerables efectos negativos en la salud mental.
  • Las organizaciones pueden aplicar muchas medidas eficaces para promover la salud mental en el lugar de trabajo y aumentar con ello la productividad.
  • Por cada US$ 1 invertido en la extensión del tratamiento de los trastornos mentales frecuentes se obtiene un rendimiento de US$ 4 en mejora de la salud y la productividad.

Visión general

Según las estimaciones, en el mundo hay 264 millones de personas padecen depresión, una de las principales causas de discapacidad. Además, muchas de ellas sufren también síntomas de ansiedad. Según un reciente estudio dirigido por la OMS, los trastornos por depresión y por ansiedad cuestan a la economía mundial US$ 1 billón anual en pérdida de productividad. Por otro lado, es bien conocido que el desempleo es un factor de riesgo de problemas mentales, mientras que la obtención de un empleo o la reincorporación al trabajo ejercen efectos protectores.

No obstante, un entorno de trabajo adverso puede ocasionar problemas físicos y psíquicos, un consumo nocivo de sustancias y de alcohol, absentismo laboral y pérdidas de productividad. La promoción de la salud mental en el lugar de trabajo y el apoyo a las personas que sufren trastornos psiquiátricos hace más probable la reducción del absentismo laboral, el aumento de la productividad y la obtención de beneficios económicos que conllevan estos efectos.

“Si una empresa invierte un dólar en prevenir la salud mental laboral, gana 4 dólares en productividad. No es una pérdida de dinero, sino una inversión”, según Edilberto Peña de León, director del Centro de Investigaciones en Sistema Nervioso Central (CISNE).

De acuerdo con la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM), las enfermedades mentales crónicas serán las más importantes para 2020, por arriba de la diabetes y la hipertensión.

En México ya se reconoce el estrés en la Ley laboral mediante la norma oficial mexicana número 35, que comenzará a aplicarse a partir del 23 de octubre, en la que prácticamente se oficializa que las empresas deben medir y tomar en cuenta la salud mental de sus empleados. De aplicarlo correctamente, los negocios podrían recibir beneficios fiscales.

Según la OMS, Estos son algunos de los riesgos para la salud mental:

  • políticas inadecuadas de seguridad y protección de la salud;
  • prácticas ineficientes de gestión y comunicación;
  • escaso poder de decisión del trabajador o ausencia de control de su área de trabajo;
  • bajo nivel de apoyo a los empleados;
  • horarios de trabajo rígidos; y
  • falta de claridad en las áreas u objetivos organizativos.

Los riesgos también pueden guardar relación con el contenido del trabajo. Por ejemplo, puede que las tareas asignadas a una persona no se adecúen a sus competencias o que la carga de trabajo sea permanentemente elevada. Algunos trabajos, como ocurre con los que desempeñan el personal humanitario y el de primera intervención, acarrean un riesgo más elevado, pueden afectar a la salud mental y causar síntomas de trastornos psiquiátricos o un consumo nocivo de alcohol, drogas o psicofármacos. Además, los riesgos pueden ser superiores en situaciones en las que el equipo no está cohesionado o no se dispone de apoyo social.

El acoso psicológico y la intimidación en el trabajo (mobbing) son causas frecuentes de estrés laboral y otros riesgos para la salud de los trabajadores, y pueden ocasionar problemas físicos y psicológicos. Estos efectos en la salud tienen consecuencias para las empresas, que se concretan en pérdidas de productividad y una alta rotación del personal. Además, pueden afectar negativamente a las interacciones familiares y sociales.

Para evitar estas situaciones, se recomienda:

  • proteger la salud mental reduciendo los factores de riesgo relacionados con el trabajo;
  • promover la salud mental desarrollando los aspectos positivos del trabajo y las cualidades y capacidades del personal; y
  • tratar de solucionar los problemas de salud mental, con independencia de su causa.

Partiendo de esta base, en la guía del Foro Económico Mundial se destacan las siguientes medidas que pueden adoptar las organizaciones para crear un ambiente de trabajo saludable:

  • tomar conciencia del entorno de trabajo y de cómo se puede adaptar para promover una mejora de la salud mental de los distintos empleados;
  • aprender de las motivaciones de los directivos y empleados de la organización que han adoptado medidas;
  • no reinventar la rueda y fijarse en las medidas adoptadas por otras empresas;
  • conocer las necesidades de cada trabajador y las oportunidades de que dispone, con el fin de elaborar mejores políticas en materia de salud mental en el lugar de trabajo; y
  • conocer cuáles son las fuentes de apoyo a las que pueden recurrir las personas para pedir ayuda.

Estas son las intervenciones y prácticas adecuadas para proteger y promover la salud mental en el lugar de trabajo:

  • aplicar y hacer cumplir las políticas y prácticas de seguridad y protección de la salud, que permitan detectar el estrés patológico, las enfermedades y el consumo nocivo de sustancias psicoactivas, así como facilitar recursos para ello;
  • informar a los trabajadores de que pueden pedir ayuda;
  • promover la participación del personal en las decisiones, transmitir una sensación de control y de participación e implantar prácticas en la organización que promuevan un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal;
  • ofrecer a los empleados programas de desarrollo profesional; y
  • reconocer y recompensar la contribución del personal.

A modo de respuesta, existe el Plan de acción sobre salud mental (2013-2030) de la OMS se establecen los principios, los objetivos y las estrategias de aplicación pertinentes para promover la salud mental en el lugar de trabajo. Se trata de tener en cuenta los determinantes sociales de la salud mental, tales como el nivel de vida y las condiciones de trabajo; prevenir y promover la salud, incluida la mental, mediante actividades que, entre otros aspectos, reduzcan la estigmatización y la discriminación; y mejorar los servicios de salud, incluidos los de salud ocupacional, para ampliar el acceso a la atención científicamente contrastada.

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