La OMS pide que se prohíba el cigarrillo electrónico en lugares cerrados
La OMS pide que se prohíba el cigarrillo electrónico en lugares cerrados
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió el martes 26 de agosto su esperado informe sobre el uso y la regulación de los cigarrillos electrónicos, y se mostró contundente: que se trate como el tabaco normal. Ello implica una estricta regulación en todo el mundo que, entre otras cosas, prohíba su uso en establecimientos cerrados y la venta a menores, y ponga límites a su publicidad. La OMS continúa así la lucha contra los cigarrillos que emprendió hace cerca de una década, cuando entró en vigor el tratado mundial contra el tabaco, el primero dedicado a una cuestión de salud pública.
El informe, que debatirán los Estados miembros en una reunión en Rusia en octubre, constata el “evidente” auge del uso de estos dispositivos, de los que existen 466 marcas, y en los que en 2013 se gastaron en todo el mundo 3.000 millones de dólares (2.275 millones de euros). También recoge cómo las grandes empresas tabacaleras transnacionales se han incorporado a este mercado recientemente y cómo “compiten agresivamente” con las independientes. La creciente concentración del mercado “es de gran preocupación”, añade.
Los expertos de la OMS han analizado los riesgos sanitarios de los cigarrillos electrónicos a partir de la evidencia científica existente. La capacidad de estos dispositivos para suministrar nicotina al usuario es muy variable, desde niveles muy bajos a niveles muy similares a los de los cigarrillos, alerta el informe, que recuerda que también se han encontrado, en determinadas marcas, compuestos carcinógenos como el formaldehído. Sobre la supuesta eficacia de estos productos para ayudar a dejar de fumar, la OMS señala que las pruebas son “limitadas” y “no permiten extraer conclusiones”. Y recuerda que hasta ahora ningún organismo gubernamental ha evaluado ni aprobado ninguno como método para dejar de fumar. Entre las regulaciones que recomienda la OMS está por tanto prohibir que se publiciten usando este reclamo “hasta que los fabricantes aporten pruebas científicas fundadas y convincentes”. También pide prohibir su uso en interiores hasta que se demuestre que el vapor exhalado “no es nocivo para las personas del entorno”.
El informe de la OMS ha sentado mal en el sector. “Seguimos siendo atacados sin piedad por una parte de la comunidad médica a través de una campaña de desprestigio y desinformación que está generando en el consumidor desconfianza y miedo por el producto, y a los profesionales de este segmento nos está causando mucho daño”, aseguró la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE), que representa al 60% del sector en España.
El Parlamento Europeo aprobó en febrero la nueva directiva del tabaco que, por primera vez, regula el pitillo electrónico, un mercado de siete millones de usuarios en la UE. Da dos opciones a los fabricantes: presentarlo como productos medicinales —una ayuda para dejar de fumar, como parches de nicotina— y acatar las estrictas normas que regulan los fármacos, o someterlo a la legislación que limita la venta y publicidad de los productos del tabaco. La industria prefiere esta segunda opción, porque las normas europeas dejan libertad a los Estados miembros para decidir dónde se permite su consumo.
Fuente: EL PAÍS