Básicamente lo que sucede es que la gente llega después del fin de semana con cierta falta de concentración para el trabajo. Y muchos de estos accidentes ocurren por despistes y descuidos

Básicamente lo que sucede es que la gente llega después del fin de semana con cierta falta de concentración para el trabajo. Y muchos de estos accidentes ocurren por despistes y descuidos

Interesantes declaraciones del director territorial de Asepeyo para el área Norte al presentar un estudio en el que se demuestra que la segunda hora del lunes es el momento de la semana con más siniestralidad
14 March 2016

La segunda hora del lunes es el momento de la semana con más siniestralidad, según reflejan los datos correspondientes a 2015 del primer Observatorio de siniestralidad laboral en Euskadi. El estudio, realizado por la mutua Asepeyo, demuestra también que los accidentes de trabajo están repuntando en el País Vasco, al igual que en el resto de España, tras la disminución continuada que habían registrado desde 2009, coincidiendo con el periodo más duro de la crisis económica.

Asepeyo presentó ayer en Bilbao los resultados de este estudio, un análisis «que hacemos por primera vez este año», según explicó Unai Acha, director territorial para el área Norte de esta mutua. «Es una iniciativa que va a tener continuidad anual», añadió.

Entre los datos que recoge el análisis de Asepeyo, llaman la atención los registros de bajas en función del día de la semana y los segmentos de jornada en los que más se concentran los accidentes de trabajo. Según las tablas elaboradas por la mutua, estos siniestros dibujan una curva descendente de lunes a domingo. El primer día de la semana se lleva el 21,28% de los accidentes, seguido por el martes, con un 19,32%. La disminución se va acentuando a medida que avanza la semana, con un descenso notable el viernes, al 14,38%, y el más brusco y lógico, por la menor actividad, el fin de semana, con el 6,2% del sábado y el 3,26% del domingo.

¿Por qué destaca el lunes? «Nosotros le damos varias interpretaciones a este dato», explicó Acha. «Entendemos que básicamente lo que sucede es que la gente llega después del fin de semana con cierta falta de concentración para el trabajo. Y muchos de estos accidentes ocurren por despistes y descuidos», apuntó. En cuanto a la hora en la que se concentran los siniestros, Asepeyo ha dividido la jornada en nueve franjas, de 1 a 8 y una última de «8 en adelante». La segunda hora destaca sobre las demás con un 17,67%, seguida por la tercera -15,65%- y la primera -13,69%-. «Lo que sí es evidente es que las primeras horas de la jornada de trabajo son en las que se concentran la mayor parte de los accidentes», afirmó Acha.

El estudio también confirma un dato ya conocido: la siniestralidad laboral ha repuntado tras la crisis. Ha aumentado «el número de accidentes de trabajo por segundo año consecutivo», tanto a nivel nacional como en Euskadi. Según Osalan, en el País Vasco en 2015 lo hizo un 7,54% con respecto al año anterior. Este repunte responde «a dos motivos. El primero es que se ha recuperado el empleo. Y a mayor afiliación a la Seguridad Social, al haber más gente activa, hay más accidentes trabajando». Además, la recuperación de la economía «se ha hecho notar también en sectores en los que la siniestrabilidad es más alta, como la construcción». De hecho, los datos apuntan que los sectores de actividad con mayor número de casos con baja en Euskadi son la industria manufacturera y la construcción. Además, Asepeyo destaca que el País Vasco registra la tasa de incidencia más elevada de España (número de accidentes de trabajo por cada 100 cada trabajadores). En Euskadi se sitúa en el 4,89, frente al 3,86 de media nacional.

La presentación del estudio sirvió para dar a conocer también el proyecto ‘Campañas de mentalización para un cambio conductual’, de Elecnor, galardonado en la cuarta edición de los Premios Asepeyo a las mejores prácticas preventivas. Enrique Rodero, responsable del servicio de prevención de la empresa, explicó que su programa está enfocado a conseguir «un cambio conductual», a través de la formación, tanto de prevención como tecnológica, reconocimientos a las buenas prácticas de los trabajadores, mecanismos de control de la correcta ejecución de los trabajos y campañas de mentalización.

 Fuente: El Correo
 

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