El 75% de los habitantes de ciudades industrializadas padecen algún grado de sordera

El 75% de los habitantes de ciudades industrializadas padecen algún grado de sordera

La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello ha alertado de los peligros que supone la exposición diaria a ruidos de alta intensidad
26 March 2016

La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-CCC) ha alertado de los peligros que supone la exposición diaria a ruidos de alta intensidad, ya que pueden provocar una pérdida progresiva de la audición. Con motivo del Día Internacional del Cuidado del Oído y la Audición que se celebra este jueves, con el lema Sin ruido, sin riesgo, la Seorl-CCC pretende concienciar sobre el impacto de la escucha diaria y continua de sonidos intensos como los procedentes del tráfico urbano y del aéreo, de la maquinaria pesada, de los auriculares o de los lugares de ocio.

Se estima que un tercio de la población mundial y el 75 por ciento de los habitantes de ciudades industrializadas padecen algún grado de sordera o de pérdida auditiva causada por la exposición a sonidos de alta intensidad, según datos de la SEORL. "Hay que tener en cuenta que cuanto más tiempo expuesto a un ruido por encima de los umbrales aceptables, más probabilidad de que la capacidad de audición vaya en descenso", ha asegurado Mª José Lavilla, presidenta de la Comisión de Audiología de la Seorl-CCC.

Según Lavilla, "el daño se acumula poco a poco en la cóclea lo que deriva en un déficit auditivo progresivo, que puede pasar desapercibido en las personas más jóvenes". Además, puede ser una pérdida auditiva de rápida instauración, causada por un ruido de corta duración pero de alta intensidad.

La exposición continuada a la contaminación acústica puede provocar también acúfenos u otros síntomas como el vértigo, la hiperacusia y la algiacusia, la fatiga auditiva, la disminución de la discriminación auditiva, la cefalea, el insomnio, la irritabilidad y la disminución de la atención y la memoria, según ha explicado Lavilla. Las personas con más riesgo de sufrir este tipo de trastornos son los adolescentes y los empleados de ciertos entornos laborales. Según un estudio, publicado en enero en American Journal of Industrial Medicine, la prevalencia de dificultades para oír y de acúfenos es mayor en los trabajadores expuestos al ruido. "Para ellos es recomendable el uso de protectores", ha recomendado Lavilla.
Unos 360 millones de personas sufren pérdida auditiva discapacitante en todo el mundo y la mitad de los casos se podrían evitar con prevención, según los datos de la Organización Mundial de la Salud.

Entre las causas se encuentran: factores genéticos, complicaciones en el embarazo y parto, enfermedades infecciosas, infecciones crónicas en el oído, uso de determinados medicamentos, exposición al ruido excesivo y envejecimiento.

Para proteger la audición frente al ruido, Lavilla ha aconsejado "acudir al otorrinolaringólogo en caso de pérdida auditiva, por incipiente que sea, y también en caso de inflamación, de dolor o de secreción del oído, frecuentes durante los resfriados, para prevenir complicaciones que puedan afectar a la capacidad de oír".

En los niños, debido a la anatomía del cráneo a su edad, las infecciones del oído son muy frecuentes y son una causa común de hipoacusia infantil. De hecho, según una investigación publicada en febrero en Expert Review of Anti-inefective Therapy, entre el 30 y el 40 por ciento de los niños en edad preescolar tienen episodios recurrentes de otitis media con efusión, y entre un 5 y un 10 por ciento de forma crónica. Además, el estudio indica que esta patología se asocia con pérdida auditiva.

La Comisión de Audiología de la Seorl-CCC ha elaborado un Decálogo de Cuidados del Oído en el cual se recomienda: usar protectores auditivos en caso de exposición continua al ruido, evitar los ruidos impulsivos, acudir al especialista (en caso de inflamación, dolor, taponamiento, zumbidos, secreción de oído), realizar revisiones periódicas, no introducir objetos o sustancias extrañas (solo productos bajo consejo médico), limpiar el oído con una toalla o gasa, no automedicarse y evitar los golpes.

Fuente: Diario Médico

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