¡Vaya, otra vez era nesesarias! Afilando se rompió un trozo de la piedra de afilar y salió disparada hacia el ojo con tanta fuerza que rompió el cristal de 3,5mm.de grosor.
¡Vaya, otra vez era nesesarias! Afilando se rompió un trozo de la piedra de afilar y salió disparada hacia el ojo con tanta fuerza que rompió el cristal de 3,5mm.de grosor.
Autores:
Desconocido
Año publicación:
1935