Resultados y conclusiones de la aplicación de una             metodología específica de evaluación de riesgos laborales en centros sanitarios en un Área de Salud del SERGAS

El Servicio Gallego de Salud a través de su Servicio de Prevención de Riesgos Laborales publicó en el año 2002 una metodología para la evaluación de riesgos laborales en los centros sanitarios, de aplicación tanto en atención primaria como especializada. Esta metodología tiene un carácter sistemático y desarrollo multidisciplinar, abarcando diferentes aspectos, adaptándose a las peculiaridades de los centros sanitarios y siendo extensible a todos los trabajadores sanitarios y no sanitarios. En esta ponencia se recogen las experiencias, resultados y conclusiones de su aplicación práctica en un Área Sanitaria concreta formada por un hospital de unos 490 trabajadores y los centros de salud de la red de atención primaria, formados por poco más de 200 trabajadores. Primeramente se realiza una breve descripción de la metodología a utilizar y del ámbito de aplicación. Posteriormente se realiza una exposición descriptiva de los resultados obtenidos, siguiendo los aspectos estudiados y se complementa con el programa de investigación de accidentes seguido. Finalmente se exponen una serie de conclusiones obtenidas.
Palabras Clave: 
metodología; evaluación; riesgos laborales; centros sanitarios; hospital
Autor principal: 
José Luis
Fernández García
Coautores: 
Xose Lois
López Rábade


Fernández García, José Luis

Servicio Gallego de Salud / Hospital da Costa / Rua Rafael Vior s/n Burela (Lugo) / España 34 98 258 62 31 / jgarcfer@yahoo.esLópez Rábade, Xose LoisServicio Gallego de Salud / Hospital da Costa / Rua Rafael Vior s/n Burela (Lugo) / España 34 98 258 63 93 / xloprab@wanadoo.es

ABSTRACT

El Servicio Gallego de Salud a través de su Servicio de Prevención de Riesgos Laborales publicó en el año 2002 una metodología para la evaluación de riesgos laborales en los centros sanitarios, de aplicación tanto en atención primaria como especializada. Esta metodología tiene un carácter sistemático y desarrollo multidisciplinar, abarcando diferentes aspectos, adaptándose a las peculiaridades de los centros sanitarios y siendo extensible a todos los trabajadores sanitarios y no sanitarios.

En esta ponencia se recogen las experiencias, resultados y conclusiones de su aplicación práctica en un Área Sanitaria concreta formada por un hospital de unos 490 trabajadores y los centros de salud de la red de atención primaria, formados por poco más de 200 trabajadores.

Primeramente se realiza una breve descripción de la metodología a utilizar y del ámbito de aplicación. Posteriormente se realiza una exposición descriptiva de los resultados obtenidos, siguiendo los aspectos estudiados y se complementa con el programa de investigación de accidentes seguido. Finalmente se exponen una serie de conclusiones obtenidas.

Palabras clave

Metodología, Evaluación, Riesgos Laborales, Centros Sanitarios, Hospital.

INTRODUCCIÓN

El SERGAS (Servicio Gallego de Salud) dispone de un plan de prevención de riesgos laborales como base para regular todas las actividades en materia de PRL

(Prevención de Riesgos Laborales).

La primera fase de este Plan es la realización de la EIRL (Evaluación Inicial de Riesgos Laborales).

Para la realización de este proceso, el SPRL (Servicio de Prevención de Riesgos Laborales) dispone de una metodología propia adaptada a la EIRL en los centros sanitarios [1]

El SPRL está compuesto por un Servicio Central de Prevención y UP-PRL (Unidades Periféricas de Prevención de Riesgos Laborales) en cada una de las Áreas Sanitarias en las que se divide el territorio.

El primer paso de la UP-PRL del área correspondiente es la realización de la

EIRL.

Independientemente de los objetivos recogidos en la legislación vigentepretendíamos tener un conocimiento global de toda el área sanitaria en un tiempo corto de tiempo que permitiera realizar una planificación preventiva global a la gerencia.

Antes de comenzar con el proceso de evaluación se visitaron todos los centros e instalaciones para informar a los trabajadores del plan preventivo que se ponía en marcha y del primero de sus puntos: la realización de la evaluación inicial de riesgos.

Se recopiló toda la información necesaria de los centros de trabajo siguiendo la metodología [1] y se elaboró un calendario de visitas a los centros.

Para completar los ítems recogidos en la metodología se inspeccionaron todas las instalaciones, se realizaron entrevistas abiertas a los trabajadores orientadas a completar la información requerida en los ítems, contrastando sus percepciones con lo observado en la visita.

Los factores de riesgo identificados se tradujeron a alguno de los treinta y seis peligros establecidos, con la perspectiva de que estamos ante una EIRL, el punto de partida para toda la acción preventiva.

Aquellos factores que se podían eliminar o lograr una reducción importante de su valoración y por tanto no debían ser evaluables se emitieron en un informe independiente para su conocimiento directo por parte de la gerencia.

Tanto los riesgos identificados como las medidas preventivas propuestas fueron descritos de la manera más homogénea posible en todos los puestos.

En muchos casos y para poder proseguir con el proceso de evaluación se establecieron necesidades de estudios más completos, especialmente mediciones higiénicas, algunos riesgos de tipo ergonómico y los psicosociales e organizacionales.

También existieron casos en los que las percepciones de los trabajadores no se podían contrastar siendo recogidas y puestas a la espera de evaluaciones más profundas con métodos más específicos.

ÁMBITO DE APLICACIÓN

El estudio de evaluación se realizó a lo largo del 2003 en un Área Sanitaria que cubre 14 municipios del norte de la provincia de Lugo con una población de unas 71600 personas.

Esta área se compone de un hospital de referencia, 15 centros de atención primaria de utilización mayoritariamente de mañanas, 4 Puntos de Atención continuada y un centro de orientación familiar.

El hospital dispone de 138 camas y tiene un cuadro de personal de unos 490 trabajadores a los que se suman 50 más pertenecientes a empresas externas que

prestan sus servicios en el Centro (limpieza, cafetería y seguridad).

Los centros de atención primaria tienen una dotación mínima de médico, enfermería y personal de servicios generales (que realiza diferentes funciones de apoyo).

La dotación de personal abarca desde tres personas, el menor, a una dotación de más de 30 , el mayor.

En el momento de la realización del estudio de evaluación el número total de trabajadores que componen toda la plantilla era de 210.

Se realizó una división agrupando a los trabajadores en Unidades y puestos de trabajo, teniendo en cuenta que compartieran una misma tipología de riesgos y que nos permitiese cumplir los objetivos de la EIRL, respetando lo más posible el organigrama de los centros.

Hospital. Categoría

Puestos evaluados

Número Trabajadores

Dirección

1

5

Médico

26

78

Analista

2

2

Farmacéutico

3

3

Grupo Función Administrativo

2

2

Enfermería

17

130

Matrona

1

5

Fisioterapeuta

1

3

Jefe Sección Grupo Gestión

2

2

Grupo Gestión

2

2

Técnicos Especialistas

5

31

Jefe Grupo Administrativo

4

4

Grupo Administrativo

2

2

Auxiliar Enfermería

16

100

Auxiliar administrativo

18

41

Telefonista

1

3

Cocinero

1

4

P. Mantenimiento

1

15

Celador

12

35

Pinche de cocina

1

13

Otras diferentes categorías

8

13

Tabla 1

Atención                                Primaria. Categoría

Puestos evaluados

Número Trabajadores

Médico

16

72

Odontólogo

3

3

Farmacéutico

3

3

Psicólogo

1

1

Enfermería

17

59

Matrona

3

3

Fisioterapeuta

2

2

Trabajadora Social

1

1

Técnico E. Radiodiagnóstico

2

2

Auxiliar Enfermería

8

14

Auxiliar Administrativo

7

10

Personal Servicios Generales

15

15

Celador

9

25

Tabla 2

En las tabla 1 y 2 se puede observar la agrupación de puestos realizada para el hospital y atención primaria respectivamente.

METODOLOGÍA

La metodología [1] se adapta a las recomendaciones seguidas por la norma UNE 81905-EX.

Es ejecutada por los técnicos de prevención de las UPPRL que componen el

SPRL.

Para facilitar el proceso de evaluación establece responsabilidades para todoslos agentes protagonistas: técnicos de prevención, gerentes de atención primaria y especializada, responsables de los servicios o unidades a evaluar, los propios trabajadores y sus representantes.

Lugares de Trabajo

Ruido

Pantallas Visualización

Almacenamiento

Vibraciones

Manipulación manual cargas

Equipos de trabajo

Iluminación

Posturas

Calderas

Temperatura

Movimientos repetitivos

Equipos elevación

Radiaciones Ionizantes

Carga mental

Instrumental

Radiaciones no ionizantes

Factores Organizacionales

Electricidad

Agentes químicos

Incendios

Agentes Citostáticos

Agentes Biológicos

Tabla 3

El proceso de evaluación está basado en la valoración de una serie de aspectos de los puestos (tabla 3) mediante la comprobación de unos ítems.

Para la estimación de los riesgos seguimos las recomendaciones establecidas en la norma UNE 81905-EX. Combinamos probabilidad y severidad moduladas en tres categorías respectivamente para dar una clasificación de cuatro niveles.

El resultado de la evaluación está compuesto por cuatro documentos: uno para la identificación del puesto de trabajo y los trabajadores asociados, otros tres para la identificación y estimación de los riesgos y un último para las medidas preventivas propuestas y su priorización técnica en función del nivel de riesgo establecido.

El resultado final de la evaluación permite a la gerencia tomar las decisiones sobre las medidas que considera más adecuadas entre las que se hayan propuesto, teniendo en cuenta otros criterios de priorización: económicos, sociales y de gestión.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A continuación de manera descriptiva y general relatamos los resultados que consideramos más destacables del proceso de evaluación en relación a los riesgos recogidos y las medidas preventivas establecidas. Para la presentación de los resultados seguiremos la relación de aspectos evaluados recogida en la Tabla 3.

Lugares de trabajo.

Tanto en el hospital como en los centros de salud el riesgo de caída de personas al mismo nivel está generalizado a todos los trabajadores. El tránsito por las instalaciones unido a la posibilidad de presencia de sustancias resbaladizas, superficies húmedas, presencia de objetos, etc. es minimizable y controlable pero no inevitable. Como cabe pensar las medidas preventivas principales propuestas son la eliminación inmediata de cualquier sustancia resbaladiza, señalización de suelos húmedos y la sustitución del zapato abierto por zapato cerrado.

Otro de los riesgos a reseñar dentro de este apartado es el de caída de personas a distinto nivel. Este tipo de riesgo lo asociamos a situaciones diferentes. En primer lugar en el tránsito por las escaleras del hospital y en los centros de atención primaria con más de una planta. Las medidas preventivas se pueden asemejar al de caída al mismo nivel en cuanto a la presencia de sustancias resbaladizas y a la utilización de calzado abierto. En algunos casos planteamos mejoras en alguna de las escaleras basándonos en la legislación preventiva en vigor.

En segundo lugar en aquellos puestos en los que es necesario acceder a lugares elevados, especialmente a zonas de almacenamiento, el riesgo viene dado por la utilización de elementos improvisados. La medida preventiva principal propuesta en este caso es la utilización adecuada de medios auxiliares apropiados tales como escabeles o escalerillas.

Finalmente está presente en el personal de mantenimiento cuando realiza puntualmente labores en altura propias de su actividad. En este caso las situaciones pueden ser variadas y asociarse otros tipos de riesgo. Las medidas preventivas pasan por la utilización del medio de trabajo adecuado a cada situación y tipo de tarea (escalera de mano, plataforma, andamio, sistemas de sujeción, etc.) y de la forma conveniente.

Dentro del hospital hemos encontrado factores de riesgo que pueden asociarse con el riesgo de choque contra objetos, en relación a existencia de determinados espacios escasos para el movimiento de personas, carros o camillas y la realización de la tarea con premuras de tiempo. Aquí resulta muy importante el diseño previo de las zonas de trabajo con espacio suficiente para los movimientos. En ciertos casos

observamos que las exigencias de espacio de los mismos quedan supeditadas a las necesidades de nuevos servicios. En este caso las medidas preventivas eficaces son en origen. La resolución de problemas de este tipo detectados en una EIRL supone planificaciones a largo plazo.

Debemos mencionar también en este apartado el riesgo de accidente de tráfico. En el personal sanitario de atención primaria es común la salida, en vehículo propio o contratado, para atención domiciliaria o avisos. En el hospital por un lado tenemos las salidas propias de una pequeña parte del personal que puede realizar desplazamientos puntuales con ocasión de su trabajo y generalmente en sus propios vehículos. Por otro lado se encuentra el personal sanitario que realiza traslados entre hospitales, que generalmente utiliza ambulancias y muy ocasionalmente helicóptero. En el caso de utilización de un vehículo propio creemos que se debe exigir el cumplimiento estricto del Código de Circulación. En el caso de los traslados en ambulancia u otro vehículo pertenecientes a una compañía subcontratada exige además del cumplimiento del código de circulación medidas de coordinación empresarial.

Almacenamiento.

En el hospital existen un almacén general y en cada unidad existen zonas específicas para el almacenamiento de material. Los factores de riesgo más reseñables están relacionados con deficiencias entre la adecuación del espacio disponible y el material almacenado, estado de estanterías, materiales pesados o peligrosos en las partes alta de las estanterías. La solución a las necesidades de espacio no siempre pueden realizarse a corto plazo ya que bajar los stocks es normalmente imposible (siempre las necesidades van a más, en lugar de a menos) y por tanto requiere buscar mayor espacio para almacenamiento. Las medidas preventivas para el correcto estado de estanterías y adecuado almacenamiento de materiales están encaminadas a controles y revisiones periódicas.

Equipos de trabajo.

La variedad de equipos identificados, especialmente en el hospital es múltiple. El principal riesgo detectado es el contacto eléctrico. Las medidas preventivas propuestas están relacionadas con la utilización y limitaciones especificadas en el manual de instrucciones de los equipos, la necesidad de revisión periódica y la notificación con prontitud al servicio de mantenimiento cualquier deficiencia observada.

Sin entrar en profundidad en todos los riegos asociados directamente a los equipos de trabajo debemos hacer mención al de contacto con elementos móviles. Este riego esta controlado si los equipos disponen de las medidas de protección adecuadas, en general los equipos son modernos cumpliendo con las especificaciones exigibles de seguridad. En las revisiones y mantenimientos periódicos debemos verificar que estos equipos sigan presentando estas condiciones de seguridad a lo largo del tiempo.

El riesgo de contacto térmico está localizado especialmente en la unidad de cocina, labores de soldadura por personal de mantenimiento y la utilización de mecheros en laboratorio. Las medidas preventivas son específicas para cada uno de ellos.

La proyección de partículas es un riesgo que puede estar presente en labores puntuales de mantenimiento: utilización de herramientas con riesgo de proyección y soldadura. Las medidas preventivas van encaminadas a la utilización de los equipos adecuados con los correspondientes dispositivos y medidas de seguridad, unido a la utilización de equipos de protección individual.

El riesgo de explosión esta localizado en instalaciones específicas (calderas, instalación de gas, depósito de gas propano) que deben cumplir con una legislación industrial específica y con unas condiciones y mantenimientos apropiados. Las medidas

preventivas están basadas en el control del cumplimiento de la normativa industrial específica y el acceso restringido a estas zonas solamente por personal de mantenimiento con las capacidades y medios necesarios para realizar las labores pertinentes.

Ascensores

Los ascensores son equipos muy utilizados en el hospital y también presentes en los centros de atención primaria con varias plantas. La prevención de los accidentes relacionados con estos equipos está centrada en el control de las revisiones y mantenimientos obligatorios especificados en la legislación industrial y llevadas a cabo por una empresa especializada. También en estos equipos, y sobre todo en el hospital, es necesario mantenerlos correctamente nivelados con las plantas para evitar escalones verticales que supongan un factor de riesgo añadido al movimiento de camas, camillas y carros y que contribuyan a degradar el estado de sus ruedas.

Instrumental y herramientas manuales

El instrumental y las herramientas manuales utilizadas en el ámbito sanitario es muy amplio. Unidades como quirófano y mantenimiento disponen de una gran cantidad diferente. Las medidas preventivas generales propuestas están basadas en la utilización del tipo de instrumental adecuado a cada tarea y la revisión periódica de su estado evitando la utilización de instrumental defectuoso. Mención aparte tiene todo el material cortante y punzante que se utiliza cuyo riesgo más importante es el biológico.

Instalación eléctrica.

Todos los trabajadores tanto de primaria como de especializada pueden estar expuestos al riego de contacto eléctrico, fácilmente controlable siguiendo unas medidas básicas de prevención: operar con los equipos eléctricos de acuerdo al manual de instrucciones suministrado por el fabricante, avisar al servicio de mantenimiento en caso de observar deficiencias en los equipos o en la instalación eléctrica. Esto debe complementarse con la realización de revisiones periódicas de las instalaciones de acuerdo a lo establecido en el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión y revisiones periódicas del estado de los equipos eléctricos dependiendo del tipo de emplazamiento y de la instalación.

Debemos mencionar el riesgo específico del personal de mantenimiento que realiza labores determinadas en la instalación eléctrica. Las medidas preventivas van encaminadas a conseguir que el personal que realiza estas labores disponga de la capacitación, formación y medios adecuados al trabajo a realizar de acuerdo a la norma de desarrollo reglamentario vigente en la materia.

Incendio

El riesgo de incendio es uno de los más reseñables dentro del hospital, por su magnitud, por el número de trabajadores afectados y por la tipología de centro (presencia de pacientes hospitalizados y familiares). Las medidas preventivas necesarias para los trabajadores están integradas dentro de un plan de autoprotección específico para este tipo de centros e implantado entre todo el personal.

En los centros de atención primaria hay que hacer una diferenciación respecto a las características del mismo. En centros de pequeñas dimensiones, de una sola planta, escasa ocupación, utilización diurna y facilidad de evacuación hemos planteado solamente medidas de actuación en caso de emergencia sencillas. En el caso de centros más grandes, de varias plantas, de mayor ocupación, instalaciones más peligrosas y más difícil coordinación en las actuaciones es necesario mantener implantados planes de autoprotección.

Ruido

En cuanto a lo referente a la exposición a ruido, hemos observado situacionesde niveles de ruido puntuales que pueden afectar más al confort de los trabajadores que a la perdida de capacidad auditiva, todas ellas relacionadas con desajustes en los equipos de trabajo. Si que existen actividades puntuales de mantenimiento (utilización de herramientas manuales de potencia) con niveles altos de ruido pero que no suponen niveles equivalentes continuos superiores a los 80 dB(A).

Iluminación

En el proceso de EIRL realizamos la comprobación de la calidad de la iluminación y la adecuación de los niveles a las tareas a realizar en cada puesto. En general los puestos disponen de una buena calidad de iluminación y niveles adecuados, salvo situaciones puntuales que señalamos como deficiencias para su subsanación. Gran parte de los puestos disponen de combinación de luz natural y artificial. Para las tareas de exigencias visuales altas está disponible iluminación localizada.

Temperatura (condiciones termohigrométricas)

En la EIRL del hospital hemos detectado posibilidades de disconfort por factores termohigrométricos. Debemos destacar como factores importantes la presencia de zonas de trabajo sin ventilación al exterior, deficiencias en el diseño y funcionamiento de las instalaciones de aire acondicionado y discrepancias entre los propios trabajadores de un mismo lugar de trabajo en las necesidades de climatización.

Las medidas preventivas más eficaces en algunos casos son a largo plazo y pasan por rediseños de los lugares de trabajo, en otro caso con nuevas instalaciones o mejoras en los sistemas de climatización. En la EIRL hemos establecido una serie de puestos de trabajo para un control periódico de las condiciones termohigrométricas, dependiendo de las condiciones climatológicas exteriores.

En los centros de primaria los problemas termohigrométricos son mucho más puntuales.

También en zonas específicas del hospital y relacionado directamente con las condiciones termohigrométricas (humedad relativa baja) entre otros aspectos, hemos detectados molestias por problemas electroestáticas relacionados con bajos niveles de humedad. En estos casos puntuales proponemos, siempre que sea posible, humidificadores localizados.

Radiaciones Ionizantes

Los equipos generadores de radiaciones ionizantes están localizados en el Servicio de Radiodiagnóstico (salas convencionales, Telemando, TAC y mamografía), en el Servicio de Urgencias (sala convencional), en el bloque quirúrgico (equipo radioquirúrgico) y existe un portátil que se utiliza en pacientes en UCI, neonatología, en pacientes inestables o en aquellos conectados a múltiples equipos médicos. En primaria sólo tres de los centros disponen de sala de radiodiagnóstico. El control de este tipo de riesgo está centralizada principalmente en la Unidad Técnica de Protección Radiológica coordinada con la UP-PRL.

Radiaciones no ionizantes

En cuanto a radiaciones no ionizantes debemos destacar el empleo de aparatos de fisioterapia tanto en el hospital como en algún centro de primaria (microondas, onda corta, infrarrojos, etc) y únicamente en el hospital de ecógrafos y radiaciones láser en uno de los quirófanos. De manera general podemos decir que como medidas

preventivas proponemos la utilización de los equipos siguiendo las limitaciones y medidas de seguridad establecidas por el fabricante y la realización de las revisiones pertinentes marcadas por el mismo.

Agentes químicos

En todas las unidades y centros de atención primaria se utilizan productos para la limpieza y/o desinfección de instrumental y superficies. En radiodiagnóstico existen dos productos específicos (fijador y revelador). En el hospital la esterilización está centralizada y no se utiliza óxido de etileno, habiendo sido sustituido por el peróxido de hidrógeno en proceso cerrado. Las unidades con mayor número diferente de productos químicos son laboratorio, anatomía patológica y farmacia. El primer paso en la EIRL está encaminado a la identificación de todos los productos. La disposición actualizada de sus FDS (fichas de datos de seguridad) para conseguir mantener a los trabajadores informados de los riesgos, medidas preventivas a emplear, de actuación en caso de exposición y realizar los controles y mediciones higiénicas periódicas necesarios. En algunos casos puede ser necesario mejorar sistemas de trabajo (ventilación, extracciones, trasiego de productos, cambio del tipo de producto, etc.). Otro de los puntos a controlar son los gases anestésicos en quirófano y la administración de algún tipo de fármaco que puede ser potencialmente peligroso para los trabajadores.

Agentes citostáticos

En el hospital la preparación de citostáticos está centralizada en la unidad de farmacia, realizándose en un local con cabina específica y medidas de protección adecuadas. La administración se puede llevar a cabo en diferentes zonas del hospital. En la EIRL detectamos como medida fundamental necesaria la elaboración e implantación de un protocolo que recoja la preparación, transporte, administración, eliminación de residuos y actuación en caso de emergencia para estos tipos de fármacos.

En primaria la utilización de citostáticos es aún más puntual. Es necesaria una labor de mayor información sobre los riesgos asociados a este tipo de fármacos y de seguimiento de procedimientos seguros.

Agentes biológicos.

Como medidas generales para la prevención del riesgo de contacto con fluidos biológicos, como es natural establecemos como medida fundamental el cumplimento de las precauciones universales (Ap. 8 da Guía Técnica do R.D. 664/1997). Por ser los contactos con instrumental cortante y punzante uno de los accidentes con más ocurrencia, planteamos como medida preventiva general la introducción paulatina de instrumentos y técnicas que eliminen o minimicen el riesgo. En unidades del hospital como laboratorio es necesario establecer medidas más específicas. La gestión preventiva adecuada de este riesgo pasa también por la coordinación efectiva con medicina preventiva en relación a determinados protocolos de trabajo y colaboración en información y formación de los trabajadores. También es necesaria la coordinación específica con el Servicio de Mantenimiento de cara al control y prevención de la legionelosis.

Pantallas de visualización de datos.

Durante el proceso de EIRL observamos que solamente en un 20% de los centros de primaria existían equipos informáticos. Estos son utilizados por el personal no sanitario de administración y servicios generales (aprox. 18% de los trabajadores) y por los farmacéuticos (aprox. 1,4% de los trabajadores). La utilización de estos equipos es en general discontinua en el tiempo, pudiendo realizarse normalmente

pausas. Las deficiencias observadas son puntuales (algún puesto con deficiencias en la iluminación, tamaño de los caracteres de algún programa informático y configuración del puesto). Las medidas preventivas van encaminadas a resolver estos problemas e información y formación específica en el puesto de trabajo para una utilización correcta de estos equipos.

La utilización de los equipos informáticos en el hospital está generalizada a prácticamente todas las unidades. Aunque sólo en un tercio de los puestos que disponen de equipo informático, este es utilizado de una forma más o menos continua a lo largo de la jornada. Los factores de riesgo más reseñables relacionados con este equipo son la configuración deficiente de algunos puestos y falta de espacio. Al igual que en primaria las medidas preventivas van encaminadas a la solución de estos problemas y a la formación e información específica en el puesto de trabajo, dependiendo de las necesidades.

Manipulación manual de cargas.

En relación a este aspecto debemos destacar por un lado la manipulación de pacientes, especialmente en las plantas de hospitalización. Aunque existen medios mecánicos la movilización manual es inevitable y existen muchas posibilidades de mejora, especialmente en la formación e información de los trabajadores para la utilización de mejores técnicas.

Por otro lado está la manipulación de cargas (de objetos). Aquí debemos mencionar especialmente al personal de cocina, celadores y técnicos de rayos cuando realizan movimientos de material. Las medidas preventivas generales pasan por una adecuada formación e información de los trabajadores de cara a movilizaciones seguras, colaboración con los compañeros y utilización de medios mecánicos siempre que sea posible.

Posturas

Debemos destacar la necesidad de realización de estudios ergonómicos más en profundidad en algunos puestos, especialmente en los quirófanos de acuerdo a las valoraciones recogidas en la EIRL y las percepciones de algunos trabajadores. Debemos destacar que también se han identificado posibilidades de mejora en las prestaciones ergonómicas de diferente equipamiento y en la organización de los espacios de trabajo que queremos ir introduciendo en la medida en que la UP-PRL vaya informando la adquisición o renovación de nuevos equipos de trabajo (camas, camillas, sillas, mesas, etc.) y el establecimiento de nuevas áreas de trabajo.

Carga mental y factores organizacionales

En estos aspectos están recogidos factores de riesgo muy significativos como turnicidad, agresiones, carga de trabajo, etc. Esta Unidad no entró en profundidad en la valoración de estos aspectos, recogiendo las percepciones transmitidas por los trabajadores en el proceso de EIRL para poder establecer prioridades a la espera de valoración por personal especializado.

ACCIDENTALIDAD

Como complemento al proceso de EIRL debemos mencionar la utilidad de la implantación de un procedimiento de investigación de los accidentes ocurridos, tanto los que causan baja como no.

Para la comunicación de accidentes se parte de la labor asistencial y de control que ya venía realizando el servicio de medicina preventiva en relación a los accidentes

ocurridos, fundamentalmente en el hospital.

Observamos deficiencias en la comunicación de accidentes por parte de los centros de primaria. Para hacer esta más efectiva, desde el Comité de Seguridad y Salud, se establece un procedimiento de comunicación de accidentes de trabajo unificado para todo el área sanitaria, conservando los aspectos positivos existentes anteriormente, especialmente en el hospital.

El informe de investigación de accidentes recoge los datos más significativos del accidentado y del accidente, estableciendo las causas más probables del mismo y proponiendo unas medidas preventivas para intentar evitar o minimizar la aparición de sucesos relacionados.

Los datos estadísticos disponibles hasta el momento en primaria no son significativos hasta que haya pasado un cierto tiempo después de la implantaciónadecuada del procedimiento de notificación e investigación. Con los datos disponibles del hospital si que se pueden empezar a sacar conclusiones útiles para la valoración delos riesgos y para la priorización técnica de las actividades preventivas.

In itinere

Atrapamiento

entre objetos Corte

Contacto

Caída objetos manipulación 2%

Golpe 8%10%2% 7%productosquímicos 5%

Contacto biológico 5%

Caída al mismo nivel2%

Sobreesf uerzos 20%

Contacto térmico 3%

Agresión 3%

Pinchazos 33%

Grafico 1

In itinere 26%

Corte 5%

Sobreesfuerzo 53%

Atrapamiento 5%

Golpe 11%

Gráfico 2

En el Gráfico 1 podemos observar la distribución por forma de ocurrencia de todos los accidentes registrados durante el año 2003 en el hospital.

En el Gráfico 2 recogemos la distribución de los accidentes ocurridos con baja en el mismo periodo de tiempo.

Debemos señalar que no se pueden establecer muchas conclusiones individuales por puesto de trabajo y por unidad pasado solo un año del establecimiento de un programa de investigación y registro de accidentes con criterios homogéneos. No obstante queremos reseñar que vista la distribución de accidentes de forma general (gráficas 1 y 2) evidenciamos la necesidad de priorizar en la prevención de dos tipologías de accidentes. Una de ellas no relacionada directamente con baja laboral: los pinchazos y otra muy relacionada con la baja laboral: los sobreesfuerzos.

CONCLUSIONES

La realización de la EIRL en todos los centros del área sanitaria utilizando esta Metodología permite disponer, por parte de las distintas gerencias, de las Acciones Técnicas necesarias y fundamentales para mejorar las condiciones de trabajo. Aunque no hayamos obtenido datos en profundidad de todos los aspectos evaluados, esto nos permite un conocimiento técnico en conjunto de todos los puestos de trabajo para poder establecer prioridades en posteriores evaluaciones específicas con mayor amplitud.

Aunque el proceso de valoración de riesgos en categorías lingüísticas (trivial, tolerable, moderado, importante e intolerable) puede resultar bastante subjetivo, podemos mejorar la precisión y objetividad, complementando el proceso de evaluación con una adecuada notificación, registro y posterior investigación de los accidentes.

La eficiencia en la identificación y valoración de los riesgos puede mejorar en la medida en que se dispongan más y mejores datos de los registros de los daños derivados del trabajo. Esto pasa por la sensibilización tanto de mandos como de trabajadores, labor fundamental de una UP-PRL.

La EIRL completa permite disponer de la información esencial para el establecimiento de las medidas pertinentes de coordinación empresarial en relación a los trabajadores que realizan su actividad en las instalaciones del hospital.

Debido fundamentalmente a las características altamente cambiantes de la actividad sanitaria (rotación de diferente personal por diferentes puestos, cambios en las técnicas y procesos, etc.) creemos que el desarrollo de la acción preventiva por parte de la unidad pasa por el contacto directo y frecuente con los trabajadores en sus áreas de trabajo, con actividades puntuales que permitan conjuntamente por un lado el desarrollo práctico y continuo de la formación e información, el control de las condiciones de trabajo y el mantenimiento actualizado de la ERL.

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos sinceramente a todos los trabajadores del área sanitaria por su imprescindible participación en el estudio realizado.

REFERENCIAS

1. Teijeiro Dacal, M. J.; Godoy Trillo, R. (2002) Metodología para evaluación de riesgos laborales en centros sanitarios. Xunta de Galicia. ISBN:84-453-3373-9

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