¿Qué sabemos de la relación entre coronavirus y aparatos de aire acondicionado?
¿Qué sabemos de la relación entre coronavirus y aparatos de aire acondicionado?
Circula por whatsapp un audio de 13 segundos en el que una mujer mayor dice: “Oye, te quería comentar una cosa: que me han dicho que no pongamos el aire acondicionado porque sale el coronavirus este. Ten cuidado”. El SARS-CoV-2 no se genera o reproduce dentro de aparatos de aire acondicionado, no “sale” de ellos, pero la climatización debe utilizarse con ciertas precauciones y combinada con tanta ventilación natural como sea posible para minimizar cualquier riesgo de contagio.
Los medios de comunicación se han hecho eco de la posible relación entre el coronavirus y el aire acondicionado debido a la llegada del calor en el hemisferio norte y su coincidencia con el plan de desescalada. A día de hoy, 13 de junio de 2020, varias sociedades médicas y federaciones del sector se han pronunciado mostrando su escepticismo y la falta de evidencias científicas sobre la posibilidad de que los climatizadores faciliten la propagación del coronavirus. Pero también reconocen que aún no se sabe todo y recomiendan ciertas medidas.
Priorizar la ventilación natural
Ante la preocupación suscitada, la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA) y la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) se han posicionado sobre la posible transmisión del SARS-CoV-2 a través del aire acondicionado en un documento conjunto, que adjuntamos. En relación a la inquietud sobre que el virus se reproduzca en las instalaciones de estos aparatos, dicen que “no tiene ningún sentido dado que el virus no se puede reproducir sin invadir células humanas”.
Sobre el riesgo de transmisión, el texto afirma que “siendo muy baja la probabilidad de que el virus entre en el sistema de climatización o extracción de aire y se difunda por los conductos, se debería garantizar una renovación suficiente, captando el aire exterior en un lugar apropiado, y favoreciendo la renovación respecto al confort climático y la eficiencia energética”.
“Hay sistemas de aire acondicionado que simplemente modifican la temperatura, pero muchas instalaciones permiten también renovar el aire y regular otros aspectos. Por tanto diferentes sistemas plantean situaciones diversas”, escriben SESA y SESPAS. Para estas asociaciones, que aglutinan a científicos y profesionales del sector, es recomendable ventilar naturalmente el lugar donde se utiliza el aire acondicionado, abriendo ventanas antes, después e incluso durante el uso de estos aparatos.
La Agencia de Salut Pública de Catalunya (ASPCAT) ha publicado también recomendaciones en esa línea de maximizar la ventilación natural y la higiene, cuyo texto adjuntamos. La ASPCAT sugiere específicamente trabajar, siempre que sea posible, con aparatos que no hagan recircular el aire interno sino que funcionen con aire exterior.
“En el caso de los climatizadores que no puedan trabajar sólo con aire exterior, si debido a las condiciones de temperatura no se puede evitar su uso, hay que extremar su limpieza y desinfección. Se recomienda desinfectar diariamente la superficie de retorno y de impulsión de los equipos y semanalmente una limpieza y desinfección del interior del equipo y cambiar el filtro. Estas frecuencias pueden modificarse en función de las horas de uso, el tipo de usuarios y la ocupación del espacio ”, puede leerse en su documento
¿Coronavirus en el aire?
“Sobre el posible rol del aire acondicionado en realidad se sabe poco”, afirman SESA y SESPAS al repasar la evidencia científica. La preocupación por estos aparatos entronca con la incertidumbre suscitada sobre cómo y cuánto tiempo se mantiene el coronavirus en el aire, y cómo y si se transmite a través de él, para lo que hacen falta más estudios.
SESA y SESPAS toman como referencia las afirmaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el artículo “Vías de transmisión del virus de la covid-19”, del pasado 29 de marzo, la OMS explica que el contagio de la COVID19 se produce a través del contacto con un contagiado y también de gotículas respiratorias.
El contagio por gotículas (a través por ejemplo de tos o estornudos de un infectado a menos de un metro, lo que puede poner en contacto esas gotículas con boca, nariz y ojos de una persona receptora) no es lo mismo que transmisión aérea. “Los núcleos goticulares, que tienen un diámetro inferior a 5 µm, pueden permanecer en el aire durante periodos prolongados y llegar a personas que se encuentren a más de un metro de distancia”, confirma la organización.
Pero los datos científicos iniciales que han surgido sobre “transmisión aérea” (es decir, que esos núcleos goticulares viajen más lejos o que el aire los propague) deben “interpretarse con precaución”, pide la OMS. Esta entidad reconoce la posibilidad de que la transmisión aérea se dé en contextos clínicos, cuando se usan aerosoles https://dle.rae.es/aerosol (intubación, broncoscopia, desconexión del paciente de un ventilador…) pero la pone en interrogante en el resto de los casos. “Es necesario realizar más estudios para determinar si es posible detectar virus de la COVID-19 en muestras de aire tomadas en habitaciones que alberguen a pacientes donde no se practican procedimientos ni se administran tratamientos que generan aerosoles”, puede leerse en su documento. No ha habido cambio de posición pese a la inquietud a raíz de estudios como el de Guangzhou.
¿Qué dice el sector de la climatización?
Otras entidades profesionales van más allá que la OMS y se hacen eco de que “la transmisión por aerosoles es plausible” según diversos apuntes científicos. Creen que conveniente instaurar medidas que ayuden a controlar esa ruta aérea. Entre ellas, REHVA (Federación de Asociaciones Europeas de Calefacción, Ventilación y Aire Acondicionado, por sus siglas en inglés), que ha emitido un documento traducido al español por ATECYR (Asociación Técnica Española de Climatización y Refrigeración).
REHVA pide respeto al principio ALARA (As Low As Possible, tan bajo como sea razonablemente posible). No considera necesario cambiar el filtro de aire exterior ni práctico limpiar los conductos, pero sí abrir más las ventanas y renunciar a la recirculación. Para SESPAS y SESA, “interpretaciones extremas de estas recomendaciones podrían llevar a cerrar muchas de las instalaciones de aire acondicionado existentes en nuestro medio, lo que haría inviable el funcionamiento de muchos establecimientos y servicios públicos este verano”.
Ventilación natural
Las recomendaciones publicadas por asociaciones médicas o de la industria de la climatización citan frecuentemente la guía publicada en 2010 por la OMS sobre la “Ventilación natural para el control de las infecciones en entornos de atención de la salud”. El 21 de mayo la Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó unas “Recomendaciones para calefacción, ventilación y aire acondicionado en establecimientos de salud” con medidas más específicas pensadas para los profesionales que desarrollan su labor en centros de salud y hospitales.
Desde Verifica RTVE podemos concluir que, a 13 de junio de 2020, no existen evidencias científicas demostradas que relacionen el uso del aire acondicionado con la propagación del coronavirus y que el audio que se está compartiendo por Whatsapp advirtiendo del peligro que conlleva encender el aire acondicionado porque del aparato “sale el coronavirus” es un bulo. Sin embargo, la materia es todavía objeto de estudio y conviene, según las fuentes consultadas, adoptar normas de prudencia, siendo la principal de ella la combinación del aire acondicionado con ventilación natural.
Fuente: RTVE