Comparativa entre formación online y presencial: diferencias de efectividad

Comparativa entre formación online y presencial: diferencias de efectividad

La percepción de la generalidad de los trabajadores cuando se les pide opinión sobre la formación online o teleformación, es que ésta se basa en contenidos y pruebas menos rigurosos y que cuenta con formadores con una cualificación inferior que los que imparten una formación presencial clásica.
27 gener 2020

En cuanto a resultados, la bibliografía indica que en ambos casos son muy similares, acreditando eso sí que la formación online es capaz de desarrollar el pensamiento crítico en los alumnos y la capacidad de aprender a aprender entre los que eligen esta opción.

Además la formación online evoluciona mucho más rápido que la presencial. Los modelos de aprendizaje interactivos, la aplicación de las tecnologías y la posibilidad de medir de los datos redundan directamente en modelos de aprendizaje cada vez más personalizados para el alumno y por lo tanto de mucho más impacto. Sin embargo también la formación presencial en PRL, aparte de la formación eminentemente práctica, está tomando en los últimos tiempos un calibre y significación mucho más profundo. Formación basada en proyectos, emociones, competencias, formación flippedd classrroom, dinámicas grupales, escenificación, gamificación en el aula, voting, etc. son algunas de las técnicas y avances puestos en marcha en las aulas de formación de prevención de riesgos laborales.

Ahora bien, ¿es de mejor calidad la formación presencial?

Aunque algunas escuelas de negocio tratan de difundir este mensaje en el mercado laboral, como en todo, hay buenos y malos formadores y hay excelentes contenidos a impartir que no sirven según el perfil del alumno.

Una formación en Prevención de Riesgos Laborales de calidad (online o presencial), siempre dependerá de la calidad del ponente y por tanto siempre se podrá hacer un excelente trabajo formativo tanto en una formación presencial como online. Saber es una cosa. Saber comunicar y transmitir enseñanzas e influir en el cambio de comportamientos, otra bastante distinta.

En los últimos tiempos, la enseñanza en general y mucho más en particular en PRL, ha sufrido una auténtica revolución como consecuencia de la introducción de nuevas tecnologías y, en especial, el acceso a ésta a través de internet. Los datos del crecimiento de la formación online abruman, pero lo cierto es que, tanto ésta como la presencial, tienen sus pros y sus contras.

Pros y Contras

Formación online: Pros

  • Flexibilidad y actualización. Al no haber horarios predefinidos, los trabajadores pueden adaptar la realización de los cursos según sus necesidades y conciliar vida laboral y familiar.
  • Acceso 24x7. Gracias al desarrollo de la tecnología, cualquiera que tenga un dispositivo móvil puede acceder a la formación que esté realizando en cualquier momento y lugar, 24 horas al día durante los 7 días de la semana. Además, los recursos y materiales necesarios están siempre al alcance del trabajador.
  • Ahorro de costes y tiempo. El e-learning también implica costes, sobre todo a nivel tecnológico, pero en líneas generales suele ser una opción más económica. Además, desaparecen los desplazamientos al lugar de impartición.

  • Seguimiento y personalización. Ofrece a los formadores/tutores un nivel de feedback hasta ahora inédito sobre los avances, retrocesos o necesidades de los trabajadores para la realización de un curso. Permite personalizar el aprendizaje de cada uno en función de sus necesidades.
  • Escalabilidad. Se pueden lanzar varias ediciones de la misma formación. Es decir, tan sólo tienes que asumir los costes de producir el curso una vez y luego puedes volver a ofrecer la misma formación cuando se necesite.
  • Mejora la asimilación de los materiales, cortándolos en píldoras más fáciles de digerir. Se puede impartir el mismo temario en 1 semana, en bloques de tiempo más cortos (píldoras) lo cual suele mejorar la asimilación de los materiales.

Formación online: Contras

  • Requiere más organización y fuerza de voluntad. Según el Ministerio de Educación y Formación Profesional, la tasa global de abandono y cambio de estudios en másteres en la modalidad online es de un 60% en contraposición del 28% en la modalidad presencial. Además, conlleva también cierto aislamiento o falta de socialización, requiere un considerable desembolso en dispositivos (ordenador, smartphone o tableta) si no se dispone y un conocimiento, aunque mínimo, de las nuevas tecnologías.
  • Autonomía. La tecnología puede llegar a ser frustrante durante el aprendizaje: no se oye el audio, el vídeo se para, el servidor se cae, la plataforma no funciona, etc.

Formación presencial: Pros

  • Cercanía. Además del contenido formativo propiamente dicho, tener a un formador delante del alumno, ver sus expresiones o escuchar su tono de voz, tenerlo a mano, garantiza un extra de información y una cercanía que el modelo online no da.
  • Motivación. El contacto humano siempre es un más a más. Una mayor interacción humana, mejora la implicación de los trabajadores y alimenta su competitividad. Además, siempre se aprende más en compañía, charlas, debates, trabajos colaborativos, etc. que en solitario y se fomenta el networking.
  • Rutina. Al estar sometido a horarios, favorece el establecimiento de los hábitos de estudio propios de este tipo de aprendizaje.
  • Muchas formaciones requieren el manejo de herramientas o máquinas no digitales. Pensemos en una formación en la que es necesario el manejo de una maquinaria específica. Sin ella, poco se puede hacer. Es difícil formar a un camarero si no lo pones a prueba en contexto.
  • Permite hacer dinámicas de grupo. Más complicado de organizar/gestionar con la metodología online.

Formación presencial: Contras

  • La formación dura lo que dura y cuando finaliza la sesión formativa ya no hay posibilidad de volver a recibirla.
  • Además, al tener que desplazarse al lugar donde se imparten las clases, se invierte tiempo y dinero extra en ello.
  • Por otro lado, está la limitación formativa por motivos geográficos. Es decir, el trabajador no siempre tiene a mano los cursos que quiere, mientras que el modelo online permite a cualquiera estudiar lo que desee, independientemente de si la formación se imparte en un lugar u otro.

Vistos los pros y contras de una y otra, nos encontramos entonces ante la siguiente pregunta:

¿Qué es mejor para el trabajador?

No se trata de decidir un modelo de formación u otra, sino saber elegir cuándo es mejor la formación en un aula y cuándo es mejor la formación online.

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