Los recuerdos que perduran en nuestra memoria dependen de unas oscilaciones de alta frecuencia del cerebro

Redacción

En neurociencia se ha establecido en las últimas décadas la idea de que algunas experiencias diarias son convertidas por el cerebro en recuerdos permanentes durante el sueño. Esto ocurre durante las horas de descanso del día en que se genera esa memoria. Ahora se acaba de proponer cuál es el mecanismo que determina qué recuerdos son etiquetados como lo suficientemente importantes para permanecer en el cerebro hasta que el sueño los vuelva permanentes.

Las llamadas ‘sharp-wave ripples’ son oscilaciones de alta frecuencia que provocan cambios en el equilibrio de sus cargas positivas y negativas para transmitir señales eléctricas que codifican recuerdos. En el hipocampo cerebral grandes grupos de neuronas disparan juntas en ciclos rítmicos creando secuencias de señales en milisegundos para codificar información compleja.

La investigación, publicada en ‘Science’ y que ha sido liderada por investigadores de la ‘NYU Grossman School of Medicine’ encontró que los eventos diurnos seguidos inmediatamente por cinco a 20 ‘sharp-wave ripples’ se reproducen más durante el sueño y, por lo tanto, se consolidan en recuerdos permanentes. Los eventos seguidos por muy pocas o ninguna de estas oscilaciones de alta frecuencia no lograron formar recuerdos duraderos.