¿Puede enfermar la empatía?

¿Puede enfermar la empatía?

Se habla de la empatía como una de las cualidades más necesarias para el trabajo en equipo y para la atención al cliente.
15 febrer 2022

Redacción

Necesitamos de grandes dosis de empatía para nuestra vida en sociedad. De hecho, es una de las cualidades más valoradas a la hora de evaluar el proceder de los líderes de un equipo y, por supuesto, en el trato con las personas. -clientes, pacientes, compañeros, familiares, vecinos...-. Sin embargo, la empatía también debe ser gestionada porque cuando nos vemos inmersos en entornos en los que estamos muy implicados emocionalmente sus efectos pueden ser devastadores. Estamos hablando del síndrome de desgaste por empatía (SDE) y la primera señal se presenta como agotamiento emocional, cansancio físico y desánimo.

Primeras referencias

Se puede afirmar sin temor a equivocarse que la primera vez que se señaló el ‘compassion fatigue’ fue en 1995. Lo hizo Charles Figley, profesor universitario en las áreas de psicología, terapeuta familiar, psiconeuroinmunólogo, estudios familiares, trabajo social, traumatología y salud mental. Es el director del Instituto de Traumatología de la Universidad de Tulane que ha sido fundamental para el desarrollo de estudios centrados en la respuesta humana al estrés, las lesiones por estrés traumático, los elementos de resiliencia y la mejor manera de prepararse para la adversidad.

Figley propuso el concepto en 1971 cuando estudiaba los efectos de la guerra del Vietnam en médicos y enfermeros ya que la de ellos mayoría referían sentimientos de culpa y tristeza por no salvar a más pacientes o no haber podido ayudarles mucho más.

Qué es el síndrome de desgaste por empatía

Este trastorno se refiere a las emociones, pensamientos y conductas resultantes de empatizar profundamente con eventos dolorosos y traumáticos experimentados por otra persona por lo que suele afectar a profesionales del ámbito sanitario -médicos, enfermeras, veterinarios, psicólogos, trabajadores sociales, educadores sociales, voluntarios de ONG...-. La pérdida, el duelo, el pensamiento de haber podido ofrecer otras soluciones o recomendar otra opción puede desencadenar el SDE. Se presenta de forma súbita o puede ir desarrollándose de forma progresiva. Se suele caracterizar por tres síntomas:

1.- Rumiación. Experimentar o recordar con alta emocionalidad de forma repetida una situación. Se viven flashbacks, reexperimentación...

2.- Distanciamiento con el entorno. Se trata de un distanciamiento físico y afectivo de las personas -sobre todo con compañeros- y de los lugares o situaciones que supongan un recuerdo. Sobrecarga emocional, irritabilidad, sentimientos de impotencia son algunas de las respuestas más evidentes.

3.- Hiperactivación: Reacción extrema a pequeños estímulos, fatiga, ansiedad, sentimientos de culpa o vergüenza, insomnio, dificultades de concentración… se presenta un estado de alerta y tensión permanente.

Cómo prevenir y gestionar el síndrome de desgaste por empatía

El SDE se puede prevenir ya que es una consecuencia natural y predecible en los profesionales que desarrollan un alto grado de contacto y compromiso con pacientes o clientes. Contar con una formación adecuada para manejar el estrés es clave. También es fundamental poseer habilidades comunicativas, tener un refuerzo formativo de la gestión de conflictos y valorar las capacidades de resiliencia de los profesionales.

Ser consciente -autoconsciente- de las propias limitaciones personales, pedir apoyo cuando sentimos que la situación nos supera requiere de formación continuada.

Otras medidas que ayudan a la prevención y la gestión del SDE:

  • Tener una red de apoyo.
  • Solicitar supervisión de los casos si es necesario.
  • Trabajar experiencias de nuestro pasado que puedan aflorar al vivir casos similares de otras personas.
  • No sobrecargarse de trabajo.
  • Potenciar el autocuidado y el tiempo libre.
  • Aplicar recursos de liberación de la tensión como el mindfulness, la meditación o la escritura reflexiva.
  • Conocer las propias señales de desgaste para poder abordarlas.
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