Inteligencia Artificial generativa y trabajo: Más allá de la automatización

Inteligencia Artificial generativa y trabajo: Más allá de la automatización

"¿Cómo enfrentamos este nuevo paradigma? Se debe aprovechar el impulso político y social en torno a este tema.
18 Febrero 2024

Las acciones deben ser preventivas, anticipando los cambios, como correctivas, abordando las preocupaciones existentes", señala Janine Berg, de OIT en este nuevo artículo de nuestro Blog.

En un mundo que avanza rápidamente hacia la inteligencia artificial generativa (GenAI), la inquietud por sus repercusiones en el empleo, especialmente entre los trabajadores calificados y del sector del conocimiento, se ha intensificado. Un reciente informe de investigación elaborado por la OIT, revela impactos potenciales y cambios en los mercados laborales.

El informe señala que no nos enfrentamos a un apocalipsis laboral, pero que sí estamos ante un cambio profundo. Los efectos potenciales de una transformación acelerada son más pronunciados que la mera automatización en la mayoría de los países y sectores. Es probable que la GenAI transforme las estructuras de tareas y roles ocupacionales y es posible que se pierdan algunos puestos de trabajo, lo que hace urgente la necesidad de políticas específicas para gestionar las transiciones y mitigar sus efectos negativos, al tiempo que se intentan aprovechar los beneficios de productividad de esta nueva tecnología.

La repercusión no es homogénea; más bien, se presenta como una marea que afecta a diferentes grupos demográficos y regiones de manera variable. Las tareas de apoyo administrativo, por ejemplo, están particularmente expuestas al riesgo de automatización. La brecha de género podría ampliarse, ya que la representación mayoritaria de mujeres en trabajos de oficina las hace más susceptibles. La igualdad de oportunidades se convierte, así, en un desafío imperativo.

¿Cómo enfrentamos este nuevo paradigma? Se debe aprovechar el impulso político y social actual en torno a este tema. Las acciones deben ser tanto preventivas, anticipando los cambios, como correctivas, abordando las preocupaciones existentes. La elaboración de políticas debe ser un esfuerzo colectivo, con la participación de todas las partes interesadas, y un papel crucial lo tienen los gobiernos y los interlocutores sociales.

Pero, ¿qué sucede con las condiciones de trabajo? Aunque la GenAI promete mejorar la productividad, su integración podría afectar la calidad del empleo y la autonomía de los trabajadores. Aquí es donde entra en juego la necesidad urgente del diálogo social y la regulación. Estas políticas no solo deben abordar las condiciones laborales durante el proceso de desarrollo de la IA, sino también centrarse en la calidad de los empleos que surgirán en esta transición tecnológica.

A nivel global, las normas internacionales del trabajo y la colaboración se vuelven esenciales. La acción política debe garantizar la aplicación de las normas existentes para gestionar transiciones, junto con un compromiso activo en debates normativos clave sobre este tema, como el que se dará en la Conferencia Internacional del Trabajo 2025-2026, que abordará "El trabajo decente en la economía de plataforma". La cooperación internacional se erige como un pilar para el diseño de políticas que trasciendan fronteras y garanticen un futuro laboral sostenible y justo.

Ante esta nueva revolución, la clave radica en cómo enfrentamos este nuevo escenario, abordando los desafíos de manera proactiva, colaborativa y equitativa. El cambio es inevitable, pero la forma en que respondemos definirá el futuro del trabajo y la sociedad que construimos.

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