La labor educativa, fundamental para crear y afianzar los hábitos saludables
La labor educativa, fundamental para crear y afianzar los hábitos saludables
Redacción
Dentro del contexto de la salud pública, la inactividad física y el abuso en la utilización de dispositivos con pantallas -incluida su exposición a los efectos adversos de la luz azul- se han convertido en rasgos distintivos del estilo de vida de los niños y jóvenes españoles. El estudio PASOS-2019 llevado a cabo por la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con la Fundación GASOL, ha revelado patrones de comportamiento que vinculan la falta de ejercicio físico, patrones desfavorables en el cumplimiento de la dieta mediterránea, el uso de dispositivos electrónicos y las horas de sueño en la infancia y adolescencia en el país ibérico. Preocupantemente, solo uno de cada tres niños y niñas de entre 8 y 16 años cumple con las recomendaciones diarias de ejercicio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La investigación publicada recientemente en ‘Pediatric Research’ es parte de un trabajo científico sobre actividad física, sedentarismo y obesidad entre jóvenes españoles. Es pionera al examinar hábitos saludables y datos antropométricos en una muestra representativa de 3.261 niños con edades comprendidas entre los 8 y los 16 años.
El análisis muestra que ya se asocia a niños y adolescentes -como comportamiento generacional- la falta de actividad física y el exceso de tiempo frente a pantallas. A medida que los niños entran en la adolescencia, estos patrones se ven agravados por:
-Una baja adherencia a la dieta mediterránea.
-Déficit de horas de sueño.
-Alta prevalencia de sobrepeso y obesidad.
Educación y arraigo de buenos hábitos
Los investigadores alertan sobre estos hechos advirtiendo que: "La sociedad no es consciente de los graves problemas de salud a los que se enfrentan las nuevas generaciones. Sólo haciendo esa labor educativa lograremos que la sociedad implemente medidas reales para que nuestros jóvenes adquieran patrones de conducta saludables que les aseguren una mejor salud en la vida adulta".
Entre las conclusiones del estudio destaca la recomendación de incrementar las horas y la calidad de la educación física reforzadas con más recursos y apoyo para profesorado y centros educativos.
La asimilación de comportamientos y hábitos saludables en la infancia y la adolescencia es crítica para su arraigo en los individuos y, con ello, prevenir el desarrollo de enfermedades no transmisibles como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. Para lograr los objetivos en salud pública y generar un seguimiento masivo y continuado de comportamientos saludables son fundamentales las intervenciones educativas. Gracias a la trasmisión que se realiza en la familia, las primeras etapas académicas y el propio entorno la consecuencia a conseguir es que se refuercen los patrones de estilo de vida saludable a lo largo de la vida.
Intervenciones comunitarias multinivel multicompetente
Además, se indica como acción positiva para lograr los objetivos de hábitos saludables la puesta en marcha de intervenciones comunitarias multinivel multicomponente que promuevan la salud y que sean capaces de implicar a todos los sectores clave en los que los infantes y jóvenes se desarrollan como: escuelas de infantil, primaria y secundaria; centros sanitarios; centros deportivos; entidades de ocio; ayuntamientos; o comercios locales.
“Nos enfrentamos a una epidemia compleja que requiere de respuestas complejas” informa el estudio PASOS-2019.