Más allá del tupper: la (buena) alimentación irrumpe con fuerza en la oficina
Más allá del tupper: la (buena) alimentación irrumpe con fuerza en la oficina
Cada vez hay más empresas preocupadas por fomentar ambientes de trabajo healthy, aliadas de una nueva mentalidad que no solo revierte en su productividad, sino que hace más fácil lo difícil: que el empleado no sienta la alarma del despertador como un martillo. Que vaya feliz al trabajo. Entre esas acciones destacan las destinadas al impulso de hábitos saludables pues: ¿qué es el trabajo sino una extensión de nuestra vida en la que pasamos -en teoría- una tercera parte del día?
Se trata, en definitiva, de compaginar un ritmo de vida cada vez más frenético con un entorno laboral que apueste por el bienestar del empleado como un activo más de la empresa. La generación millennial -que en 2025 representará el 75% de la fuerza laboral- invierte el tradicional orden de valores. No es (solo) una cuestión de sueldo. Tampoco de una (siempre deseable) estabilidad. Se trata de despertarse feliz, algo que, según los expertos, empieza en el estómago, responsable de fabricar el 90% de la serotonina, la hormona de la felicidad.
Lo cierto es que los madrugones, atascos, reuniones, objetivos, informes, llamadas, entre otras urgencias, son el día a día de miles de trabajadores. Un escenario arduo que a menudo se afronta con un café en ayunas o un tentempié de dudoso aporte energético. Olvidamos que la jornada laboral transcurre a lo largo del desayuno (primera hora), el almuerzo (media mañana), la comida y, en muchos casos, la merienda (media tarde): 8 horas determinantes para lograr el equilibrio entre el bienestar físico y emocional.
El bienestar se ensalza como la mejor receta para la felicidad del empleado, que redunda en su productividad y su compromiso con la empresa, y la alimentación es un ingrediente sine qua non para conseguirlo. Lo saben bien en Banco Santander, que ha desarrollado el programa BeHealthy para aglutinar todas aquellas acciones encaminadas a la mejora de los hábitos saludables de sus empleados. “La salud de nuestros empleados es la salud de nuestra empresa”, defiende Daniel Strode, del equipo de RRHH Global.
“Esta premisa nos ha llevado a una inversión y un enfoque importante en este ámbito”, describe Strode. En concreto, BeHealthy se construye sobre cuatro pilares: Know your numbers (Conócete), Be Balanced (busca el equilibrio), Move (Muévete) y Eat (Cuida tu alimentación). Su objetivo es convertirse en la organización más saludable del mundo y situarse en el Top 10 de las mejores empresas para trabajar. Para conseguirlo, una de sus puntas de lanza es Eat , su programa de alimentación saludable.
Guerra a la sal
Un ejemplo de esta revolución del bienestar tiene lugar en las oficinas centrales de Banco Santander en España, donde se han alzado ‘en guerra’. El enemigo a batir: la sal, cuyo consumo en exceso puede derivar en hipertensión o retención de líquidos. “Tenemos una “guerra contra la sal” y reducimos el contenido de sal de las comidas en el lugar de trabajo”, explica Strode.
Además, han cambiado las máquinas expendedoras para que tengan más del 70% de refrigerios y bebidas saludables, con opciones de frutas frescas y otras verduras frescas disponibles cada día.
Desde la entidad bancaria también realizan un asesoramiento nutricional a todos los empleados a través de su intranet global, para que todos tengan acceso. “Hemos contratado a médicos y organizaciones de nivel global para crear contenido para nosotros en este espacio”, comparte el director global de recursos humanos, y añade: “Nos adentramos en los detalles de las diferentes dietas y aprendemos sobre los momentos del día en los que es más adecuado comer”.
Información especialmente relevante si tenemos en cuenta que según el estudio “Nutrición Saludable en el Workplace” -el primer estudio multidisciplinar sobre nutrición en el lugar de trabajo hecho en España realizado por ISS Iberia-, el 85% de los trabajadores tiene interés en que la empresa facilite información sobre cómo tener una alimentación saludable en el lugar de trabajo. Más cifras de este revelador estudio: al 21% de los empleados le gustaría disponer de una mejor oferta gastronómica y un espacio más adecuado donde comer.
Empleados entre fogones
En respuesta a esta realidad, destaca la iniciativa de Banco Santander en Chile, donde instalaron una “terraza saludable” en la parte superior de su sede corporativa y recibieron la visita de más de 3.000 empleados para tomar zumos y comida saludables. También en este país se organizan clases de cocina para los empleados promoviendo el aprendizaje ‘real’ de estas habilidades. Un conocimiento que difumina las fronteras de la oficina y que redunda en su bienestar general.
También en Banco Santander España organizan una competición a lo “Masterchef” entre los empleados, una acción que genera un gran interés y que según Strode es muy divertida. “¿Sabían que en Reino Unido uno de nuestros gerentes de sucursales ganó la edición británica del programa de televisión Masterchef y enseñó a cocinar en el banco?, comenta orgulloso. “Acaba de abrir su propio restaurante, por lo que estamos increíblemente orgullosos de su emprendimiento”, destaca.
Son acciones y medidas focalizadas en un empleado que, al mismo tiempo, cada vez da más importancia a su alimentación. A su favor, una conciencia creciente en el seno de la empresa de cómo el fomento de una alimentación saludable mejora la productividad y reduce el absentismo. Ellas son las primeras interesadas si tenemos en cuenta que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una nutrición inadecuada puede llegar a traducirse en un descenso de la productividad de hasta un 20%.