La salud mental, entre el olvido y el tabú en las empresas

La salud mental, entre el olvido y el tabú en las empresas

La pandemia visibiliza medidas pendientes para la prevención y el diagnóstico
1 Febrero 2022

La angustia que han sufrido los profesionales sanitarios durante los meses más severos de pandemia, al igual que otros empleados esenciales –cajeras de supermercado, personal de limpieza, cocineros, telefonistas de atención al cliente, repartidores a domicilio...–, ha visibilizado los problemas de salud mental en el ámbito del trabajo. Estrés, ansiedad y depresión son los trastornos más comunes que padecen empleados y directivos sin escapar sector alguno. No es nada nuevo, estas dolencias derivan de problemas muy conocidos: sobrecarga de trabajo, elevada presión y responsabilidad, exigencia emocional, imposibilidad de desconexión digital, precariedad laboral, acoso de jefes o compañeros...

Existe poca estadística sobre la salud mental en el trabajo, pero un estudio elaborado por CC.OO. revela cómo el riesgo ha aumentado del 2020 al 2021. “Los trabajadores con riesgo y salario suficiente para cubrir necesidades del hogar han aumentado del 49% al 52% en un año mientras que los empleados con riesgo y un sueldo insuficiente para vivir han pasado del 67% al 73%. El mayor aumento se ha dado en el grupo que, de entrada, ya estaba peor”, alerta el informe Condiciones de trabajo y salud tras un año de pandemia, a partir de una encuesta realizada a 25.1000 personas. 

Es destacable ver cómo las mujeres tienen un riesgo de padecer algún trastorno del 67%, 12 puntos por encima que los hombres (55%). “Los sectores más vulnerables están feminizados y encima ellas cargan con las tareas familiares”, comenta Mònica Pérez, responsable de salud laboral de CC.OO. en Catalunya. Además, el informe revela que los jóvenes de 16 a 34 años son el colectivo más vulnerable, con un riesgo del 68%. “Las cifras son alarmantes y demuestran que todos los deberes están por hacer, básicamente porque no se ha avanzado nada en los últimos 25 años”, lamenta Pérez.

Desde la entrada en vigor de la ley de Prevención de Riesgos Laborales en 1996, las compañías están obligadas a prevenir y abordar casos de salud mental mediante herramientas de información, diagnóstico y protocolos de actuación. (No existen reglamentos más específicos). Sin embargo, Pérez asegura que en Catalunya apenas el 1% de las empresas ha ejecutado medidas de prevención psicosocial. “Es un porcentaje ínfimo si lo comparamos con el 25% de las empresas que tienen planes de prevención para accidentes físicos o de ergonomía y movimiento (11%)”.

Núria Gilgado, secretaria de política sindical de UGT, asegura que ante esta situación los sindicatos llevan años denunciando en vano el incumplimiento sistemático de la normativa. La escasez de recursos de la Inspección de Trabajo para controlarlo es uno de los principales motivos, pero también sería deseable una mayor contundencia en las sanciones, sugieren ambas.

Por otro lado, los sindicatos reclaman que los trastornos mentales sean catalogados como enfermedades profesionales y no como accidentes laborales. “¿Cómo puede ser que la depresión y la ansiedad no se reconozcan como enfermedades profesionales?”, lamenta Gilgado.

Fuente: LAVANGUARDIA

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