Diseño Integral de Puestos de Trabajo
Diseño Integral de Puestos de Trabajo
Redacción
Este enfoque es el que recomendamos aplicar cuando tenemos que realizar un proyecto de diseño o rediseño de puestos de trabajo, entendiendo como “puesto de trabajo" cualquier sitio donde se encuentre una persona, independientemente de que esté trabajando, divirtiéndose, descansando o durmiendo.
Recordemos la definición de sistema:
“Un sistema es un conjunto de elementos relacionados entre sí con uno o varios objetivos, y dentro de un ambiente específico”.
Esta definición, tan sencilla en apariencia es muy compleja en la realidad y conlleva a las siguientes consideraciones:
1. Todos los elementos que existen en el universo pertenecen a algún sistema; no existen elementos “libres”.
2. Un sistema sin objetivos, desaparece.
3. Todo sistema está formado por uno o varios subsistemas interrelacionados.
4. Todo sistema pertenece a un sistema mayor.
5. Si la relación entre los elementos no es buena o no existe, el sistema funcionará mal o no funcionará.
6. Si uno de los elementos no es compatible con el resto, el sistema funcionará mal o no funcionará.
7. Si el ambiente en el que se encuentra el sistema no es el adecuado para el mismo, el sistema funcionará mal o no funcionará.
Sistemas Hombre-Máquina
Y todo ello se cumple, por supuesto, en los sistemas Hombre-Máquina (H-M), considerando que, en Ergonomía, por comodidad, llamamos máquina a todo lo que no es persona: el bolígrafo con el que escribes, la ropa que tienes puesta y los zapatos, el reloj, la mesa de comer, los platos, el vaso, los cubiertos, el coche, el ordenador, tu casa, porque...
“Un Sistema Hombre-Máquina está constituido por una o varias personas y por una o varias máquinas, relacionadas todas entre sí, con uno o varios objetivos y dentro de un ambiente apropiado para el mismo”.
Los ejemplos están en todas partes; los podemos encontrar en cualquier sitio donde, de una forma u otra, haya personas, pues todos los elementos (y las personas lo somos) siempre forman parte de un sistema; no existen elementos “libres”. Y como todo es sistema, forma parte de un sistema y está formado por sistemas, una persona...
“Una persona es un sistema formado por diversos subsistemas relacionados entre sí: cardiovascular, músculo esquelético, respiratorio y nervioso, que es el que controla, que a su vez están constituidos por múltiples subsistemas y elementos.”
Además:
Las personas siempre estamos haciendo algo, durante las 24 horas del día, incluso cuando dormimos ¿qué hacemos?: descansar, esa es nuestra actividad y para ello controlamos nuestro cuerpo en sus funciones psicofisiológicas necesarias para el descanso.
“Para realizar cualquier actividad, necesitamos controlar y para controlar necesitamos la información necesaria”
El circuito Información-Control-Actividad es un triángulo que, para que sea eficiente, debe funcionar con fluidez, a pesar de las interferencias que pueden influir sobre el mismo. Las personas somos Sistemas Abiertos. Así, todo lo que nos rodea, lejos y cerca, y todo lo que tenemos dentro, influye en nuestro comportamiento de forma favorable o desfavorable realizando cualquier actividad; recordemos que siempre estamos realizando alguna actividad.
Si alguno de los elementos (persona o máquina) funciona mal o la relación con los demás elementos no es buena, o el ambiente (visual, térmico, acústico, psicológico, social...) donde se encuentra no es el adecuado a sus capacidades, características, limitaciones, actividad que esté realizando, etc; el sistema funcionará mal o no funcionará.
Podemos decir que pasamos las 24 horas del día durante toda nuestra vida pasando de un sistema a otro. Y, según donde estemos, pertenecemos a uno u otro sistema: si estamos en casa, formaremos parte del sistema formado por nuestra familia y la casa, casa que, por cierto, está formada por subsistemas: sala-comedor, cocina, dormitorios, cuarto de baño, terraza...; si estamos en el trabajo formamos parte del sistema..., o el barrio, la ciudad, el país, el continente, el planeta, el sistema solar...
¿Qué significa esto?
Al evaluar, diseñar o rediseñar cualquier Sistema H-M o una parte componente de él, no podemos olvidar las complejas relaciones que existen entre todos los elementos que lo componen y el ambiente donde se encuentra, ni las posibles relaciones que puede tener con otros sistemas.
Detrás de un mal funcionamiento de un sistema H-M, de una enfermedad, de un accidente, etc., se pueden ocultar causas muchas veces insospechadas, que nosotros, los técnicos, debemos saber buscar, encontrar y eliminar, para que no puedan continuar “minando” al Sistema. Este debe de ser el primer principio del Diseño Integral de Sistemas H-M.
¿Qué tenemos que conocer del hombre y de las “máquinas” para realizar un Diseño Integral de un sistema H-M?
Los seres vivos somos sistemas totalmente abiertos. Esto significa que las relaciones con el entorno, incluyendo a los seres que nos rodean, son muy intensas y fluídas. Nosotros, los animales, con los sentidos de la vista, el oído y el olfato podemos percibir lo que ocurre a distancia; con el tacto y con el gusto completamos nuestro conocimiento. Todos los datos que perciben nuestros sentidos son procesados por nuestro sistema nervioso mediante muy complejos procesos que nos permiten convertir los datos en información.
Pero no siempre se logra la conversión de los datos en información; esto sólo ocurre si estamos capacitados para ello, si tenemos los conocimientos y la experiencia, y si existen las condiciones ambientales adecuadas.
Si poseemos la información necesaria podemos, en principio, controlar determinado proceso. Pero para ello la información y el control tienen que estar bien relacionados. ¿Cómo recibimos los datos? ¿Cómo se convierten en información? ¿Cómo procesamos dicha información para tomar decisiones para alcanzar el control pretendido?
El diseño integral de un Sistema Hombre-Máquina exige que el especialista posea una gran variedad de conocimientos, sobre el Hombre, sobre el ambiente y sobre las “máquinas” que habrán de formar parte del sistema.