¿Qué obligaciones tiene el gobierno respecto al bienestar de los ciudadanos?

¿Qué obligaciones tiene el gobierno respecto al bienestar de los ciudadanos?

La fórmula política de la felicidad
26 Enero 2021

Sanna Marin, primera ministra de Finlandia, el país más feliz del mundo, según la ONU; Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda, octavo país -y primero no europeo- en este ranking, y Justin Trudeau, premier de Canadá, país número 11 -y primero americano- en esta lista

Qué hace felices a las personas es un interrogante que admite diversas respuestas, pero uno de los principales estudios sobre la felicidad, y seguramente el más prolongado –en marcha desde 1938–, es el desarrollado por la Universidad de Harvard, que ha seguido a más de 700 personas desde su adolescencia y revela que más que el dinero o la fama son las relaciones de confianza lo que hace felices a los seres humanos. Esos lazos, aseguran, son predictores mucho más eficaces que la clase social o los genes de una vida larga y feliz. Además, las buenas relaciones no necesitan ser siempre fluidas; aunque haya discusiones, lo importante, subrayan, es sentir que se puede contar con la otra persona.

Los vínculos personales brindan seguridad. Es una respuesta antropológica, en un entorno de confianza. Pero hay muchas variables que influyen en la felicidad y algunos gobiernos tienen las claves, y las aplican, para que los ciudadanos puedan ser felices, con el significado que eso tenga para cada uno.

Criterio de Naciones Unidas

Un Estado del bienestar robusto, bajos índices de corrupción e instituciones fuertes son claves en la felicidad de los escandinavos

Finlandia, Noruega, Dinamarca, Islandia y Suiza se disputan desde hace años los primeros puestos del ranking mundial anual de países más felices que elabora la ONU. Y los respectivos gobiernos, y en un sentido amplio la clase política, están detrás de algunas de las variables que les mantienen en lo alto de la lista, entre ellas un Estado de bienestar robusto, bajos índices de corrupción, y buen funcionamiento de la democracia y las instituciones públicas, además de las políticas medioambientales. En 2020, España ocupó el puesto 28 de 153 países, en línea con Francia e Italia.

Los vínculos, imprescindibles

La fuerza y calidez del entorno moderan los efectos de la desgracia sobre la felicidad

El informe de la ONU tiene en cuenta indicadores económicos y de salud, pero destaca cuatro factores del entorno social que explican la felicidad: tener con quien contar, sentir libertad para tomar decisiones clave, generosidad y confianza. La fuerza y calidez del entorno social moderan los efectos de la desgracia sobre la felicidad, señalan.

Pero los gobiernos, con sus políticas, tienen un papel decisivo en las sociedades. “Tenemos derecho a que los gobiernos se preocupen por nuestra felicidad y eso implica adoptar medidas para garantizar un Estado de bienestar básico y favorecer la inclusión y la diversidad, con medidas de discriminación positiva, porque las desigualdades naturales siempre pesan sobre los eslabones débiles”, constata Andrés Raya, profesor en Esade de Liderazgo y Gestión del Cambio.

Tenemos derecho a que los gobiernos se preocupen por nuestra felicidad"

Andrés RayaProfesor de Liderazgo y Gestión del Cambio de Esade

Raya destaca que las políticas socio-económicas son el punto de partida: “En los países nórdicos se impulsa el trabajo a jornada parcial, que no es sinónimo como aquí de un empleo precario, sino que se valora poder hacer otras cosas. Si hablamos de felicidad en el trabajo, aunque se tenga motivación puede haber insatisfacción, por las condiciones o el entorno laboral. Para la felicidad hay que cubrir un mínimo, no solo económico sino vital”.

En esta línea, apunta que las administraciones podrían favorecer políticas de índole cultural y educativa, como el autoconocimiento. “Somos poco conocedores de nosotros mismos, nadie nos explica lo importante que es, porque culturalmente no le damos valor. En los países anglosajones, el sistema educativo lo incorpora en el nivel que equivale a segundo de ESO y sobre los 13 años los niños empiezan a tener una visión de sí mismos y de cómo les ven los demás. La resiliencia, que tiene que ver con la felicidad, nace de conocer y aceptar tu realidad”, destaca Raya. Y la felicidad individual se ve favorecida en un entorno de personas felices, se retroalimentan, añade.

Somos de compararnos, pero los que se comparan menos y son más agradecidos son más felices"

Joseba AchoteguiPsiquiatra y profesor de Psicología Evolucionista de la UB 

Menos partidario de la intervención de los gobiernos en determinadas esferas privadas se muestra el psiquiatra y profesor de Psicología Evolucionista de la Universitat de Barcelona Joseba Achotegui. “El Gobierno se tiene que ocupar del Estado de bienestar, de las políticas socioeconómicas, de que tengamos una sanidad y una educación que funcionen, que haya seguridad. Pero en la felicidad no tiene que entrar. Las personas tenemos que decidir cómo vivir en función de nuestros valores y expectativas. Hay que respetar que cada uno haga su camino, sin intromisiones”, señala.

Achotegui advierte que la felicidad hoy se banaliza. En una sociedad de consumo puede parecer que todo se compra, pero las necesidades psicológicas son complejas, subraya. “En la vida hay estrés, duelo, cambios, conflictos y no hay pastillas ni una receta mágica para eso, hay que pasarlo. Tenemos que dar libertad a la gente para que viva la felicidad o infelicidad, y el concepto no es el mismo para todos”, añade.

Con todo, apunta que junto a factores de infelicidad conocidos como vivir en una situación de pobreza extrema o exclusión social, hay otros muy comunes, como la envidia y la falta de gratitud: “Somos de compararnos, por eso la publicidad nos vende la idea de privilegio, pero los que se comparan menos y son más agradecidos son más felices”.

¿Por qué queremos ser felices?, pregunta Daniel Gilbert, profesor de Psicología de Harvard y uno de los principales divulgadores sobre la felicidad. Al parecer, es la razón principal de todo lo que hacemos.

INFORME DE FELICIDAD MUNDIAL

Los nórdicos, los más felices, según la ONU

Por tercer año consecutivo, Finlandia revalidó en 2020 el primer puesto en el Informe de Felicidad Mundial, auspiciado por la ONU a través de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible. El estudio clasifica a 153 países según seis factores, cuatro de ellos relacionados con el entorno social (libertad para tomar decisiones clave, apoyo social, generosidad y confianza), así como el PIB per cápita y la corrupción. Detrás de Finlandia siguen Dinamarca, Suiza, Islandia, Noruega, Países Bajos, Suecia y Nueva Zelanda. España se sitúa en el número 28. Por primera vez, el informe incluye también un ranking de 186 ciudades que encabeza Helsinki (Finlandia), seguida de Aarhus (Dinamarca), Wellington (Nueva Zelanda), Zúrich (Suiza), Copenhague (Dinamarca), Bergen (Noruega), Oslo (Noruega) y Tel Aviv (Israel). Madrid se encuentra en el puesto 48 y Barcelona, en el 55. Según el informe, la felicidad en las ciudades es mayor que la media del país si tienen bajo desarrollo económico, mientras que en las ciudades de países de altos ingresos, la felicidad urbana a veces se desvanece.

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