La innovación es la mejor medicina para afrontar las crisis

La innovación es la mejor medicina para afrontar las crisis

El informe de Cotec revela que España alcanzó en 2018 los niveles de inversión en I+D previos al crac de 2008
15 Junio 2020

España recuperó en 2018 los niveles de inversión en I+D previos a la crisis económica de 2008. Una década después de la última recesión, España invirtió en investigación un total de 14.946 millones de euros en 2018. Son 883 millones de euros más que en 2017, lo que supone una tasa de crecimiento en la inversión en I+D del 6,3% interanual, por encima del 6,1% del curso anterior. Es el cuarto año consecutivo en el que la tasa de variación se incrementa.

Es lo que se desprende del Informe Cotec 2020, presentado en la sede de Telefónica y elaborado a partir de los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ha sido el sector privado, sin embargo, el que ha impulsado esta recuperación, pues ha pasado de una inversión de 6.806 millones de euros en 2014, hasta los 8.484 millones de 2018. En este año, el último con datos disponibles, la tasa de crecimiento de la inversión en I+D en el ámbito privado ha sido del 9,3%, superior al 8,4% del curso anterior.

En un contexto como el actual, la inversión en investigación es más importante que nunca. No solo en el campo más evidente, como es la lucha en primera línea para combatir el Covid-19, sino que también se verá reforzado el papel de la innovación en empresas e instituciones. En palabras de la presidenta de Cotec, Cristina Garmendia, durante la presentación del citado informe: “De ninguna recesión se puede salir sin una apuesta reforzada por el conocimiento”. Desgraciadamente, si se echa la vista atrás y se mira qué es lo que pasó en la última crisis, no se tiene la certeza de que se vaya a reforzar la investigación para salir del bache, continuó la directiva.

A pesar del impulso del sector privado a la investigación, el sector público aún no ha superado los niveles previos a la última crisis, ya que los índices de crecimiento se mantienen por debajo del PIB y, por tanto, suponen una pérdida de peso relativo. En 2018, el crecimiento de la inversión, unido a la desaceleración del PIB nominal –que bajó del 4,3% al 3,5%-, ha aumentado ligeramente el peso de la I+D hasta situarse en el 1,24% del PIB. No obstante, a pesar de la tímida evolución de los últimos años, España está muy lejos del nivel máximo de inversión respecto al PIB, que alcanzó el 1,4% en 2010. Las cifras también distan mucho del objetivo del 2% que el Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación fijó para 2020 y que actualmente son imposibles de alcanzar.

No obstante, el estudio hace hincapié en que el conocimiento y la innovación son las mejores armas ante los futuros retos globales, así como los ingredientes para alcanzar un equilibrio entre el bienestar social, la prosperidad económica y la sostenibilidad social. Así lo apuntaron también el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, quienes asistieron a la presentación del documento presencialmente y en remoto, respectivamente.

Ha sido la innovación que se ha impulsado durante estos años la que ha permitido continuar con la actividad en algunos sectores a pesar de la pandemia. En esta línea, Álvarez-Pallete expuso orgulloso que el trabajo y las inversiones de años anteriores hayan sido útiles para la sociedad en un momento de extrema urgencia para el que nadie estaba preparado. “Hemos hecho que las telecomunicaciones no fueran parte del problema, sino de la solución, y la inversión que hemos hecho en los últimos años ha funcionado. Hemos invertido en los últimos años 90.000 millones en transformar redes, cuatro veces lo que vale la compañía en Bolsa, en un momento en el que no teníamos esta urgencia porque no la veíamos venir”, apuntó el directivo, quien también anunció que esta crisis va a acelerar las formaciones ya previstas para los trabajadores de la compañía.

Por su parte, Gual, quien aprovechó la ocasión para elogiar las medidas tomadas por el Gobierno en materia de economía, centró su intervención en la importancia de asegurarse que las enseñanzas extraídas de estos momentos tan difíciles no caigan en saco roto. En concreto, el presidente de CaixaBank insistió en que los activos intangibles son uno de los principales motores de la economía del país. “Los retos son altamente inciertos, así que es la cultura empresarial la que nos marca la dirección”, comentó.

Una idea en la que también ahondó el rey Felipe durante la clausura del evento. El monarca recordó que la pandemia dejará intactas las instalaciones físicas, mientras que será vital una reconstrucción de los valores inmateriales de la sociedad, un reto donde los intangibles tienen mucho que decir. Además de alabar la labor del personal sanitario e investigador, lanzó un guiño al sector empresarial. “La ciencia es la más disruptiva, pero no es la única innovación. También la sabiduría explica el éxito de pymes y autónomos que cada día innovan cada día en el desarrollo de su profesión”, concluyó.

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