Así serán los trabajadores en 2040 si seguimos con las mismas rutinas en la oficina
Así serán los trabajadores en 2040 si seguimos con las mismas rutinas en la oficina
Los médicos no dejan de advertirlo: el sedentarismo puede tener un impacto muy negativo en nuestra salud. Y sin embargo muchas personas trabajan ocho horas diarias (o más) sentadas frente a la pantalla del ordenador. Se levantan poco de la silla, solo para ir al baño y para comer, y algunos ni eso. Esta rutina pasa factura en nuestro cuerpo, y un grupo de investigadores ha querido demostrar cómo podrían ser los trabajadores del futuro si seguimos así.
Emma es una muñeca a tamaño natural creada por la empresa Fellowes, que se dedica a fabricar material de oficina. Esta figura padece todo tipo de males, y su aspecto es algo aterrador: tiene joroba, sus ojos están hinchados y rojos, casi no tiene tobillos y muñecas por lo inflamadas que están sus extremidades y la nariz y las orejas tienen mucho más pelo de lo normal. Todo ello es consecuencia del estilo de vida laboral que seguimos. Según los investigadores que han desarrollado a Emma, así serán los trabajadores en 2040.
Para crear a Emma, los investigadores trabajaron con un futurista conductual y un panel de expertos en ergonomía, salud laboral y bienestar en el trabajo para elaborar un informe centrado en los efectos futuros sobre la salud que tienen nuestros hábitos en el trabajo. Es decir, según estos expertos, si seguimos sentados tantas horas delante de una pantalla, podemos terminar con una joroba enorme que nos impedirá estar totalmente erguidos.
Otro de los aspectos que señalan los creadores de Emma es que los trabajadores del futuro tendrán venas varicosas debido al flujo sanguíneo deficiente por estar sentados tantas horas. Los ojos también estarían secos por el efecto de las pantallas y las muñecas hinchadas por los movimientos repetitivos. Además, la nariz y las orejas tendrían más pelos debido a la mala calidad del aire.
Para William Highman, autor del informe en el que se basa la creación de Emma, la solución está en hacer una serie de “cambios radicales en nuestra vida laboral, como movernos más, abordar nuestra postura en los escritorios, tomar descansos regulares para caminar o mejorar la configuración de nuestra estación de trabajo”. Advierte que “los trabajadores del futuro podrían sufrir problemas de salud tan graves como los que pensamos que habíamos dejado atrás en la Revolución Industrial”.