Roles Positivos en equipos de alto rendimiento
Roles Positivos en equipos de alto rendimiento
Por tanto, quizá no sea tan interesante hablar de la competencia ‘trabajo en equipo’ sino de las habilidades asociadas a la pertenencia a uno de ellos.
Los equipos deben enfrentarse esencialmente a dos retos: el más evidente quizás es la realización de las tareas asignadas a fin de alcanzar los objetivos; por otra parte, existe la necesidad de pasar de grupo a equipo, como ya apuntaba en el anterior post, es decir desarrollar unidad y colaboración entre sus miembros.
En palabras de Edgar Schein, en coherencia con lo anterior, en un equipo hay dos tipos de roles o conductas que lo hacen más eficiente:
1) Roles que facilitan las tareas – ayudan al equipo a alcanzar los objetivos
2) Roles que desarrollan relaciones – ayudan a los miembros a sentirse cómodos
La neurociencia también explica que, generalmente, cada persona tiene tendencia a orientarse más hacia resultados o es más humanista. En este sentido, atribuye más importancia a un rol u otro y esto marcará la dinámica del equipo.
Veamos qué roles favorecen la realización eficaz de tareas y cuáles animan la construcción de relaciones y la colaboración.
ROLES FACILITADORES DE TAREAS
Dar dirección Aclarar objetivos y determinar alternativas de actuación.
Buscar información Saber obtener información y tener una visión amplia del conocimiento en el seno del grupo. Preguntar y analizar opiniones y creencias.
Dar información Proporcionar datos, identificar la información relevante, elaborar conclusiones.
Elaborar En base a ideas dadas, construir nuevas alternativas o proporcionar ejemplos.
Estimular Animar a los miembros del equipo a perseverar en el desempeño de sus tareas y de los plazos establecidos. Enfocarlos hacia los objetivos.
Verificar Determinar formas de medir el éxito y comprobar los avances del equipo, espoleando la contribución de cada uno respecto a los resultados.
Analizar procesos Verificar que los procesos y procedimientos del equipo de manera que se optimicen. Mantener el nivel de energía alto y animar la cooperación.
Probar la realidad Comprobar que las ideas generadas sean aplicables a la realidad, “bajar” las ideas a la realidad.
Hacer cumplir Recordar y reforzar las normas y los estándares establecidos, manteniendo los procesos acordados.
Sintetizar Resumir puntos tratados, asociar ideas y ayudar a los miembros a comprender las conclusiones a las que se llega.
En la práctica, es evidente que en una sola persona coincide más de un rol. Así, por ejemplo, un líder de equipo da dirección, pero también puede ser quien estimule el desempeño y la motivación, al tiempo que hace cumplirlos procedimientos y plazos establecidos.
Todos ellos son importantes para garantizar la eficiencia del equipo. Del mismo modo, y también contrastándolo con la realidad, a veces varias personas ejecutan el mismo rol, lo cual puede depender del tamaño del equipo, de su madurez y/o de condiciones como el nivel de exigencia en la calidad de los resultados o el cumplimiento estricto de plazos, por ejemplo.
En cualquier caso, como apuntaban Whetten y Cameron, es especialmente relevante que existan estas conductas cuando el equipo progresa lentamente, cuando pierde de vista las metas, cuando hay presión de tiempo, o bien cuando la tarea es compleja o ambigua y no se tiene claro como actuar.
El segundo vector esencial para el buen funcionamiento del equipo es la cohesión y la interdependencia de sus miembros, así como las relaciones positivas. Los siguientes roles o conductas ponen el énfasis en el ámbito interpersonal, se enfocan al disfrute del trabajo en equipo y el buen clima, garantizando su continuidad y eficacia.
ROLES DESARROLLADORES DE RELACIONES
Dar apoyo Elogiar las contribuciones de los miembros del equipo y valorizar las ideas.
Armonizar Mediar en casos de discrepancia y buscar los puntos de acuerdo entre los miembros.
Mitigar tensiones Reducir tensiones mediante el sentido del humor.
Confrontar Desafiar roles improductivos o negativos y encauzar conductas apropiadas.
Activar Motivar a los otros para que den lo mejor de sí mismos. Mostrar entusiasmo.
Desarrollar Ayudar a otros a aprender y crecer, orientar y asesorar.
Consensuar Favorecer la solidaridad, los acuerdos y las interacciones armónicas.
Empatizar Reflejar los sentimientos del grupo, tener empatía y comprensión de los demás.
Es innegable que la generación de buenas relaciones y un clima de trabajo favorable hace que los equipos sean más eficaces. Un elemento importante es el conocimiento y la comprensión entre los miembros, que de este modo pueden empatizar y buscar las grietas donde la interacción es más productiva. Como ya se ha dicho, varios roles pueden estar presentes en una persona, o varias personas verificar las diversas conductas.
Ahora bien, normalmente no se dan en la misma persona a la vez roles orientados a la tarea y en las relaciones, ambas tendencias suelen ser antagonistas. La clave es encontrar el equilibrio entre unas manifestaciones y otras, ya que si predominase una dimensión podría fracasar el equipo.
Hay que hacer un apunte en relación a la figura del líder y es que además de dar dirección y hacer cumplir las normas, también debe ser capaz de motivar, contagiar entusiasmo y cuidar a las personas y las relaciones dentro del equipo. Según Boyatzis, parece probado por la neurociencia que una de las cualidades del liderazgo es precisamente la capacidad de la persona de compaginar ambos tipos de roles.
La buena noticia es que todos podemos desarrollar habilidades de liderazgo. Solo necesitamos entrenar a nuestro cerebro.