La OCDE recomienda acordar entre empresas y trabajadores el buen uso de la Inteligencia Artificial
La OCDE recomienda acordar entre empresas y trabajadores el buen uso de la Inteligencia Artificial
Los gobiernos deben tomar medidas, incluso a través del diálogo social, para garantizar una transición justa para los trabajadores a medida que se despliega la Inteligencia Artificial. Tanto a través de programas de capacitación a lo largo de la vida laboral, como de apoyo para los afectados por el desplazamiento y acceso a nuevas oportunidades en el mercado laboral, asegura la OCDE en sus recomendaciones sobre el buen uso de la Inteligencia Artificial, cuyo texto completo adjuntamos.
En un reciente informe deja claro que los gobiernos también deben trabajar estrechamente con las partes interesadas para promover el uso responsable de la Inteligencia Artificial en el trabajo, para mejorar la seguridad de los trabajadores y la calidad de los empleos, para fomentar el espíritu empresarial y la productividad, y para asegurar que los beneficios de la Inteligencia Artificial se compartan de manera amplia y justa.
Ante las recomendaciones de la OCDE no ha tardado en pronunciarse UNI Global Union, la mayor confederación de sindicatos del mundo que reclama que los sindicatos estén representados en el futuro Observatorio de la Inteligencia Artificial. La Inteligencia Artificial es una preocupación sindical importante. A los trabajadores les inquieta la transparencia algorítmica en la fijación de precios que afectan a los salarios en las plataformas online; así como la responsabilidad del comportamiento de la máquina cuando afecta a su salud física y mental.
Mejorar las condiciones de trabajo
Para lograr que la Inteligencia Artificial mejore las condiciones de trabajo, es un requisito clave permitir que los trabajadores y sus representantes participen y negocien los objetivos del uso de la tecnología desde el principio. Los 10 principios más importantes para la inteligencia ética artificial de UNI Global Union (cuyo texto completo adjuntamos) proporcionan demandas concretas con respecto a su transparencia y aplicación en el lugar de trabajo. “La aplicación de la Inteligencia Artificial no debe ser autorregulada y dejarse en manos de las grandes empresas de tecnología”, según Christy Hoffman, secretaria general de UNI Global.
Los sindicatos, los comités de empresa, las organizaciones de seguridad y salud y los organismos de formación deben participar en futuros debates y decisiones sobre políticas, también mediante el fortalecimiento de los derechos de negociación y la codecisión. Los interlocutores sociales y los gobiernos deben asegurarse de que las ganancias de productividad de la Inteligencia Artificial se midan y compartan de manera adecuada, y no están restringidas en un mercado por ahora concentrado.
Fuente. La Celosía