Cómo generar gratitud, orgullo y pasión en tu equipo

A la hora de definir los rasgos que toda empresa quiere inculcar en sus trabajadores, muchos expertos en recursos humanos hablarán de liderazgo, capacidad de sacrificio y trabajo duro o perseverancia ante los desafíos.

Sin embargo, existe una serie de valores que suelen nombrarse poco, pero que generan un fuerte impacto en las empresas, además de en todos los rasgos anteriormente citados. Se trata de los valores del respeto, la generosidad y gratitud y el orgullo o pasión por una profesión, trabajo u objetivo.

Los resultados del Proyecto Oxygen, llevado a cabo por Google con el fin de identificar las cualidades que un líder debe tener a fin de garantizar el éxito de un equipo, revelaron cómo la imparcialidad en la dirección, el cumplimiento de los tiempos en las reuniones individuales con el personal, la implicación del líder en la resolución de problemas y toma de decisiones, así como el interés por la vida personal de los trabajadores, eran aspectos que incidían directamente en la efectividad del trabajo.

En ésta línea, un artículo publicado en HBR por David DeSteno, profesor de psicología en Northeastern University, indica que la innovación generalmente requiere de un esfuerzo de equipo, que la experiencia debe combinarse para resolver problemas y que la cooperación requiere de una voluntad para repartir las responsabilidades, compartir el éxito y apoyarse mutuamente.

Asimismo, señala que, para obtener estas sinergias, hay que cultivar tres emociones: la gratitud, la compasión y el orgullo. “Estas tres emociones no solo aumentan la paciencia y la perseverancia, sino que también crean vínculos sociales”, afirma. “Las investigaciones han demostrado que cuando las personas se sienten agradecidas, están dispuestas a dedicar más esfuerzos a ayudar a los demás, a ser leales incluso a costa de ellos mismos, y a repartir equitativamente las ganancias”, explica.

“Cuando las personas sienten compasión –prosigue- están dispuestas a dedicar tiempo, esfuerzo y dinero en ayudar a los demás. Y cuando se sientan orgullosos, un orgullo auténtico basado en sus habilidades en lugar de arrogancia, trabajarán más para ayudar a sus colegas a resolver problemas”.

Por ello el experto recomienda invertir en acciones de gratitud dirigidas hacia los empleados, dado que las emociones que se generan “hacen que las personas se comporten de maneras más comunales y de apoyo y permite construir conexiones sociales”. Algunas de ellas se refieren no sólo a gratificar unos resultados, sino también el esfuerzo o el tiempo invertido.

También valorar las fortalezas de un empleado y recompensarle, obteniendo un mejor puesto en la organización, asignándole un proyecto de relevancia para la empresa o demostrándole compasión cuando se ha cometido un error, son fórmulas que trabajan a favor de la generación de este tipo de sentimientos en la fuerza de trabajo.