Un estudio desvela que los no fumadores que usan cigarrillos electrónicos caen muy fácilmente en el hábito del tabaco

Un estudio desvela que los no fumadores que usan cigarrillos electrónicos caen muy fácilmente en el hábito del tabaco

Por el momento esta nueva evidencia no será advertida sanitariamente en los envases e instrucciones de estos cigarrillos comprados para vapear
25 Febrero 2018

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) acaba de publicar su informe sobre el Anteproyecto con el que el Gobierno de Mariano Rajoy modifica la ley antitabaco y amplia la regulación del cigarrillo electrónico,  cuya utilización se ha extendido en los últimos años, con cerca de medio millón de personas vapeando cotidianamente.

El anteproyecto incluye una serie de restricciones en cuanto a la publicidad, promoción y venta de estos artilugios de creciente utilización  y la CNMC discrepa, por ejemplo, en la prohibición de la venta a distancia (online fundamentalmente) de estos cigarrillos, y recomienda utilizar alternativas menos distorsionadoras, mejorando por ejemplo los mecanismos que garanticen la verificación de la edad del comprado y reforzando las sanciones por incumplimiento. También se queja el regulador de la competencia que se conceda a estancos y establecimientos especializados, requiriendo al Gobierno, con buen criterio a que fundamente la racionalidad de esta medida.

Sin embargo, hay nueva evidencia médica en contra del cigarrillo electrónico cuando es utilizado por no fumadores, y que por el momento no será advertida sanitariamente en los envases e instrucciones de estos cigarrillos comprados para vapear. Esta evidencia no es otra que la del notable incremento a la adopción del mal hábito para la salud de fumar que se produce entre los usuarios jóvenes no fumadores de tabaco que, por el contrario, vapean.

Los muchos intereses económicos que rodean a estos productos y otros, como los cigarrillos sin combustión, que no queman el tabaco sino que lo calientan y en vez de fumarse se inhala, ya integrados en sus activos por las tabacaleras, han producido muchos estudios favoreciendo su uso, por ser menos dañinos para la salud y en algunos casos alegando que son un instrumento que puede ayudar a dejar de fumar.

Ahora ha sido un estudio, “Initiation of traditional cigarette smoking after electronic cigarette use among tobacco-naïve US Young adults”e,  realizado por investigadores de la Universidad de Pittsburgh y publicado en The American Journal of Medicine, el que ha demostrado la gran incidencia para caer en el hábito fumador que tiene el vapeo en los consumidores  jóvenes (muestra de entre 18 y 30 años), cuando estos no son fumadores de tabaco.

Con una muestra de 1.506 participantes que nunca habían fumado anteriormente, al principio del estudio ,  y un seguimiento de 915 un año y medio después, comprobaron que el 47,7% de los usuarios de c igarrillos electrónicos comenzaron a fumar tabaco tradicional, mientras que de los no usuarios de estos artilugios solamente cayeron en el hábito de fumar el 10,2%.

En definitiva, el hecho de que haya cuatro veces más de probabilidades de caer en el mal habíto de fumar en los jóvenes que vapean con cigarrillos electrónicos que en quienes no lo hacen, lleva a los investigadores a la conclusión de que las autoridades deben tomar medidas política y educativas dirigidas a frenar la utilización por entretenimiento del cigarrillo electrónico entre los no fumadores.

Fuente: La Celosía

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