Las empresas ganan seis euros por cada uno invertido en la salud de sus empleados

Las empresas ganan seis euros por cada uno invertido en la salud de sus empleados

18 Julio 2013

El estrés laboral afecta en España a más del 40% de los trabajadores asalariados y a cerca del 50% de los empresarios, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, esta enfermedad provocó el 7% de las bajas laborales en 2008, altas tasas de rotación y el 50% del absentismo no justificado en la empresa, algo que, a su vez, hace mella en la productividad empresarial. Estas cifras se acentúan en la víspera de las vacaciones, terreno en el que nos movemos en estas fechas la mayoría de nosotros; de hecho, la cifra de españoles que lo sufren ahora se dispara al 65%, por la acumulación de trabajo los días previos, entre otros factores.

Varios factores de riesgo pueden influir en el ambiente de trabajo, según recoge un modelo de Empresa Saludable pionero en el mundo publicado por AENOR. Dicho modelo, basado en los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), establece ciertos requisitos para implantar un sistema de gestión de empresas saludable. Está dirigido a cualquier organización, independientemente de su tamaño o sector, y pretende mejorar la salud y bienestar de los empleados, reducir la siniestralidad laboral y las enfermedades, especialmente las crónicas, y aumentar la motivación de los empleados, disminuyendo el absentismo.

Beneficios económicos

Además, incrementa la productividad, competitividad y sostenibilidad de las empresas y disminuye los costes sanitarios y de Seguridad Social. De hecho, diversos estudios han concluido que las iniciativas saludables en los entornos laborales tienen beneficios económicos. Por ejemplo, un informe World Economic Forum ("The Workplace Wellnes Alliance") pone de manifiesto que el promedio del retorno de la inversión (ROI) es de 2,54 euros por cada euro gastado en programas de bienestar en las empresas; además, concluye que el promedio del coste que las empresas pueden recuperar invirtiendo en programas de salud y bienestar es de 545 euros por año.

Por su parte, la red europea de promoción de la salud en el trabajo (ENWHP) ha concluido que cada euro invertido en programas de promoción de la salud en el trabajo genera un retorno de la inversión de entre 2,5 y 4,8 euros en absentismo y de entre 2,3 y 5,9 euros en costes de enfermedad.

Además, reduce el presentismo, es decir, el hecho de acudir al trabajo enfermo y de no rendir como cuando se está sano, que puede llegar a ser del 33% o más. Del mismo modo, disminuye los costes de la seguridad social, al reducir los costes sanitarios hasta un 26,1%, las incapacidades temporales o permanentes, las pensiones, etcétera.

La lucha contra el estrés

Según el modelo, cada organización debe identificar sus factores de riesgo y controlarlos. Por ejemplo, si el trabajador desarrolla su actividad en una oficina, podría tener enfermedades de tipo cardiovascular motivadas por una mala alimentación. Como solución, la empresa debería facilitarle, a través de los profesionales del servicio médico, una dieta saludable y consejos sobre alimentación sana. De igual manera, cuando hay trabajadores que realizan trabajos sedentarios, la empresa debería proporcionarles programas deportivos para evitar la obesidad. Una alimentación favorable mejora el rendimiento.

Otro ejemplo: si una empresa identifica el consumo de sustancias nocivas en sus empleados, debería establecer, junto a los representantes de los trabajadores, estrategias o planes específicos de abandono de los malos hábitos como información y herramientas para dejar de fumar, poniendo a su disposición especialistas.

Si la organización evidencia situaciones de estrés en sus empleados, debe adoptar medidas de flexibilidad en el ritmo de trabajo, adecuando la carga laboral, definiendo claramente funciones y responsabilidades y permitir descansos, entre otras medidas.

Este modelo es certificable por tercera parte. Para obtener la certificación, las empresas deben cumplir con los requisitos e identificar los factores de riesgo que se agrupan en cuatro grandes campos: ambiente físico, ambiente psicosocial, recursos de salud y participación de la empresa en la comunidad. Algunos ejemplos típicos son desde promover una alimentación sana hasta fomentar el deporte en el trabajo o hábitos de vida saludable, incluso fuera del horario laboral.

Este modelo, publicado en español e inglés, ha sido realizado por AENOR con la colaboración del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social (centro colaborador de la OMS en España) y la Sociedad de Prevención FREMAP, para dar respuesta a la demanda de un número de grandes empresas que están trabajando en este tema. Accenture, Asepeyo, FCC y Mahou se han convertido en las primeras organizaciones que obtienen el certificado de Empresa Saludable de AENOR. 

Fuente de Datos: elconfidencial.com

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