Dos directivos, declarados culpables del suicidio de un empleado
Dos directivos, declarados culpables del suicidio de un empleado
En Suecia dos directivos de un centro de servicios sociales fueron declarados culpables de causar la depresión y el suicidio de un empleado. Nunca antes se había declarado culpable a un empresario de causar una enfermedad psicológica.
El hombre trabajaba como asistente social en un pequeño municipio en el norte de Suecia, y se ocupó de casos relacionados con el cuidado de los consumidores de drogas. Llevaba haciendo el trabajo tres años y estaba muy contento con él, cuando en la primavera de 2009 cambió su supervisor con un nuevo estilo de liderazgo. Las cosas pronto se deterioraron entre ellos. La nueva supervisora criticó una y otra vez su forma de hacer el trabajo, lo que él percibió como acoso. Hacia el final de ese año, el hombre pidió a su jefe de unidad que le cambiaran de puesto. Desde el principio de 2010 hasta su suicidio en junio de ese año, continuó reclamando a su jefe de unidad y a la jefatura de los servicios sociales municipales un cambio de puesto, y se ofreció a realizar cualquier trabajo. Incluso sus colegas y su esposa se dirigieron a ambos directivos en varias ocasiones y les rogaron que hicieran algo para resolver el conflicto, porque el hombre estaba cada vez más deprimido.
Ellos respondieron enviándolo a ver a un psicólogo y un médico, y llevaron a cabo lo que estaba destinado a ser una investigación sobre el supuesto acoso. La investigación consistió en preguntar a la supervisora su opinión sobre el problema, y dar por buena su descripción de lo mal que el hombre estaba haciendo su trabajo. Así que en lugar de hacer algo acerca de su situación laboral, los directivos le dijeron que iba a ser despedidos. El mismo día en que él y su representante sindical se debían reunirse con el empresario para hablar de su situación, él se quitó la vida. La Agencia de Pensiones Sueca tarde llegó a la conclusión de que su muerte debía considerarse un accidente de trabajo.
Las personas declaradas culpables de la enfermedad y la muerte fueron el jefe de la unidad y el jefe de los servicios sociales, debido a que se les consideró responsables, en su calidad de directivos, de planificar, dirigir y controlar las actividades con el fin de crear un buen ambiente de trabajo y prevenir la mala salud, según dispone la ley sueca de Medio Ambiente de Trabajo. Y en este aspecto incumplieron la ley, según el Tribunal de Distrito de Östersund. El supervisor no fue considerado culpable.
Según el tribunal no hay duda de las dos personas estaban al tanto de los problemas de cooperación existentes y del hecho de que el hombre se sentía muy mal por esto. Por lo tanto estaban obligados a intervenir. El hecho de que facilitadsen el contacto entre el hombre y los servicios de salud laboral no era suficiente, pues seguían siendo responsables de la situación en el lugar de trabajo y de lo que había que hacer allí. Por lo tanto, deberían haber llevado a cabo una investigación adecuada y considerado si era posible cambiar las condiciones de trabajo dentro de la unidad, pero ni siquiera investigaron si era posible cambiarle a otro puesto de trabajo.
El tribunal también concluyó que los directivos le dijo al hombre que iba a ser despedido sin realmente verificar si había razones legales para ello - el tribunal considera que no lashabía - y pese a que sabían que existía riesgo de suicidio. Por tanto, violaron la de la ley de Medio Ambiente de Trabajo, causando la muerte de otra persona, y se les condenó a cárcel (con suspensión de la pena) y multas severas. Posteriormente los directivos apelaron la sentencia.
La ley de ley sueca de Medio Ambiente de Trabajo deja muy claro que los empleadores deben adoptar "todas las medidas necesarias" para evitar las enfermedades psicológicas, igual que los accidentes y las enfermedades físicas. Pero la Autoridad Laboral de Suecia, que establece lo que significa la ley en términos más concretos en las diferentes áreas y para diferentes tipos de riesgos, hasta ahora no ha establecido ninguna disposición vinculante que defina cómo prevenir las enfermedades psicológicas. La Autoridad sólo se ha emitido llamados recomendaciones generales en este ámbito. Ello significa que ha sido difícil de aplicar sanciones con el fin de perseguir a los empleadores que no asumen la responsabilidad de la salud psicológica de sus trabajadores. Tal vez la sentencia de la Corte de Distrito Östersund será el detonante que ponga en marcha la actividad preventiva. Independientemente de si la apelación tiene éxito o no, esta sentencia se considera una verdadera llamada de atención para los empresarios suecos.
Fuente: Nordic labour Journal