Aprobado el cambio legal para que los automóviles se conduzcan automáticamente
Aprobado el cambio legal para que los automóviles se conduzcan automáticamente
Los fabricantes de automóviles ya cuentan con avanzada tecnología de conducción autonóma pero necesitaban que se diera un paso legal decisivo, en concreto las autorizaciones del organismo que tiene encomendada esta función a nivel internacional, la United Nations Economic Commission for Europe, más conocida como UNECE. Esta institución aprobó el pasado miércoles una modificación de las normas internacionales de tráfico en carretera, estipuladas en 1968 en la Convención de Viena.
Estas normas obligaban al conductor a tener en todo momento el control del vehículo, pero las enmiendas introducidas autorizan en los vehículos que cuenten con sistemas de conducción automática a conectarla siempre que puedan ser desactivadas por el conductor y que estos nuevos sistemas funcionen siempre bajo el control permanente del conductor.
Aunque esta autorización era absolutamente necesaria para que los fabricantes puedan vender los coches con tecnologías de conducción autónoma, quedan algunas otras por recibir la luz verde, la más importante, que no se espera hasta el próximo año cuando sea adoptada por el foro mundial que armoniza las regulaciones (WP29), es la modificación de la actual norma según la cual cualquier tipo de conducción autónoma se limita a un máximo de 10 kilómetros por hora. Esta norma estaba pensada entre otros para los sistemas automáticos de aparcamiento, y no para una conducción en carretera, que es el objetivo de las nuevas tecnologías.
El trabajo de evaluación de los expertos sobre la seguridad que ofrecen estas tecnologías se entregará a la UNECE en septiembre de este año. Además del autoaparcamiento ya presente en vehículos en venta, habrá funciones de piloto automático con capacidad de conducir el coche autónomamente a velocidad de autopista, y frenado automático preventivos de accidente o atropello (también vigente en algunos vehículos), entre otros. La otra barrera a solventar es la de la responsabilidad en caso de accidente, cuando es imputable al conductor, el fabricante o el suministrador de la tecnología, que puede complicarse en la negociación con las aseguradoras.
Está claro que estas tecnologías saldrán adelante a pesar del peligro que pueda haber por el sabotaje en el software u otras incidencias. Estos sistemas deben rebajar al mínimo la siniestralidad, ahorrando de esta forma muchísimo dinero a los sistemas de Salud, y mejorarán ostensiblemente el ahorro energético y los niveles de contaminación, por ejemplo. Aunque la Unión Europea tiene capacidad legislativa al respecto, regulando los requerimientos que deben alcanzar estos coches, es la UNECE la encargada de establecer todas las provisiones técnicas.
Fuente: La Celosía