Se celebra esta semana el Congreso Internacional #ORP2020VIRTUAL: La paradoja de la prevención predictiva en los tiempos del coronavirus

Se celebra esta semana el Congreso Internacional #ORP2020VIRTUAL: La paradoja de la prevención predictiva en los tiempos del coronavirus

Martes, 8 Septiembre 2020

Los días 16 al 18 de septiembre Congreso Internacional ORP2020VIRTUAL  

Que se desarrollará paralelamente en 6 salas, con la participación de 185 ponentes internacionales de 45 países y 16 mesas debate, 3 descansos interactivos y muchas sorpresas.

Este año, además, ORP celebra su 20 Aniversario y, como en cada uno de los congresos celebrados, expertos en las diversas materias estrechamente relacionadas con el entorno de la empresa y el trabajo, aportaran su saber hacer y experiencia en cada una de sus áreas de conocimiento buscando afianzar una idea fuerza sobre la que construir la nueva Empresa.

Este momento histórico plantea a la humanidad retos a resolver en un plazo muy corto que ha habido que asumir sí o sí. Para tratar de superarlos nos hemos visto obligados a buscar soluciones disruptivas, innovadoras, creativas… y asumidas con una velocidad inusual,

Estamos seguros de que todas estas medidas y las que sin duda vendrán, impactarán de una manera u otra en la Seguridad y Salud Laboral y facilitarán la configuración de empresas con implantaciones y soluciones inimaginables en 2019.

Las soluciones disruptivas que estamos enfrentando como habitantes del planeta, se nos presentan como vectores ideológicos innovadores, y se manifiestan en la aparición de pequeños y múltiples cambios, los cuales impactan y generan escenarios pensados, en origen y en el mejor de los casos, para un futuro lejano y que han acabado consolidándose en el presente.

Estos nuevos escenarios de trabajo, muchas veces, ni tan siquiera eran deseados conscientemente: el uso del hogar como lugar de trabajo permanente, la oficina empresarial como espacio de socialización, los horarios de trabajo ajustados a las necesidades de los trabajadores y no prescritos por la empresa, los objetivos empresariales colectivizados y armonizados con necesidades sociales o gubernamentales… Todas estas ideas que se habían postergado, por considerarlos poco realistas o incluso utópicas, han cristalizado de repente y se han aplicado con celeridad, eso sí, con múltiples adaptaciones territoriales, en un tiempo récord.

Por todo ello, los nuevos objetivos empresariales se han amoldado inmediatamente a estas peticiones sociales de urgencia. En medio año de tiempos de coronavirus, se están ofreciendo y caracterizando desde la empresa soluciones imaginativas, factibles y viables a los retos de esta situación tan inesperada.
En estos tiempos de incertidumbre y preocupación que nos invaden, la velocidad del cambio se ha acelerado y pensamos que necesitamos afianzar una idea fuerza sobre la que construir la nueva Empresa y esto pasa, por ponerle el apellido con mayúsculas de Saludable quedando, para simplificar, con el acrónimo ES.

Para construir esta nueva realidad empresarial y que el modelo sea comprensible creemos que este constructo se perpetuará y dará sentido a las organizaciones a partir de ahora. Debemos poner todo nuestro esfuerzo en conseguir unos objetivos operativos medibles de la ES, y debemos ser muy agresivos en las medidas que establezcamos para alcanzarlos, ya que en su consecución estriba todo el éxito de la operación. Debemos mostrar resultados medibles y contrastables de nuestra intervención en el corto plazo, si queremos que la ES sea una realidad palpable y no otra posibilidad teórica.

Pensamos que la pandemia que estamos sufriendo puede servir como catalizador de la Empresa Saludable y por extensión de la nueva definición de trabajo. Visto este con una mirada más aguda que ponga en valor los recursos intelectuales y creativos de las personas y relegue los esfuerzos físicos de las mismas a una categoría mecánica, a transferir y realizar por las máquinas inteligentes que crearemos las personas.

Orquestar las necesidades y los desafíos sociales y llegar a unas relaciones de complicidad con la empresa y el mundo del trabajo, es sin lugar a duda, el gran reto de la humanidad. Esta pandemia nos lo ha escrito en el frontispicio de todos los países, al fijar un objetivo común e irrenunciable para el planeta, el cual necesita de la concurrencia del conocimiento y saber hacer de todos los ciudadanos y de sus gobernantes, para sobreponernos a este reto de vulnerabilidad humana que nadie había previsto… al menos, en su intensidad y duración.

El Covit-19 nos ha enseñado, como primera gran lección trasladable a la empresa, la necesidad que tenemos, de diseñar sistemas con métricas claras y en tiempo real, ya que estas ayudan en las decisiones y producen cambios significativos, no olvidemos nunca más esta lección para nuestras empresas, el dato marca el norte y da sentido a nuestra hoja de ruta empresarial.

Por lo tanto, deberemos preguntarnos continuamente en nuestro planteamiento de ES, en este tiempo tan extraño que nos ha tocado vivir, qué sociedad queremos y deseamos, ya que ahí esta enquistado el tipo de empresa que obtendremos. Para ello debemos valorar en la ES, por ejemplo, que impacto tendrán los cambios demográficos, tecnológicos y económicos, en el desarrollo de las medias que queremos implementar en nuestra planificación estratégica.

El coronavirus nos muestra la potencia del dato, y la enseñanza que hemos sacado es que debemos tener al dato como norte de nuestras decisiones, para que estos analizados prolijamente nos permitan tomar decisiones confiables (confinamiento si o no, cuanto tiempo, todos, sectorizarlo, impacto del clima…) y de esta forma ajustarlos a nuestros objetivos, esta enseñanza del uso extensivo del dato debe afianzarse en nuestra organización como un valor de inicio en todos nuestros planteamientos y desafíos.

Los datos nos ayudaran en la toma de decisiones, en nuestra capacidad de acción y en la explicación plausible de los resultados; pero la innovación, la motivación, la voluntad y la perseverancia son los atributos humanos, necesarios para la consolidación de los resultados empresariales.

El paradigma de la Empresa Saludable es que adecúa sus requerimientos a las necesidades de la sociedad en, por ejemplo, la planificación de la movilidad y el uso racional de horarios, conjugando por un lado la fluidez de los datos de movilidad y por otro las necesidades horarias de los trabajadores. Todo esto ayudaría a ir cerrando el círculo virtuoso entre los deseos de los trabajadores de conciliar su vida profesional y laboral, con las demandas de los horarios de la sociedad y con los objetivos temporales que debe cubrir la empresa.

Por lo tanto, para abordar el tema de la empresa que viene, debemos centrarnos –situarnos mentalmente- en el futuro, imaginarlo y recrear el presente desde allí.

Una mirada inteligente desde el futuro al presente del trabajo en clave de Empresa Saludable nos mostrará qué esperamos de las organizaciones en un lapsus, por ejemplo, de cinco años, y se nos antoja que esta es la mejor manera de reducir riesgos, incertidumbres y mejorar la salud y calidad de vida de todas las personas del planeta.

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