El hambre aguza el ingenio. El diseño de proyectos como motor de innovación

El hambre aguza el ingenio. El diseño de proyectos como motor de innovación

Miércoles, 24 Diciembre 2008

La innovación no sólo está en los productos, también en los procesos. La estabilidad es caldo de cultivo de inercia en los procesos, no surge la necesidad de pensar nuevas formas de hacer o incluso de mejorarlas sencillamente porque funcionan, o porque los resultados obtenidos cumplen las expectativas. No hay ahí innovación porque no hay necesidad de ella. Ahora bien, cuando las condiciones del entorno del sistema productivo sobrepasan ciertos límites en los que no hay capacidad de maniobra, el sistema entra en crisis y se impone la innovación de los procesos, especialmente el de análisis de problemas. El hambre aguza el ingenio. Hay que analizar cuáles son las nuevas condiciones del entorno y en qué medida se pueden adaptar los procesos o hay que crear otros nuevos. Esta actividad es altamente compleja a la vez que creativa y es el campo de actuación, por definición de la ingeniería del diseño de proyectos.

La respuesta innovadora al conflicto es el proyecto. Es pasar de un sistema actual a un sistema deseado. El motor de cambio es el conflicto presente en el sistema real, la identificación de tales conflictos es pues el primer paso a dar.

La teoría de la ingeniería de proyectos parte de la definición y conocimiento del sistema real, de la identificación del conflicto a resolver y de los usuarios afectados por el conflicto y por su resolución. Sólo a partir de ahí podrá formularse cuál es el sistema deseado, sólo a partir de aquí se podrá iniciar el estudio de las soluciones técnicas. Antes, sin embargo es necesario identificar la ocasión y oportunidad que ofrece el entorno en el que está inmerso el sistema para acometer el proyecto.

En estos momentos las condiciones del entorno son convulsas, hoy más que nunca es necesario aplicar las herramientas de diseño de proyectos, que permite identificar todos los factores a considerar para dibujar el sistema real en el que se va a operar y donde el análisis de usuarios es un aspecto fundamental, máximo cuando las necesidades y condiciones de los mismos han variado por el impacto de la crisis. El análisis de usuarios identifica a todos los usuarios del sistema que van a tener relación con el proyecto. Es quizá uno de los aspectos más inestables, por su naturaleza humana cambiante, y uno de los condicionantes del éxito de los proyectos.

A menudo se identifica el término usuario tan sólo con el cliente que consumirá el producto o servicio, sin embargo, desde el punto de vista del sistema proyecto, son usuarios todas las personas que van a intervenir en el proyecto tanto desde el punto de vista nuclear como en sus alrededores. Qué quiere decir esto?, pues que el ayuntamiento que nos va a dar el permiso para acometer cierta parte del proyecto es un usuario de nuestro sistema proyecto. Del mismo modo lo es la entidad o entidades que van a financiar el proyecto, o el despacho de abogados que van a dar, mediante la redacción de los contratos pertinentes, garantía legal a nuestro proyecto. Y aquel grupo activista civil defensor de tal causa que entra en conflicto con nuestra actividad, también va a interferir y van a tener que ser considerados en el proyecto. De igual modo que la empresa de transporte que nos proveerá de tal recurso. Por supuesto que también lo es aquella otra empresa, competencia directa que acaba de sacar un nuevo y exitoso embalaje del producto. Todos son piezas que van a tener una función en el proyecto y todos van a tener una percepción del proyecto de acuerdo a sus intereses y expectativas. La adecuación a estas nuevas necesidades y posibilidades de los usuarios es la única opción para realizar proyectos competitivos y para hacer aflorar nuevas oportunidades

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Se puede pensar que para cada uno de estos usuarios ya existe una disciplina profesional: el marketing, el análisis financiero, la logística, las empresas de selección de personal, los gabinetes de abogados, etc. Y es cierto, pero éstas son necesarias cuando ya sabemos qué queremos hacer, y de momento estamos en una fase de análisis del problema. Por otro lado, recordemos que estamos en condiciones de inestabilidad del sistema, en las que, precisamente, las recetas ya no funcionan porque no se dan las condiciones para ello. Este punto de vista sistémico sitúa a la empresa que va a realizar el proyecto en el justo lugar que ocupa en relación al mismo, información inestimable sobre todo desde el punto de vista de análisis de riesgos, para la adopción de decisiones estratégicas. Aquí, más que nunca, conocimiento es libertad y ventaja competitiva.

Hoy más que nunca, los directivos tienen que contar con el diseño de proyectos para afrontar la situación de cambio y de construcción del nuevo entorno. Para ello es necesario contar con profesionales capacitados en el diseño de proyectos. Esta disciplina, per sé, aporta metodología, procedimientos y la actitud necesaria para identificar aquellos conflictos que tienen solución técnica. La tecnología hoy en día rara vez se erige como factor limitante para la solución de un conflicto, no así la identificación del mismo. La ingeniería de diseño de proyectos se erige como herramienta de respuesta a estos nuevos retos de análisis de problemas.

El enfoque de la ingeniería de proyectos, tanto de gestión, pero más si cabe de diseño

es, en estos momentos, imprescindible para afrontar la situación actual y encauzar de forma eficaz este entorno convulso hacia la senda de la estabilidad. Cada vez más, en la alta dirección, oiremos hablar de empresas que se han pasado a la gestión por proyectos.

FELIZ NAVIDAD

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