Gerencia empresarial desde una perspectiva ergonómica

Gerencia empresarial desde una perspectiva ergonómica

Viernes, 27 Marzo 2009

El desarrollo productivo venezolano deja apreciar los factores disergonómicos, reflejados en consultas médicas de trabajadores, por dolencias asociadas con su labor. Así se presenta la Gerencia Empresarial desde una Perspectiva Ergonómica como teoría incipiente, que propone una actividad gerencial integral, más humanista frente a la ergonomía, seguridad y confort de los empleados, considerando el impacto del proceso productivo en los sectores de la sociedad. El ensayo se fundamenta en teorías como: Ergonomía, Responsabilidad Social, Calidad Total, Relaciones Humanas, Teoría General de Sistemas y Organizaciones Inteligentes. Esta Teoría ofrece su proceso, facilitando una labor gerencial-integral-humanista, de mayor compromiso laboral y social.

En la década de 1930, la explotación petrolera empieza a hacerse sentir en la economía venezolana, generando una nueva balanza comercial y dando paso a cambios sustanciales en la situación político-social-económica del país. Se sustituye el modelo agro-exportador por el modelo industrial petrolero, surge el proletariado urbano-obrero, se establece la generación de 1928 en la conducción de la lucha política camino a la democracia. Los nuevos y enormes volúmenes de ingresos fueron empleados en la importación de bienes de consumo y se pasa de ser un país exportador de productos agrícolas, a un país exclusivamente exportador de petróleo sin modificar las condiciones de dependencia. Es así como, con la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), ocurren restricciones obvias a la importación en el ámbito mundial, generándose una necesidad imperante de fábricas que comenzaran a suplir todos los requerimientos de la población por lo que empezaron a instalarse una serie de empresas e industrias, entre las cuales se encuentran las farmacéuticas, las de caucho y las metalmecánicas.

De esta forma, fueron proliferando las áreas industriales en zonas bien definidas dentro del territorio venezolano, como consecuencia de su privilegiada ubicación geográfica accesible para la comercialización interna y externa del país. Una de estas zonas está constituida en la ciudad de Maracaibo, estado Zulia, a la cual la industria petrolera le ha concedido un status significativo económico-comercial, tanto nacional como internacionalmente.

Al respecto se señala que, en la Ciudad de Maracaibo existen zonas industriales definidas y consolidadas desde las dos últimas décadas del siglo XX; sin embargo, el estado actual en gran parte de los edificios, así como el de sus zonas conformadas, han visto disminuir su calidad físico-espacial y ambiental a lo largo del tiempo por diversos factores, entre los cuales se destaca la continua vulnerabilidad de la economía existente, la falta de continuidad de los programas de mejoramiento urbano debido a cambios de gobierno, entre otros aspectos. También se encuentran factores de tipo técnico, implícitos dentro del área de cada instalación, como lo son los desactualizados programas de mantenimiento y sobre todo la falta de conocimiento especializado respecto a las condiciones ideales que deben considerarse en todo recinto empresarial e industrial, para mantener trabajadores en condiciones confortables, motivados y con un alto nivel de productividad.

Es así como algunas edificaciones, sobre todo las de naturaleza industrial y, muy particularmente, las comprendidas dentro de las zonas industriales de Maracaibo, han brindado mayor atención al mantenimiento de los procesos productivos industriales, pero al parecer restándole importancia a la condición motivacional del trabajador frente a un mundo ambiental con escalas dimensionales (monumentales) muy distintas a las de su vida común y que obviamente crean ambientes donde el estado de confort para el trabajador puede verse disminuido en su calidad.

En consecuencia, este desarrollo ha propiciado la proliferación de factores disergonómicos que diariamente se reflejan en trabajadores que acuden a consultas médicas por dolencias asociadas con su labor, siendo posible conocer una aproximación de las condiciones de la salud ocupacional venezolana, a través del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL), como organismo que, entre otras funciones, presenta resúmenes estadísticos que exponen los registros de los accidentes laborales de mayor relevancia, así como las enfermedades que cobran vigencia: los trastornos musculo-esqueléticos (hernias discales), enfermedades de la piel, enfermedades respiratorias, hipoacusia (sordera), Intoxicaciones (plomo, mercurio, solventes y plaguicidas).

También, dejan entrever que existen otro tipo de enfermedades ocupacionales expuestas como “Nuevos Problemas de Salud”, entre ellos, el cáncer, las enfermedades relacionadas con el estrés (problemas de salud mental, enfermedades psicosomáticas, acoso laboral), enfermedades por sobrecargas físicas e incremento de ritmos (fatiga aguda y crónica, envejecimiento prematuro), trastornos derivados de los turnos y de la duración de las jornadas. Por su parte los accidentes de trabajo suelen convertirse en un problema de salud pública cuando se evidencian altos números de trabajadores en general que sufren graves consecuencias (287.000 accidentes anuales) y que, desde el punto de vista de la salud se manifiestan en lesiones, discapacidad o muerte; desde una visón social se presenta con minusvalía, desempleo o exclusión y; en el entorno económico, expone pérdidas, gastos para el trabajador, la empresa y el estado (4%-10%PIB), según los aportes registrados por el INPSASEL en el año 2204.

En concordancia con los planteamientos del organismo referenciado, se observa la necesidad imperante de poner en práctica los basamentos legales existentes en el ordenamiento jurídico de la nación, que promueven la salud y seguridad de los trabajadores, puesto que el mismo INPSASEL revela que se desconoce el número real de accidentes y enfermedades ocupacionales, así como sigue prevaleciendo la escasa organización y muy poco interés por parte de los mismos empleados, quienes incumplen las normas de higiene y seguridad. Es aquí donde surge la primera interrogante, en el sentido de que, si se cuenta con las leyes y normas que respaldan y promueven el diseño de políticas en materia de seguridad e higiene ocupacional, cuál sería la razón fundamental por la que persiste significativamente el desinterés del trabajador frente a estos factores, si tales empleados han de contar, al menos, con un supervisor, que a su vez reporta a otros funcionarios de mayor responsabilidad en cuanto a la coordinación del quehacer en su empresa, confiriéndoles estos cargos la posibilidad de desarrollar un liderazgo hacia la excelencia en el trabajo.

Asimismo, cuando se observan los diferentes sectores de una ciudad, como Maracaibo, donde el desarrollo industrial siendo diversificado, se hace principalmente representativo entorno a su industria petrolera, se manifiesta un ambiente permanentemente amenazado por la contaminación ambiental que merma silenciosa y paulatinamente la salud de sus habitantes, situación ésta que se vive principalmente en la zona noreste de la ciudad, a la que llegan directamente los gases producidos en las industrias que, aun estando ubicadas a lo lejos en la costa oriental del lago de Maracaibo, sin embargo no eximen de su influencia a la población, porque los vientos dominantes llevan sus agentes contaminantes a la ciudad. De igual forma, es posible connotar que este no es el único caso de impacto ambiental que repercute en problemas de salud, ya no tanto para los trabajadores de su industria, sino para toda una población; además existen otros tipos de procesos, como los de la industria del cemento y afines que también se unen a este hecho.

Aun cuando existen las zonas industriales antes referenciadas y bien definidas en toda la región, resulta importante conocer que en paralelo, el desarrollo espontaneo (no planificado) de zonas residenciales evidencia un problema alarmante por la incompatibilidad de una función residencial frente a una función industrial que inevitablemente impacta negativamente sobre ella, a través de problemas comunes como ruidos, humo, congestionamiento del transporte por la dualidad del liviano y pesado a su vez transitando en sectores comunes, entre otros aspectos. Es así como se infiere en el hecho gerencial empresarial, cuando surge la segunda interrogante con el interés de comprender las políticas que en la actualidad se manejan en relación con los problemas sociales que ocupan mayor atención, como lo son, la proliferantes ocupaciones residenciales ilegales en suelos cercanos a las industrias y que después terminan otorgándoles recursos legales de permanencia (ilícitos ambientales), la inseguridad social, la marginalidad que florece continuamente y, por supuesto, el problema latente de contaminación, que si bien se trabaja para minimizarla, sigue siendo amenazante para la comunidad vecina, entre muchos otros aspectos.

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