Exposición a microplásticos y afectación cognitiva

Los científicos probaron la captación celular y el efecto de partículas de poliestireno fluorescente (PS) con tamaños de 0.1 y 2 µm al exponer células U-2 OS durante hasta 27 horas a concentraciones de 0.01 a 1000 µg/mL. Posteriormente, proporcionaron agua de beber que contenía una mezcla de microplásticos de PS de 0.1 y 2 µm a ratones hembra (tipo C57BL/6J) durante tres semanas. Dividieron a los ratones en diferentes grupos de exposición según su edad (jóvenes = 4 meses; viejos = 21 meses) y la concentración de microplásticos recibida (sin microplásticos; 0.0025 mg/mL; 0.025 mg/mL; 0.125 mg/mL). Después de las tres semanas, investigaron el comportamiento de los ratones mediante dos pruebas. Una prueba de campo abierto para el comportamiento exploratorio y locomoción espontánea, junto con una prueba de preferencia de luz-oscuridad para comportamientos exploratorios adicionales y relacionados con la ansiedad. Además, los investigadores analizaron los tejidos de los animales mediante inmunohistoquímica fluorescente, Western blot y qPCR.

Gaspar y sus coautores informaron que las partículas de PS fueron captadas por las células U-2 OS in vitro y redujeron su viabilidad celular después de 48 y 72 horas de exposición. En el caso de los ratones, registraron cambios en el comportamiento, como un aumento en la distancia recorrida por los ratones. Además, los marcadores inmunológicos del hígado y el cerebro se vieron significativamente alterados en los ratones expuestos en comparación con los ratones de control. Interesantemente, para los ratones analizados, "los cambios difirieron según la edad, lo que indica un posible efecto dependiente de la edad" y ocurrieron después de ese corto período de exposición.

Los autores destacaron que quedan muchas preguntas abiertas sobre los impactos de los microplásticos en los mamíferos, incluyendo las diferencias entre sexos de animales y duraciones de exposición, así como el conocimiento sobre el método mediante el cual se entregan los microplásticos.

Los microplásticos se han detectado en la leche materna humana, la placenta y el meconio, y se han relacionado con diversos resultados de salud en adultos y niños, así como lagunas de conocimiento sobre el tema.

En un artículo de revisión publicado el 28 de agosto de 2023 en la revista Frontiers in Physiology, Yuli Geng, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong en Wuhan, China, y sus coautores resumieron los impactos que los microplásticos y nanoplásticos pueden tener en las mujeres en edad reproductiva y en su descendencia al examinar diferentes especies y la coexposición con otros contaminantes. Los temas que los autores abordan incluyen efectos endocrinos, toxicidad reproductiva, genotoxicidad, toxicidad transgeneracional y efectos combinados con otros compuestos en la reproducción. Una conclusión a la que llegan es que las partículas de plástico "tienden a provocar múltiples consecuencias reproductivas en una variedad de organismos, lo que lleva a la disminución de la fertilidad femenina y a anomalías en el desarrollo de la descendencia. Sin embargo, aún es prematuro emitir juicios firmes sobre la toxicidad en los humanos". Se necesita más investigación, especialmente utilizando concentraciones relevantes desde el punto de vista ambiental.

En otro artículo de revisión publicado el 12 de agosto de 2023 en la revista Frontiers in Physiology, Yuli Geng, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong en Wuhan, China, y sus coautores discutieron los impactos de las partículas de plástico en la función reproductiva de las mujeres y los hombres. Se centraron particularmente en los efectos en las células germinales y otras células del sistema reproductivo masculino, disfunción ovárica y lesiones, implicaciones para la descendencia, y también evaluaron los efectos sinérgicos si las partículas llevan otros contaminantes.