El polvo de sílice, en el candelero

El polvo de sílice, en el candelero

El Gobierno norteamericano quiere reducir el valor límite vigente a la mitad
13 October 2013

El pasado día 12 de setiembre el Federal Register (Diario Oficial norteamericano) publicó el documento en el que se concreta la detallada propuesta (232 páginas) de OSHA (Administración de Salud y Seguridad Laboral) para modificar la legislación vigente y reducir el valor límite actual desde 0,1 mg/m3 hasta 0,05 mg/m3 expresado como concentración de polvo respirable en promedio para cualquier jornada laboral de ocho horas. Como es previsible dada su extensión, el documento expone con todo lujo de detalles las razones científicas por las que OSHA considera justificada su propuesta.

La base para la emisión de la propuesta son los datos que muestran que los trabajadores expuestos a la sílice cristalina respirable se enfrentan a un riesgo importante para su salud con los actuales límites permisibles de exposición y que la promulgación de las nuevas normas reduciría sustancialmente reducir ese riesgo.

Además de la reducción del valor límite, OSHA también propone otras disposiciones complementarias para la protección de los trabajadores, tales como los métodos recomendados para controlar la exposición, protección respiratoria, vigilancia médica, comunicación de riesgos y mantenimiento de registros. OSHA propone dos regulaciones separadas, una para la industria en general y otra para la construcción, con el fin de adaptar los requisitos a las distintas circunstancias que se encuentran en estos sectores

Se trata sólo de un nuevo paso en un procedimiento que comenzó en diciembre de 2003 y que, tras la acumulación de evidencias científicas y su asunción por OSHA, llega ahora a la fase en la que los interesados son invitados a efectuar sus comentarios a la propuesta, lo que pueden hacer hasta el 11 de diciembre de 2013. Posteriormente se entrará en la fase de audiencia pública, que OSHA tiene previsto que dé comienzo el 4 de marzo de 2014.  El resultado final es poco previsible, pues aún en el caso de que la nueva norma llegara a promulgarse, podría ser recurrida judicialmente y, eventualmente, ser anulada. No sería la primera vez; ya ocurrió hace años con sendas propuestas referentes, respectivamente, al benceno y al polvo de algodón, como pueden ustedes comprobar fácilmente.

Fuente Propia: Prevención Integral & ORP Conference

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