La economía alemana, frenada por la alta incidencia de casos de depresión

La economía alemana, frenada por la alta incidencia de casos de depresión

Un estudio demuestra que las bajas por depresión han aumentado de forma explosiva entre los trabajadores alemanes
19 February 2015

El absentismo laboral debido a la depresión ha aumentado en casi un 70% en Alemania entre 2000 y 2013, según los resultados de una encuesta sobre la depresión en la mano de obra alemana presentada en Berlín el 28 de enero por el Techniker Krankenkasse (TK), la caja del seguro de social.

"El absentismo debido a los trastornos psicológicos se ha incrementado en más de un 5% en comparación con el año pasado", anunció Thomas Grobe, del Instituto para la Investigación y la mejora de la calidad de los servicios de salud (AQUA). Según él, "esperamos ver que las cifras aumenten en 2015." Otro indicador revelador del malestar alemán, la proporción de trabajadores que se hacen prescribir antidepresivos también aumentó en un tercio durante el mismo período, alcanzando el 6%.

El estudio de TK muestra que los más afectados son los empleados que trabajan en ambientes de trabajo altamente estresantes o emocionalmente agotadores. Los empleados de los centros de llamadas (call centre) se sitúan en cabeza.  En 2013, los empleados de los centros de llamadas estuvieron en promedio  2,8 días de baja por depresión.

La cifra es igualmente preocupante para las enfermeras en geriatría, que tomaron un promedio de 2,5 días baja por depresión en 2013. El estudio calculó que en promedio nacional cada empleado perdió un día de trabajo al año a causa de la depresión.

Además del gran sufrimiento personal causado por la depresión, la enfermedad tiene también  un considerable coste económico. Los datos de la UE muestran que 30 millones de personas sufren depresión en toda Europa. Esta es, de hecho, la segunda causa de discapacidad en el lugar de trabajo en el Antiguo Continente. La Comisión Europea cree que este trastorno psicológico cuesta 120 mil millones cada año a las economías de la UE.

Ante esta situación, el ex comisario europeo de Salud, Tonio Borg, dijo el año pasado que las enfermedades psicológicas representan un gran desafío para los sistemas de salud públicos. Poco después de incorporarse a la Comisión en 2014, Vitenis Andriukaitis, el nuevo comisario, prometió "un nuevo impulso para la salud en Europa."

La UE aporta desde hace mucho tiempo una ayuda para la salud psicológica a través de los fondos estructurales europeos y el Fondo Europeo de Inversiones. La Alianza Europea contra la Depresión (EAAD), presente en 18 países, lucha contra esta forma de enfermedad mediante programas de acción especiales.

Las encuestas realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) han demostrado que alrededor del 50% de las personas con depresión en Europa sigue sin recibir tratamiento. Las razones de esta cifra son muchas: una tendencia a negar debido a la vergüenza o la negación, la falta de servicios o la falta de formación del personal médico para identificar el problema.

En este sentido, Thomas Grobe cree que el diagnóstico precoz es una de las medidas que se debe mejorar de maenra urgente. En promedio, las compañías de seguros médicos alemanes gastan sólo tres euros por paciente al año en la prevención de la depresión. Y eso es exactamente lo que necesita cambiar, dice Thomas Grobe. Los reconocimientos médicos laborales necesitan mejorar, deben organizarse cursos de prevención y tenemos que tratar de erradicar los promotores de la depresión. Aparte de la predisposición, el investigador Thomas Grobe considera que el exceso de estrés y la falta de separación entre tiempo de trabajo y el tiempo libre son los peores promotores de depresión.

Fuente: Euractiv

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