Los conductores españoles destacan por la falta de civismo, según un observatorio europeo

Los conductores españoles destacan por la falta de civismo, según un observatorio europeo

Sobresalen negativamente en casi todas las variables, siendo líderes en tocar la bocina, y por encima de la media en injuriar, adelantar por la derecha y discutir bajándose del coche
5 March 2015

El año pasado perdieron la vida en la carretera 1.131 personas, sólo 3 menos que el año anterior, pero en la Dirección General de Tráfico hay preocupación porque aprecian un incremento de los comportamientos peligrosos aunque las campañas de concienciación, brutales en muchos casos, de los últimos años hayan conseguido que los conductores tengan una mejor consciencia del riesgo. Enero ha empezado mal, con 88 fallecidos, el 44% más que en el mismo mes del año anterior. En esta situación es interesante el barómetro europeo de conducción responsable, hecho público ayer por la Fundación Vinci Autopistas, que ha recogido las respuestas de 10.000 europeos de 10 países, entre ellos España sobre su comportamiento al volante. Este barómetro se realiza desde hace 5 años y se ha convertido en un referente en el área de la prevención de riesgos de conducción, por la información que ofrece sobre costumbres y hábitos de los conductores en los 10 países, a los que el próximo año se añadirán más.

Los españoles son los más optimistas en cuanto a bajar el número de muertos en los próximos años, con un 69% de la muestra, muy por encima de la media, que se sitúa en el 55%, aunque los alemanes, griegos y polacos, son mayoritariamente pesimistas y consideran que subirán los accidentes mortales. El alcohol, la falta de atención y el exceso de velocidad son las tres causas que los automovilistas europeas marcan como principal factor de los accidentes mortales en carretera, con el 62, 53 y 44%, quedando en cuarto lugar la somnolencia, citada por el 8%. Las respuestas de los españoles se sitúan en la media en todas las causas, habiendo valorado menos este año todas ellas, excepto la falta de atención.

Sin embargo, cuando se pregunta por la causa principal de los accidentes mortales en autopista, la somnolencia pasa a ocupar el segundo lugar, con el 40% de las respuestas, dos puntos menos que el exceso de velocidad. Los españoles son los que más peso otorgan en peligrosidad a la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas, con el 32% de las respuestas, solamente un punto menos que la somnolencia, en cualquier caso más valorada que el año anterior.

Cuando se pregunta sobre los comportamientos de más riesgo a la hora de conducir, el hecho de hacerlo con un nivel de alcoholemia superior al autorizado ocupa el primer lugar, con el 59% de las respuestas, quedando en segundo lugar el hecho de hacerlo tras haber consumido estupefacientes, mientras que superar el límite de velocidad queda incluso por debajo del envío de mensajes por móvil. Los españoles consideran la alcolemia como el mayor riesgo, con el 63% de las respuestas, liderando esta elección, y son los segundos, tras los italianos en conceder más riesgo a la conducción bajo consumo de estupefacientes. Los encuestados muestran una gran autoestima sobre sus cualidades como conductores, alcanzando una media del 7,7 sobre 10, que en el caso español sube al 7,8, siendo los italianos y griegos los que se consideran mejores pilotos.

En las preguntas sobre las cualidades que destacarían de sí mismos, el 98% apuntan algún adjetivo positivo, como atentos (77%), tranquilos (54) o corteses (23) o mientras que el máximo de negativos es el 12%, con estresados en primer lugar. Este panorama cambia radicalmente cuando se pregunta la opinión sobre los otros, entonces citan al menos un adjetivo negativo el 83% de los encuestados, frente a sólo un 34% de positivos. La palma de la cualidad negativa es la de irresponsables, seguido de estresados, agresivos y peligrosos. Los españoles se mantienen la línea que marca la media de respuestas en estos apartados.

El capítulo de comportamientos peligrosos y falta de civismo es uno de los más interesantes. Un 47% de los encuestados asegura que siente miedo (frecuentemente o a veces), y sólo el 20% dice que nunca, frente al comportamiento agresivo de otro conductor. Los españoles están a la cola del ranking de miedo, ya que solamente el 13% asegura que no lo ha sentido de otro conductor. Respecto a la falta de civismo, el 62% de los conductores españoles ha injuriado a otro,  frente al 56% de media, el 64% toca la bocina, siendo líderes en este campo, frente a un 47% de media, el 31% se ha pegado en exceso al coche de adelante, en línea con la media, un 42% ha adelantado por la derecha, casi líderes también en esta mala práctica, cuya media europea es del 32%, y el 19% se ha bajado del coche para discutir con otro conductor, también peor en este aspecto. Sorprende que en todas las variables de falta de civismo, las contestaciones negativas de los españoles hayan aumentado frente al año anterior. Debe tener relación con el cabreo generalizado de la sociedad, ya que en Grecia se dan los peores resultados de civismo, seguida de España e Italia.

Sin embargo, en cuanto a prevalencia de comportamientos peligrosos ligados a objetos conectados, los españoles están siempre por debajo de la media, quizás escaldados por las multas, en telefonear conduciendo con y sin manos libres, parametrar el GPS mientras conduce, enviar o leer mensajes del móvil, no respetar la distancia de seguridad. La única regla que incumplen  más que la media es la de circular por el centro teniendo libre el carril de la derecha. Otras malas prácticas de los conductores españoles respecto a la media europea son la de no marcar con el intermitente cuando se va a girar o adelantar, y rebajar la velocidad en zonas de obras. Los españoles cumplen bien con la prudencia frente a riesgos como el de conducir con fatiga, o con más alcohol del permitido pero sin sentirse limitado, pero son muy imprudentes a la hora de coger el volante por tomar medicamentos que puedan influir negativamente, y especialmente en conducir habiendo tomado droga, donde lideran la lista. También se sitúa por debajo de la media el conductor español en precaución durante los viajes largos, ya que hace menos relevos y para menos para echar una cabezada, lo que le lleva cosechar suspensos en conducir con sueño, pisar las bandas sonoras de los arcenes y sufrir algún accidente por fatiga.

Fuente: La Celosía

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