Exposición a la sílice, tabaco, silicosis y cáncer de pulmón: complejas interacciones

Exposición a la sílice, tabaco, silicosis y cáncer de pulmón: complejas interacciones

Trabajo donde se comenta la controversia actual sobre la relación de la sílice y el cáncer de pulmón. Parece que la clave de estas contradictorias informaciones radica en el sesgo que origina la inclusión o no del tabaco en los cuestionarios de los estudios.
12 Diciembre 2014

El trabajo adjunto ofrece una visión general de la literatura científica sobre la relación que existe entre la sílice y el desarrollo del cáncer de pulmón, con un enfoque centrado en el papel que representa el tabaco en dicha relación.

Para llevar a cabo el trabajo los autores hicieron una importante búsqueda bibliográfica en las bases de datos (Medline, Pubmed, web of Science) a partir de 1996, durante un periodo de 15 años. El trabajo muestra que, aunque inicialmente varios estudios encontraron una asociación entre la exposición a la sílice y un número elevado de cánceres, incluyendo cáncer esofágico, estómago, piel y hueso, estos hallazgos se mostraron muy inconsistentes. A pesar de ello, en 1997 la International Agency for Research on Cancer (IARC) concluyó que había suficiente evidencia en humanos para reclasificar el sílice inhalado y pasarlo de A2 (sospechoso) a carcinógeno confirmado (Grupo 1). No obstante, el propio grupo de trabajo de la IARC observó que la carcinogenicidad no se encontraba en todas las circunstancias estudiadas y quizás dependía de factores externos (entre otros, la exposición al tabaco) o de factores internos, como determinados polimorfismos genéticos.

A este controvertido tema se le dio una vuelta de tuerca cuando, a finales de los 90, dos importantes trabajos sobre la relación entre polvo de sílice y cáncer de pulmón realizados sobre los mismos pacientes, arrojaron conclusiones absolutamente diferentes. Uno (Klein et al) concluía que había suficiente información como para clasificarlo como carcinógeno humano, mientras que el otro (McDonald et al) concluía que había poca evidencia.

Más recientemente, dos estudios entre los trabajadores del granito de Vermont, USA (Attfield M versus Graham WGB) llegaron también a conclusiones contrapuestas.

Como consecuencia de toda esta contradictoria información, el debate continúa hoy en día. Prueba de ello es la diferente anotación que sobre el tema figura en las guías española y americana. En la primera figura en el grupo 1 (carcinogénico en humanos), mientras que en la guía de la ACGIH americana figura con la anotación A2 (probable carcinógeno humano).

Pero lo más interesante del trabajo que estamos comentando es que parece que la clave de estas contradictorias informaciones radica en el sesgo que origina la inclusión o no de otros factores de riesgo (tales como el tabaco) en los cuestionarios que se diseñan en cada estudio.

CONCLUSIÓN: Fumar es, de lejos, el mayor factor de riesgo para el cáncer de pulmón y debe ser considerado en cualquier estudio ocupacional. Por todo ello, independientemente de estudiar si los efectos de la silicosis con el tabaco son aditivos, multiplicativos o de otra índole, son la prevención de la silicosis y las campañas para fomentar el abandono del tabaco las medidas más efectivas para reducir el cáncer de pulmón en los trabajadores expuestos a la sílice.

Bibliografía citada:

  • Klein AK, Christopher JP. Evaluation of crystalline silica as a threshold carcinogen. Scand J Work Environ Health
    1995;21(Suppl. 2):95.

     
  • McDonald JC, Castranova V, Vallyathan V, Wallace WE.
    Silica and lung cancer. In: Silica and Silica-Induced Lung Diseases. London: CRC Press, 1995; 383.

     
  • Attfield M, Costello J. Quantitative exposure-response for silica dust and lung cancer in Vermont granite workers.
    Am J Ind Med 2004;45:129–138.

     
  • Graham WGB, Costello J, Vacek PM. Vermont granite mortality study: an update with an emphasis on lung cancer.
    J Occup Environ Med 2004;46:459.
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