El miedo a la independencia
El miedo a la independencia
Opino que una organización no podrá dar lo mejor y lo máximo de sí misma mientras las personas que la forman no se desarrollan al máximo. Pienso que esta es la clave, en materia de personas y organizaciones de éxito, que para conseguir que la organización brille, es necesario que cada una de sus personas brillen de forma individual y todas en su conjunto.
Esto supone un desarrollo personal de cada individuo, como persona y como profesional, a la vez que como grupo. Este es un largo camino que en algún momento se ha de iniciar de forma clara, y que también observo que suele dar cierto miedo en algunas organizaciones, ya que trabajar con personas es más complejo que trabajar con los aspectos técnicos e incluso con los sistemas de gestión. Este comprensible miedo, en muchos casos tiene que ver en el fondo, con nuestra propia dificultad para conocernos a nosotros mismos. Los miedos que esto supone, la ignorancia de nosotros mismos, perder el supuesto control y equilibrio actual, etc. Hace falta mucho valor, claro que sí.
En el campo de la prevención de riesgos, anhelamos que los accidentes laborales y las enfermedades derivadas del trabajo desaparezcan. Para ello establecemos las condiciones que han de tener las instalaciones, los ambientes, las tareas. Sistematizamos las tareas, las procedimentamos, gestionamos y planificamos. Esto como sabemos produce unos mejoras muy importantes en la ocurrencia de accidentes y enfermedades en el trabajo. Sin embargo, los que han llegado a este punto se dan cuenta que no es suficiente, y la conclusión es unánime, en cualquier lugar del mundo. Esta es que para conseguir disminuir de forma consistente los accidentes y enfermedades, falta todavía que las personas se comporten de forma segura y saludable, cumplan las normas, e incorporen una cultura del cuidado. Este momento coincide con el final de la segunda fase de la conocida Curva de Bradley.
Así que estamos en el mismo punto que comentaba al principio. Se precisa de un cambio individual, en el que las personas de la organización pasen de ser dependientes a ser independientes, y a la vez comiencen a ser interdependientes. Esto es precisamente lo que nos propone Stephen Covey, en su fantástico y conocido libro “Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva”.
¿Cómo se consigue personas independientes en materia de seguridad y salud? Es decir personas que se cuiden a sí mismas en el trabajo, por su propia conciencia e interés.
Quizá para contestar a esta pregunta primero deberíamos plantearnos, ¿porqué tenemos personas “dependientes”, en materia de seguridad y salud, que no están motivadas en cuidarse, sino que lo hacen porque les obligan a hacerlo?
La diferencia de una situación a otra es abismal. La primera es un movimiento de dentro hacia a fuera y la segunda es justo al revés.
En mi opinión, tenemos personas dependientes en materia de seguridad y salud, precisamente por la forma en la que hemos gestionado a las personas. La mejor manera de conseguir personas dependientes en una organización es que el estilo de dirección de la misma utilice la imposición en cualquiera de sus vertientes. Si le impones a alguien lo que tiene que hacer y cómo ha de hacerlo, terminará seguramente haciendo lo que tú quieres, sin embargo no le pidas iniciativa, creatividad, implicación, compromiso. Habrás conseguido un dependiente.
Es por esto que para conseguir personas independientes en seguridad y salud laboral en nuestras organizaciones, hay que trabajar con las personas de otra manera muy diferente. La imposición no consigue toma de conciencia, sino apariencia de ello. Además precisa de una cantidad enorme de recursos dedicados al control. Pasar de la dependencia a la independencia, precisa en mi opinión, pasar del control a la confianza.
Y no nos engañemos con que los sistemas de gestión, por si solos, producen este cambio individual. Este es un asunto para mí muy interesante, y en el que creo que muchas empresas que están buscando pasar del control a la confianza debieran reflexionar. Puedo decir que conozco empresas que han avanzado muchísimo en seguridad y salud, que cuentan con sistemas de gestión muy completos, con muchas actividades, muchos recursos dedicados, pero que en el fondo mantienen el mismo estilo de imposición. Si no encajas con el Sistema te apartamos. ¿Es esto trabajar para que las personas sean independientes, o imponer a las personas un sistema del que han de hacerse dependientes? ¿Cuánto tiempo puede durar el sistema si el nivel de control baja?
Estoy a favor de los sistemas de gestión, siempre que se humanicen y tengan en cuenta a las personas, a todas, a las que los cumplen y a las que no tanto, a las que se los cuestionan, a las que necesitan tiempo para encajar en ellos, a las que necesitan tan solo ser escuchadas, y ojala esto fuera de forma sistemática.