EL FANTASMA DEL MONÓXIDO DE CARBONO: La Biomasa no es inocua.

EL FANTASMA DEL MONÓXIDO DE CARBONO: La Biomasa no es inocua.

Hay situaciones de riesgo que son previsibles porque las personas que lo sufren son conscientes de que, actuando como lo hacen, algo puede ocurrir (velocidad, altura en construcción). Pero hay otros riesgos que son traidores porque actúan con alevosía, silencio e incluso con nocturnidad. El CO es un maestro de la sorpresa mortal. La muerte dulce.
24 Junio 2015

El monóxido de carbono fruto de una combustión incompleta está al acecho en situaciones normales : en el uso de instrumentos domésticos (el brasero), o cotidianos (el ralentí de un vehículo en el garaje) o en el silo de una caldera de biomasa (cuando te han sustituido la fuente de energía de tu calefacción). Éste último caso ha hecho su aparición en las instalaciones industriales en las que se debe de generar calor cuando por motivos de precio se decide un cambio de combustible de hidrocarburos (propano generalmente) por biomasa vegetal. Una mala combustión de la biomasa puede generar el CO sin ser percibido y solo respirarlo una inhalación, entra en el cuerpo, adormece por falta de oxígeno, entra en la sangre y la acción hematológica es mortal.

El monóxido de carbono es un gas, más pesado que el aire, inodoro, insípido e incoloro que puede causar serios daños, incluida la muerte, sin previo aviso. Cuando se inhala y entra en contacto con la sangre, se produce la transformación de la hemoglobina, encargada de transportar el oxígeno, en carboxihemoglobina, impidiendo el aporte de oxígenos al cerebro y demás órganos del cuerpo.

Esta nueva modalidad de accidente ha ido incorporándose al mundo laboral poco a poco también de manera que ha cogido desprevenidos incluso a los más expertos prevencionistas que no evaluaron debidamente los riesgos de un cambio de fuente de energía por no prever la muy posible combustión incompleta de la biomasa y los riesgos perversos para el personal de mantenimiento que puede entrar en los silos para remover y agilizar su entrada a la caldera. La mayoría de los trabajadores afectados dejan su vida sin darse apenas cuenta dentro del silo. Un espacio confinado no considerado inicialmente como tal.

El riesgo de la biomasa no ha sido considerado por su origen vegetal. Se viene considerando BIOMASA al conjunto de toda la materia orgánica de origen vegetal o animal, que incluye a los materiales que proceden de la transformación natural o artificial. La energía que se puede obtener de la biomasa proviene de la luz solar, la cual, gracias al proceso de fotosíntesis, es aprovechada por las plantas verdes y transformada en energía que queda acumulada en el interior de sus células. Esta energía puede ser transferida por la cadena alimentaria al reino animal. La energía acumulada en la biomasa puede ser liberada sometiéndola a diversos procesos de aprovechamiento energético que contribuyen a la mejora y conservación del medio ya que no tiene un impacto medioambiental significativo, puesto que el CO2 que se libera a la atmósfera durante la combustión ha estado previamente captado por los vegetales durante su crecimiento y por tanto el balance final es nulo.

Los diferentes productos que se consideran dentro del término genérico de biomasa, pueden ser de tipo forestal (productos y residuos que provienen de los trabajos de mantenimiento y mejora de las masas forestales), del sector ganadero y  agroalimentario (que generan residuos y subproductos orgánicos) o bien biomasa del tipo residual (la fracción orgánica de los Residuos Sòlidos Urbanos , los barros generados en las estaciones depuradoras de las aguas residuales o los aceites vegetales usados como alimentos o para una fritura que se pueden asimilar a biomasa residual que proviene de un proceso de transformación artificial).

Pero es la biomasa agrícola la que apunta como más influyente entre los biocombustibles de motores del futuro (incluso para la automoción) puesto que incluye los residuos generados en actividades agrícolas y agroalimentarias que se pueden utilizar directamente como combustible o como materia prima para la obtención de los biocarburantes. Los cultivos energéticos son unas plantaciones de crecimiento rápido destinadas únicamente a la obtención de energía. El desarrollo de plantaciones energéticas suele ir acompañado del desarrollo paralelo de la industria de transformación de la biomasa en combustible. Entre las plantaciones energéticas destinadas a la producción de biomasa destacan los productores de biomasa lignocelulósica, tanto de especies leñosas (eucaliptus) como herbáceas (cardos) pero sobre todas las plantaciones oleaginosas (colza y girasol) destinadas a la obtención de aceites vegetales muy aptos para ser utilizados como carburantes en los motores endotérmicos de explosión con pocas variantes en los motores tradicionales de combustión. Son conocidos como pellets y tienen un aspecto totalmente neutro, no agresivo. Maderitas.

Por su naturaleza, la biomasa tiene una baja densidad relativa de energía; es decir, se requiere su disponibilidad en grandes volúmenes para producir potencia, en comparación con los combustibles fósiles, por lo que el transporte y manejo se encarecen y se reduce la producción neta de energía. La clave para este problema es ubicar el proceso de conversión cerca de las fuentes de producción de biomasa, como aserraderos, ingenios azucareros y granjas, donde los desechos de aserrío, el bagazo de caña y las excretas de animales están presentes.

Su combustión incompleta produce materia orgánica, monóxido de carbono (CO) y otros gases. Si se usa combustión a altas temperaturas, también se producen óxidos de nitrógeno. A escala doméstica, el impacto de estas emanaciones sobre la salud familiar es importante.

El mantenimiento o tratamiento de estos sistemas de calefacción con Biomasa generan unos riesgos que, como muy bien recogen publicaciones científicas como "Thebioenergyinternational"(nº 18 - Enero 2013) se pueden traducir como en el caso que nos ocupa en graves accidentes para las personas encargadas de tal función.

El primer accidente, documentado, por exposición a CO, se conoce en el puerto de Rotterdam, el 9 de mayo de 2.006, donde un trabajador resulto fallecido y otro gravemente herido, durante la descarga de pellets de madera procedentes de Vancouver y transportadas por el buque granelero ¨WeaverArrow¨. El accidente se produjo por inhalación de monóxido de carbono en el acceso a una de las bodegas del buque.

En noviembre de 2.006 ocurre un accidente similar en el puerto de Helsingborg, Suecia. Un trabajador, del Saga Spray, resulta muerto y otro gravemente herido, por exposición a CO durante el acceso a una de las bodegas que transportaban pellets de madera.

Enero de 2.010, Alemania, un ingeniero resulta muerto y otro trabajador gravemente herido, por exposición a CO, tras abrir la puerta de un almacenamiento de pellets de 155 Tm que suministraba a 155 hogares.

Noviembre de 2.010, Alemania, un varón de 38 años resulta muerto, por inhalación de CO, cuando accede a un depósito de 7 Tm que daba servicio a su caldera doméstica. Su esposa y otra persona tuvieron que ser hospitalizados tras tratar de rescatarlo.

Febrero de 2.011. Una mujer de 28 años, embarazada, resulta muerta cuando accede a un almacenamiento de 83 m3 de pellets que suministraba combustible a 6 hogares en Suiza.

Tras estos accidentes, los gobiernos de Canada y Suecia equiparon con cientos de sensores al buque de graneles "Horizon Saga" con el fin de determinar las circunstancias de producción de CO por los almacenamientos de pellets de madera. Los gobiernos de otros países como Austria, Alemania, y, mas recientemente el Reino Unido, conscientes de las nuevas problemáticas surgidas comenzaron a investigar el origen y los métodos de eliminación o control de este riesgo.

Las investigaciones realizadas hasta ahora según la bibliografía consultada han detectado factores que influyen en la producción de monóxido de carbono en los almacenamientos de los pellets de madera.

La auto oxidación de los ácidos grasos contenidos en la madera producen CO, CO2 y CH4, desplazando el oxígeno (O2) existente en el silo/depósito de pellets.

La experimentación ha demostrado que pequeñas cantidades de pellets pueden producir cantidades potencialmente mortales de CO, estando afectado por varios factores:

Espacio temporal: Se produce más CO durante las primeras 6 semanas de almacenamiento.
Temperatura: Se produce más CO a temperaturas mas altas.
Tipo de madera: Los pellets de madera de pino contienen más ácidos insaturados que el resto de las maderas.
Otros factores: Los niveles de CO también se incrementarán en función del oxígeno, del área de superficie de pellets expuesta y la abrasión mecánica a la que ha sido sometido el material.

Además de estos riesgos existe la posibilidad de retorno de los gases de combustión de las calderas por deficiente funcionamiento o mal diseño de las chimeneas.

Experimentos realizados, durante el 2.012, por científicos de las Universidad de Oxford han demostrado que una cantidad de 30 Kg de pellets almacenados durante dos semanas en un recipiente hermético, a una temperatura constante de 26º C y a diferentes humedades relativas produjeron concentraciones de CO comprendidas entre 31 y 47 ppm, muy por encima de los niveles máximos permitidos.

Concentraciones significativas de CO pueden producirse, incluso, en almacenamientos domésticos y aún cuando las habitaciones cuentan con ventilación.

Debido a la peligrosidad del gas y a la peculiaridad de los almacenamientos de pellets los estudios más avanzados recomiendan que deben de contemplarse, como mínimo, las siguientes medidas preventivas:

Se debe de realizar una completa evaluación de los riesgos iniciales y una exhaustiva planificación preventiva.
Los silos de almacenamiento están considerados como espacios de trabajos confinados y como tal se deben de tratar.
Se deben de considerar las Atmósferas Atex o explosivas.
Se hace necesaria la comprobación de la calidad del aire mediante medios mecánicos (tubos colorimétricos, detectores multigás...)
El los trabajos, de cualquier tipo, dentro de los silos, se hace necesario equipo de respiración autónoma y contacto permanente con el exterior mediante linea de vida.
Se recomienda el uso de detector personal de CO.
Señalizar la zona de posible presencia de CO.
Para almacenamientos de menos de 30 Tm ventilación natural en la base. En almacenamientos de mas de 30 Tm se hace necesaria la ventilación mecánica en la cubierta del silo y natural en la base, así como detectores de CO. En ambos casos deben de combinarse con procedimientos de trabajo que aseguren y /o controlen la ausencia de CO.
Recomendable que los silos dispongan de sondas de medición de gases, analizadores de CO y O2, midiendo la atmósfera en la parte superior del silo.
El personal para el trabajo en silos debe de estar formado en el manejo de EPIs e informado de los riesgos a los que se puede enfrentar durante el desarrollo de su tarea.
La HSA (Health and Safety Authority) recomienda la instauración de la figura del Inspector de Silos. Esta figura tendría entre sus misiones la comprobación inicial de ambientes antes de permitir la entrada a realizar cualquier tipo de operación (seria necesario una autorización expresa de este inspector para acceder al silo) y  seria el responsable de la utilización de los equipos de muestreo, evitar las obstrucciones del silo, enclavar las entradas el silo de tal forma que no fuese posible acceder al mismo sin autorización/inspección.
Nunca entrar al silo con ambientes de O2 < 20, 8%. Si fuese menos utilizar equipos de respiración autónomos de presión positiva. 20,8% < O2 < 16%: Defecto de atención, mareos, náuseas, inconsciencia. O2 < 16%. Muerte. Se puede dar sin síntomas previos y con solo asomar la cabeza por la entrada del silo.
Es posible que sea necesaria la ventilación del silo durante las operaciones. La evaluación de riesgos deberá determinar la necesidad y el tipo de ventilación necesarios.

Detrás de un fallecimiento por inhalación de CO hay una cadena de responsabilidades de personas que, por desconocimiento tomaron decisiones sin saber los efectos perversos ocultos tras un mejor precio o una comisión por la gestión. Pecado de acción o de omisión. Pero ya es pecado mortal.

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