Las empresas deben ser parte de la solución de las crisis del patrimonio natural y del clima
Las empresas deben ser parte de la solución de las crisis del patrimonio natural y del clima
LAS LECCIONES DEL ACOSO A LA BIODIVERSIDAD
Ya no hay duda de que la crisis del COVID-19, la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad amenazan con trastocar innumerables vidas y medios de subsistencia en la tierra. Sin embargo, la desinformación, la negligencia y la negación del problema continúan socavando la respuesta global.
La sociedad valora las contribuciones materiales o “servicios ecosistémicos” de la naturaleza: la provisión de agua dulce, la fertilidad del suelo, la regulación de inundaciones, el mantenimiento de un clima estable y el suministro de recursos y materiales necesarios para construir y reforzar la economía. Sin ecosistemas saludables y funcionales, la capacidad de resiliencia de la naturaleza se ve afectada, con consecuencias negativas para el bienestar humano y la sociedad. Durante las últimas cinco décadas, el enfoque exclusivo del progreso hacia el crecimiento económico, ha conducido al uso insostenible y a la extracción desenfrenada de capital natural, reduciendo significativamente el potencial regulador de la naturaleza. Incluso, la capacidad de la naturaleza para contener organismos peligrosos para las personas, como los virus, se ha visto significativamente afectada.
Muchos hábitats de la vida silvestre han sido destruidos, y los ecosistemas, incluidas las zonas costeras críticas, se han degradado hasta el punto de que ya no pueden servir como factores amortiguadores de los desastres naturales. Como resultado, las emisiones contaminantes no son suficientemente neutralizadas, el agua subterránea no está disponible en cantidad y calidad ajustadas a las necesidades, los suelos son menos fértiles, y los océanos están cada vez más contaminados.
Restaurar la naturaleza y el clima requiere el esfuerzo concertado de todos, pero este esfuerzo recompensa con la consolidación de un planeta saludable y próspero. El consenso científico global es claro: hay pruebas abrumadoras que demuestran que el mundo está pagando el precio del fracaso en proteger la naturaleza. El COVID-19 continúa devastando comunidades en todas partes del mundo, y, sin embargo, es solo uno de los numerosos virus presentes en la naturaleza susceptibles de infectar sin discriminación a las personas.
Las respuestas efectuadas contra la pandemia han generado oportunidades significativas para comenzar a remodelar la relación de la sociedad con la naturaleza. La asignación sin precedentes de recursos financieros para apoyar a las economías durante la emergencia sanitaria marcará, para bien o para mal, la hoja de ruta para la formulación de políticas ambientales durante las próximas décadas, la vía crítica para detener y reparar el daño causado al patrimonio natural. Las decisiones acertadas sobre las industrias y los sectores que deberán apoyar prioritariamente las acciones correctoras, bloquearán la degradación, o activarán el potencial de una recuperación verdaderamente verde.
LAS ALERTAS DEL MUNDO CIENTIFICO Y ECONOMICO
Los científicos han hecho sonar las alarmas sobre el deterioro ambiental desde hace ya bastante tiempo. Recientemente, en 2019, La Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) publicó una evaluación exhaustiva sobre biodiversidad y servicios ecosistémicos, y descubrió que el capital natural está disminuyendo a nivel mundial a tasas sin precedentes en la historia humana. Por su lado, en 2021 el gobierno del Reino Unido publicó el informe "Dasgupta Review on the Economics of Biodiversity" confirmando la necesidad de incorporar a la naturaleza en la toma de decisiones que afectan a la economía de modo indisociable de sus efectos sobre el patrimonio natural.
El informe de IPBES de 2019 también confirmó que la crisis climática y la pérdida de biodiversidad están intrínsecamente vinculadas. El informe identifica la crisis climática como el tercer impulsor de la pérdida de capital natural por orden de impacto. A su vez, el uso y la gestión insostenible de los recursos naturales es la segunda fuente más grande de emisiones de carbono, y un impulsor clave de la crisis climática.
La naturaleza puede proporcionar hasta el 30% de la mitigación climática necesaria para 2030, pero solo recibe alrededor del 8% de la financiación pública. Con el mismo nivel de inversión en capital natural que en energía renovable, sería posible avanzar significativamente hacia los objetivos climáticos globales y de protección de la biodiversidad: reducir la pérdida de patrimonio natural y la gravedad de la emergencia climática. Para evitar un caos climático irreversible, es preciso alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero antes de 2050, y ser positivos para la conservación de la naturaleza en 2030. Cuanto más se retrase la acción, más complejas y costosas serán las medidas para mitigar y adaptarse a los efectos negativos para las personas y el planeta.
AFRONTAR LAS CRISIS, UN COMPROMISO GLOBAL
La salud y el bienestar están estrechamente conectados con la salud de los ecosistemas y las especies con las que el ser humano comparte el planeta. Para escapar de la actual situación de crisis, es fundamental reconocer cómo las actividades humanas están destruyendo la naturaleza y creando condiciones para generar efectos de rebote peligrosos, como ha ocurrido con la pandemia. Es hora de analizar detenidamente el uso de la tierra y los océanos, la sobreexplotación de los sistemas naturales, la contaminación, la difusión descontrolada de especies exóticas invasoras, y los crecientes efectos de la crisis climática.
Las soluciones climáticas naturales basadas en la naturaleza (NCS), que secuestran carbono de la atmósfera, son fundamentales para impulsar la resiliencia climática, y deben estimularse junto con la descarbonización de la economía global. Escalar estas soluciones es fundamental para combatir el deterioro del clima, al tiempo que se protege los ecosistemas de alto valor y se revierte la pérdida de patrimonio natural.
El informe de 2019 del World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) “Soluciones climáticas naturales: la perspectiva empresarial” destacó el papel fundamental que las soluciones climáticas basadas en la naturaleza representan como ayuda para que las empresas efectúen la transición hacia el objetivo cero neto. Posteriormente, en un informe de 2020, destacó el papel vital y el valor de las soluciones climáticas naturales y sus respectivos alcances para lograr la estabilidad climática, la conservación de la naturaleza y el alcance de objetivos de desarrollo más amplios.
La acción basada en la naturaleza ocupa un lugar destacado en las agendas internacionales. Desde las negociaciones de las diferentes COP hasta las Asambleas Generales de la ONU, la movilización de los países para abordar los riesgos interconectados de la crisis climática y la pérdida de biodiversidad impregna las hojas de ruta de la cooperación internacional. En este sentido, junto con líderes de la ciencia, la conservación y los negocios, el WBCSD formuló recientemente un Objetivo Global para la Naturaleza con tres aspectos medibles: cero pérdida neta de la naturaleza a partir de 2020, neto positivo de emisiones para 2030, y recuperación total para 2050.
LAS EMPRESAS Y SU COMPROMISO CON LA SOLUCION DE LAS CRISIS
Las empresas deben desempeñar un papel fundamental en la aceleración de la recuperación climática y la regeneración de la biodiversidad. La acción empresarial para abordar las crisis climática y de la naturaleza está ganando impulso a través de compromisos de cero emisiones netas y alcanzar objetivos con la ayuda de la ciencia y de la tecnología, pero las metas necesarias de recuperación del clima y del capital natural deben ser más ambiciosas. El WBCSD ha alineado los criterios y proyectos de sus miembros con la intención de mantenerse dentro de 1.5ºC de calentamiento y contribuir a la recuperación total del capital natural en 2050.
Los proyectos del WBCSD apoyan a las empresas para escalar el papel de la naturaleza en el logro de los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, y para recuperar la biodiversidad en el horizonte 2050. Trabajando con expertos y miembros de todo el mundo, ayuda a las empresas a colaborar en todos los sectores y cadenas de valor para estimular soluciones climáticas naturales y apostar por procedimientos basados en la naturaleza para mitigar la emergencia planetaria, con el fin de proteger y restaurar los sistemas naturales de los que depende la sostenibilidad integral. Las empresas miembros del WBCSD han formado una coalición intersectorial para impulsar el progreso en la agenda establecida en el camino de Salud y Bienestar de Visión 2050, centrándose en las partes interesadas, incluidos los empleados corporativos y las poblaciones vulnerables de todo el mundo. En abril de 2021, más de 20 empresas se unieron para lanzar un nuevo proyecto "Healthy People, Healthy Business" para apoyar a la comunidad empresarial mundial en la realización de todo su potencial para allanar el camino hacia el acceso universal a los más altos estándares posibles de salud física y bienestar mental.
Afortunadamente, la ciencia y la tecnología ponen a disposición de las empresas no solo los conocimientos necesarios para comprender estos desafíos, sino también una amplia gama de opciones para abordarlos. Es crucial adoptar una comprensión diferente de lo que constituye una “buena vida” y el “bienestar”, así como disminuir el consumo desmedido y el desperdicio. También es vital reducir las desigualdades, defender la justicia y la inclusión en la conservación, e incluir los costes y consideraciones ambientales a la hora de tomar las decisiones pertinentes.
Además, las políticas para fomentar inversiones "positivas para la naturaleza" son fundamentales, al igual que la comunicación y la formación para despertar conciencia y sensibilidad sobre los desafíos que es preciso enfrentar, y las posibles soluciones para resolver los problemas. Aplicadas en conjunto y de modo transversal, estas medidas deben permitir el cambio transformador para garantizar un futuro sostenible, ya que los medios de subsistencia dependen de la naturaleza, el sustrato común para la vida en la tierra. Para alcanzar resultados eficaces es indispensable que los responsables de diseñar y poner en práctica las estrategias de acción lo hagan disponiendo de la información necesaria para tomar las decisiones pertinentes con objetividad y responsabilidad.
La ciencia y la tecnología constituyen eficaces herramientas para orientar la acción empresarial hacia resultados eficaces en materia ambiental y de protección de la biodiversidad. La “recuperación verde” no solo está al alcance de la mano, sino que es necesaria para garantizar la sostenibilidad integral del mundo global.