Prevención y economía circular: un vínculo insoslayable (3/3)
Prevención y economía circular: un vínculo insoslayable (3/3)
Los argumentos anteriormente expuestos en los Blogs (1) y (2) permiten confirmar que la Economía Circular, utilizada como herramienta de Prevención, puede generar considerables ventajas, tanto desde el punto de vista económico, como de la protección del medio ambiente, de la higiene y de la salud pública. Esta afirmación no es una simple declaración de intenciones idealistas, ni la expresión de una utopía, sino una constatación basada en argumentos objetivos producto de iniciativas innovadoras que ya han demostrado sus frutos en la práctica.
A continuación, se detallan algunos casos basados en planteamientos productivos del tipo reducción-reciclaje-reutilización-recuperación, que han demostrado ser válidos como opciones generadoras de beneficios y de valor añadido en el ámbito de la gestión de los residuos y del ciclo del agua en distintos puntos del planeta. Corresponden a casos reales, cuya eficacia ha sido contrastada y comprobada, puestos en marcha tanto a nivel de empresas privadas, como de instituciones vinculadas a sectores estatales y de la administración pública.
Un paso importante en materia de Economía Circular y Medio Ambiente lo ejemplifica la Comisión Europea, que orienta a los diferentes países que la integran formulando y fomentando iniciativas dirigidas a generar crecimiento sostenido y a crear nuevos puestos de trabajo.
Europa necesita transformar su modelo económico, cambiando el actual patrón de comportamiento “extraer-fabricar-usar-tirar” por enfoques que incentiven la reutilización, la reparación, el reacondicionamiento y el reciclaje, todo ello con el objetivo de ganar en flexibilidad y en competitividad.
El nuevo paquete de medidas formulado por la Comisión en diciembre de 2015 contiene medidas ambiciosas, que cubren todo el ciclo de vida de los productos, desde las fases de diseño y producción, pasando por las etapas de consumo, hasta el mejoramiento de la gestión de residuos al final de su vida útil. La Comisión presta especial importancia a los aspectos legislativos relacionados con los residuos, promueve la colaboración entre las industrias y la práctica del “Ecodiseño”, y ha puesto en marcha investigaciones destinadas a desterrar la práctica de la “obsolescencia programada”. Por último, propone medidas en materia de eficiencia energética, ciclo del agua y contratación pública, con el ánimo de generar ahorro económico, valor añadido y protección del medio ambiente, en este último caso, en todo en lo referente a la reducción de los gases de efecto invernadero.
Los Residuos y Excedentes Agrícolas constituyen una valiosa fuente de materia orgánica susceptible de ser empleada para producir energía, mediante un proceso que se basa en técnicas de transformación de la celulosa en Bioetanol. De este modo, los productores agrícolas se benefician de la venta de sus materiales residuales, obtienen a cambio un beneficio económico, y se evita que dichos materiales sean incinerados o acaben depositados en un vertedero. Por otro lado, las empresas productoras de Bioetanol tienen acceso a una materia prima más económica, si se la compara con la proveniente de cultivos específicamente explotados con este fin.
En el sector Ganadero, la adecuada gestión de Purines adquiere especial relevancia, no solo como vía para evitar la contaminación de suelos y fuentes de agua, sino también para aprovecharlos de modo equilibrado en el mejoramiento de los procedimientos de fertilización y recuperación de terrenos para el cultivo. Mediante técnicas innovadoras de gestión de las explotaciones ganaderas es posible reducir la producción de purines y optimizar el ciclo del agua. En igual sentido, ajustar de modo equilibrado la formulación y distribución de nutrientes a través de los sistemas de fertilización, permite mantener el equilibrio ambiental, y evitar el vertido y la dispersión incontrolada de elementos contaminantes que puedan luego generar, entre otros, los conocidos problemas de eutrofización de lagos, o de deterioro de la calidad de las aguas superficiales y subterráneas por arrastre e infiltración de dichos elementos contaminantes.
Empresas del sector de la informática, tales como IBM, han puesto en marcha con éxito políticas de reducción de residuos y programas de recuperación y reconversión de equipos obsoletos o próximos al final de su ciclo de vida, provenientes tanto de sus líneas de producción como de clientes y consumidores. El material residual es sometido a reciclaje, reacondicionamiento, reventa y reutilización, incluyendo el destino de algunos elementos a la producción de energía, y minimizando las aportaciones a vertederos o plantas de incineración. Esta iniciativa ha sido eficazmente complementada con políticas de reducción y rediseño de los sistemas de embalaje, generando importantes ahorros en costes directos y de transporte.
General Motors, empresa del sector de la automoción, ha conseguido importantes beneficios reincorporando residuos y subproductos a la cadena de producción, otorgando al proceso un esquema de circuito cerrado, y reduciendo la eliminación de residuos por incineración y destino a vertederos. Esta política ha implicado el rediseño y la puesta en marcha de nuevos modelos de producción, que además de incorporar los principios de la economía circular, han permitido reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el impacto sobre la salud y el medio ambiente. Además, estas medidas se han complementado con el compromiso de fabricar vehículos que son reciclables en un 85% al final de su vida útil.
Bridgestone, empresa fabricante de neumáticos, aplica la política de reutilización de residuos tanto con propósitos económicos como sociales, mediante la recolección de material usado. En lugar de eliminar los neumáticos al final de su ciclo de vida mediante métodos tradicionales, los destina a nuevos fines, tales como la elaboración de pavimentos y asfalto, o los emplea como materia prima para la fabricación de nuevas cubiertas. Dentro de este circuito, la empresa incorpora también material en desuso proveniente de otros fabricantes, competidores o particulares, maximizando el beneficio del proceso de reciclaje.
Una de las plantas industriales de la empresa Dow Chemical, la de Terneuzen, está situada en la zona costera de Holanda, donde la competencia por demanda de agua dulce enfrenta a los sectores de la industria, la agricultura y la vivienda, dificultando la gestión integrada de este recurso. Con el fin de optimizar el ciclo del agua en la región, Dow colabora con empresas del sector privado y con la ciudad de Terneuzen implementando un programa mediante el cual acepta las aguas residuales de la ciudad, las depura, y las reutiliza en sus procesos industriales. Como resultado de este planteamiento, logra la reutilización de unos 30.000 metros cúbicos de aguas residuales municipales al día, reduciendo en un 95% el consumo de la energía destinada al tratamiento del agua, y eliminando 60.000 toneladas anuales de emisiones de dióxido de carbono de la planta industrial.
Caterpillar, fabricante de maquinaria y equipos industriales de diversa naturaleza, aplica desde hace tiempo los principios de la economía circular. Durante los últimos 40 años ha desarrollado un procedimiento de “diseño para re-fabricación”, mediante el cual piezas y componentes usados son reconstruidos varias veces, y empleados para reparar, reemplazar o renovar máquinas. Todos los productos regenerados mediante este circuito cumplen con los mismos estándares que los productos homólogos nuevos, garantizando de este modo los correspondientes niveles y requisitos de calidad.
Es un hecho que la contaminación del aire y del agua, la deficiente gestión de residuos y de los recursos hídricos, el vertido incontrolado de aguas residuales y la carencia de infraestructuras y servicios de saneamiento y potabilización adecuados, favorecen la dispersión de agentes contaminantes, a la vez que representan factores de riesgo para la salud y el bienestar de los ciudadanos. Es igualmente evidente que el deterioro del paisaje y del ambiente físico, manifestado como consecuencia de la degradación de lagos y cuencas hidrográficas, y del impacto visual que genera la gestión deficiente e incontrolada de residuos, es también un fenómeno que erosiona considerablemente el bienestar y el estado emocional de las personas.
Pero también hay que reconocer que hoy en día se dispone de herramientas que permiten evitar, o al menos controlar de modo eficaz, estos y otros problemas y agresiones, que en caso contrario pueden poner en entredicho la posibilidad de garantizar la sostenibilidad de un ambiente acogedor para la sociedad.
A lo largo de las líneas que preceden se ha hecho alusión a la amplia gama de posibilidades que ofrece en este sentido adoptar los principios de la Economía Circular, siempre y cuando sean vinculados de modo indisociable al ejercicio inteligente de la Innovación y a la práctica responsable de la Prevención y de la Responsabilidad Social Corporativa. En todo caso, las iniciativas que deban ser implementadas habrán de ser asumidas de modo transversal y solidario por parte de todos y cada uno de los actores comprometidos con el proceso, es decir, desde el simple ciudadano de a pie, hasta los máximos responsables del sector empresarial y del mundo político.