Estimación de la aceleración producida sobre cuerpos que impactan sobre barandillas de seguridad

Las normas que regulan los sistemas provisionales de protección de borde especifican las cargas que deben resistir los sistemas y los máximos desplazamientos que pueden experimentar. Sin embargo, no se ocupan del posible efecto sobre el trabajador cuando impacta sobre uno de estos sistemas. Habitualmente se considera que aceleraciones superiores a 8g o 10g suponen lesiones peligrosas para el cuerpo humano. En este trabajo se ha hecho impactar elementos que simulan cuerpos humanos contra barandillas de seguridad y se han medido las aceleraciones producidas en éstos cuando varía la rigidez de los sistemas sobre los que se impacta y la energía del impacto. Los resultados permiten determinar qué sistemas y qué energías de impacto son seguras para los trabajadores.
Palabras Clave: 
Construcción; Seguridad; Barandillas; Impacto; Aceleración; ORP Conference
Autor principal: 
Nuria
Llauradó Pérez
Universidad Politécnica de Madrid/Escuela Técnica Superior de Edificación
España
Coautores: 
María de las Nieves
González García
Universidad Politécnica de Madrid/Escuela Técnica Superior de Edificación
España
Ángel
Castaño Cabañas
Universidad Politécnica de Madrid/Escuela Técnica Superior de Edificación
España
Alfonso
Cobo Escamilla
Universidad Politécnica de Madrid/Escuela Técnica Superior de Edificación
España

Introducción

Los accidentes en construcción debidos a las caídas en altura suponen un alto porcentaje del total de los ocurridos en el sector. Internacionalmente, las normas y reglamentos consultados limitan la altura de caída con el fin de prevenir lesiones y daños a los trabajadores [1] [2] [3] [4] [5].

La estrategia preventiva frente al riesgo de caída en altura establece el siguiente orden de actuación: en primer lugar eliminar los riesgos en el origen; si no es posible, la altura de caída debe ser limitada mediante protecciones colectivas; en último lugar hay que dotar a los trabajadores de equipos de protección individual frente a la caída [6].

La eliminación de los riesgos en el origen se puede conseguir planificando la ejecución de la obra, ejecutando la obra con medidas de protección integradas en la propia estructura o instalando protecciones colectivas que impidan la caída.

Los sistemas que limitan la altura de caída suelen estar formados por redes que transmiten la energía del impacto a la estructura en construcción, a través de elementos más rígidos, generalmente metálicos. En Europa gran parte de estos sistemas están normalizados [7] [8] [9]. Algunas tipologías como las redes sobre pescante, se vienen empleando en España desde hace decenios. Sin embargo, aspectos esenciales acerca de su comportamiento, como puede ser la máxima aceleración experimentada por el cuerpo después del impacto sobre la red, no se han conocido hasta la realización de trabajos recientes [10] [11].

La utilización de equipos de protección individual supone generalmente la realización de anclajes a la estructura. Un punto crítico de estos sistemas es la resistencia al arrancamiento del anclaje en el punto donde se amarra [12] [13] [14]. La influencia del peso del trabajador [15] y de las condiciones ambientales sobre el comportamiento de los absorbedores de energía son cuestiones que condicionan su comportamiento [16].

La protección frente a caída en altura mediante sistemas provisionales de protección de borde (SPPB) constituye un sistema eficaz porque elimina el riesgo en el origen, impidiendo la caída y evitando por tanto la posibilidad de sufrir lesiones cuando un trabajador impacta contra otro sistema que solo limita la altura de caída. Estudios previos han mostrado que el empleo apropiado de SPPB puede prevenir una buena cantidad de accidentes y de caídas desde altura [17] [18] [19] [20]. Otros estudios han evaluado el comportamiento de SPPB fabricados en madera frente a cargas estáticas y/o de impacto [21] [22] [23].

Los documentos consultados que regulan los SPPB [24] [25] [26] [27] [28] [4] [5] exigen la superación, por parte de éstos, de requisitos de tipo geométrico y de tipo mecánico. Los requisitos de tipo geométrico establecen las dimensiones de los SPPB para que el trabajador no rebase el sistema y caiga, o los objetos no pasen desde el forjado al vacío. Los requisitos de tipo mecánico exigen una determinada resistencia al sistema y limitan sus desplazamientos frente a unas cargas dadas. El objetivo de establecer una limitación de la flecha se basa en impedir que el trabajador pueda bascular sobre el SPPB y caer al vacío [22].

Una de las misiones fundamentales de un SPPB es detener a un trabajador que caminando por la obra tropieza, cae y golpea contra el SPPB. Esta acción es de naturaleza dinámica y se aplica en forma de impacto. También existen documentos que para la comprobación de SPPB, especifican cargas dinámicas, modelizando el choque de un trabajador contra un SPPB mediante un impacto con una determinada energía.

Cuando un el SPPB cumple la misión para la que ha sido diseñado, el accidentado no cae al vacío pero, la energía acumulada hasta colisionar con el SPPB tiene que ser absorbida por los dos elementos implicados en el impacto. Las tablas de madera, la configuración del sistema y el resto de elementos que componen el sistema (en especial los anclajes), tienen un comportamiento elástico que será capaz de absorber parte de ella, el resto tiene que absorbido por el cuerpo humano y dependiendo de su magnitud, puede llegar a límites intolerables para ser disipadas sin provocar lesiones.

Los límites máximos de energía que pueden ser tolerados por el cuerpo humano dependen, en gran medida, de las condiciones físicas del individuo, de la zona corporal afectada, de la superficie de contacto que recibe el impacto y de otros muchos factores, por tanto, establecer un valor máximo tolerable resulta muy difícil. En este sentido, se han realizado muchas investigaciones, la mayoría en el ámbito de la seguridad vial, y se ha alcanzado un consenso que oscila entre una horquilla de valores máximos de 160 y 180J.

El método de ensayo del I’Institut Nacional de Recherche et de Sécurité [22] [29] indica un impacto de un cuerpo de 80 kg de peso que golpea con una velocidad de 2m/s (E = 160J). Otros documentos [30] especifican un impacto con un peso de 90 kg y la velocidad anterior (E = 180J).

Metodología

En el sector de la construcción se utilizan de manera muy generalizada, piezas de madera aserrada de pequeña escuadría como elementos de medios auxiliares y de protecciones colectivas. Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, resulta necesario determinar el comportamiento de estos elementos frente al impacto, para poder predecir los eventuales daños ocasionados a un operario en caso de accidente.

La evaluación de estos elementos a impacto se realiza en muchas ocasiones, de una manera sencilla, mediante el coeficiente de amplificación dinámica. Este procedimiento ha dado buenos resultados en el análisis de pescantes de acero que sostienen redes de seguridad o en barandillas de acero, situaciones en las que se han contrastado los resultados analíticos con los obtenidos experimentalmente. Sin embargo la validez del procedimiento no se ha contrastado en elementos de madera de pequeña escuadría, muy empleados en el sector de la construcción, por ejemplo en barandillas de seguridad para sistemas de protección de borde de forjado, andamios o plataformas de descarga.

En este trabajo se han ensayado a flexión, bajo cargas estáticas y de impacto, tablas de madera de distintos espesores y calidades. Las tablas se han instrumentado mediante galgas extensométricas para medir las deformaciones y transductores para obtener el valor de los desplazamientos. La comparación entre los resultados obtenidos en los ensayos estáticos frente a los dinámicos nos permitirá evaluar la validez de la Hipótesis de Rayleigh empleada en el cálculo dinámico clásico según la cual, la deformada estática y dinámica son semejantes. Además los resultados permiten comparar las aceleraciones producidas con las máximas aceleraciones que puede asumir el cuerpo humano sin sufrir lesiones de tipo irreversible.

Materiales, técnicas empleadas y trabajo experimental realizado

Se ha trabajado sobre tablas de madera de pino silvestre del Aserradero de El Espinar (Segovia-España). Las tablas ensayadas son de la misma calidad y geometría que las habitualmente suministradas por el aserradero para trabajos en el sector de la construcción como elementos para formar parte de medios auxiliares o protecciones colectivas. Las tablas se han escogido de distintos espesores y calidades, para comprobar la posible influencia de estas variables en los resultados obtenidos.

Todas las tablas se han ensayado previamente a flexión, como biapoyadas, con una carga puntual en el centro y una luz entre apoyos de 2400 mm.

Se han colocado galgas extensométricas en la parte superior e inferior de la tabla, en secciones distantes, respectivamente, 400 mm, 800 mm y 1200 mm (sección central) de uno de los apoyos.

Se ha evaluado el momento teórico de rotura utilizando la formulación del Eurocódigo 5. Para ello se ha empleado, como tensión de rotura a flexión de la madera, la proporcionada por la clase resistente, medida en la zona del tercio central de la pieza. A partir del momento teórico de rotura, se ha obtenido la carga de rotura y se ha realizado el ensayo bajo cargas estáticas, llegando solo hasta el 60% de la carga de rotura, para evitar plastificaciones o daños locales de las piezas que pudieran influir en su comportamiento ante posteriores ensayos. El ensayo se ha realizado disponiendo las tablas biapoyadas y cargándolas de forma puntual en la sección central hasta 1080N de peso. Durante la realización del ensayo se han registrado las deformaciones en las seis galgas.

A continuación, las tablas biapoyadas se han sometido a impactos de 120J y 180J mediante sacos de pellets de 300N que se han dejado caer desde alturas de 0.40m y 0.60m, respectivamente. Durante el impacto se han registrado las deformaciones y el máximo desplazamiento experimentado en las mismas secciones que en los ensayos estáticos.

Resultados obtenidos

En la Figura 1 se muestran, a modo de ejemplo, las deformaciones experimentadas por una de las tablas ensayadas en las tres secciones instrumentadas. En la parte superior de la figura se indican las deformaciones en la cara superior (U), mientras que en la parte inferior se muestran las de la cara inferior (D). Las secciones a 0.40 m, 0.80 m y 1.20 m del apoyo se han designado como a, b y c, respectivamente. Las deformaciones se producen por aplicación de pesos sucesivos, colocándose en el centro del vano hasta 18 piezas superpuestas, de 6 kg cada una, resultando un total aplicado de 108 kg.

Figura 1. Deformaciones experimentadas durante los ensayos estáticos.

Las Figuras 2 y 3 contienen los datos relativos a las deformaciones experimentadas por una de las tablas bajo los impactos de 120J y 180J, respectivamente. El código de subíndices empleado en las figuras 2 y 3 coincide con el empleado en la figura 1.

NO DISPONIBLE

Figura 2. Deformaciones experimentadas durante el ensayo de impacto (120J).

Figura 3. Deformaciones experimentadas durante el ensayo de impacto (180J).

En la Tabla 1 se indican los máximos valores de deformación (microdeformaciones) experimentados en el ensayo estático y en los dos ensayos de impacto en las seis fibras de la tabla ensayada.

Ensayo

Posición

Sección a

Sección b

Sección c

Estático

1080 N

(U)(D)

6301175

370695

335390

Estático

1080 N

(U)(D)

170360

120185

85100

Impacto

120 J

(U)(D)

920780

540

-

520615

Impacto

180 J

(U)(D)

12502500

7601420

720900

Tabla 1. Máximos valores de deformación (microdeformaciones) durante los ensayos realizados.

Análisis y discusión de los resultados

Los resultados muestran que tanto en los ensayos estáticos como en los ensayos dinámicos, la deformación producida en la fibra inferior es muy superior a la producida en la fibra superior. Esto indica que, manteniendo la hipótesis de secciones planas antes y después de la deformación, la línea neutra se desplaza por encima del centro de gravedad de la sección.

En la tabla 2 se indica la relación entre la deformación de la fibra superior y de la fibra inferior obtenida durante la realización de los ensayos en todas las secciones estudiadas.

ENSAYO

Sección a

Sección b

Sección c

Estático 1080N

1.86

1.87

1.16

Estático 300N

2.11

1.54

1.18

Impacto 120 J

1.93

-

1.18

Impacto 180 J

2.00

1.87

1.25

Tabla 2. Relación entre las deformaciones de las fibras inferior y superior.

Puede comprobarse que existe una buena concordancia entre la relación de las deformaciones obtenidas en régimen dinámico (carga de impacto) y en régimen estático, lo que apunta a que la Hipótesis de Rayleigh, empleada en el cálculo dinámico clásico según la cual la deformada estática y dinámica son semejantes, puede ser empleada para obtener el efecto dinámico de la carga mediante la aplicación del coeficiente de impacto. Si se toma como parámetro para determinar el efecto dinámico de la carga la máxima deformación obtenida en cada ensayo, se obtendrían valores de coeficiente de impacto para las alturas de 60cm y 40cm de 6.9 y 4.9. Analíticamente, los valores obtenidos serían 6.3 y 5.2 lo que demuestra que puede emplearse la teoría clásica de impacto para evaluar barandillas de seguridad realizadas con tablas de madera y sometidas a acciones de impacto.

Las máximas aceleraciones producidas sobre los cuerpos que impactan (que simulan muy aproximadamente la densidad del cuerpo humano) han sido 16g y 12g, valores muy superiores a los admitidos por las recomendaciones internacionales como asumibles por el cuerpo humano sin sufrir lesiones graves.

Conclusiones

Puede emplearse la Hipótesis de Rayleigh para calcular barandillas de seguridad compuestas con tablas de madera en sus elementos horizontales.

No todos los sistemas son válidos como barandillas de seguridad, sería preciso realizar un estudio acerca de las aceleraciones que se producirían en el cuerpo en caso de impactar contra ellos (máximo 180J).

Las normas deberían especificar rigideces máximas de los elementos que reciben los impactos en los casos de accidentes para así limitar los efectos nocivos sobre los trabajadores accidentados.

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