Francia apela la sentencia del Tirbunal General de la UE que anulaba la clasificación como cancerígeno del dióxido de titanio, lo que paraliza temporalmente la decisión del Tribunal

El miércoles 8 de febrero, el gobierno francés anunció que apelaba la sentencia de 23 de noviembre de 2022 del Tribunal General de la Unión Europea (TUE) que anulaba el reglamento delegado de la Comisión Europea relativo a la clasificación y etiquetado del dióxido de carbono titanio como un carcinógeno sospechoso (categoría 2) por inhalación para ciertas formas de polvo.

El dióxido de titanio (TiO2) se usa en una amplia variedad de aplicaciones industriales, incluidas pinturas, ciertos plásticos, alimentos o medicamentos, para brindar brillo y un color blanco.

Francia impugna la decisión del Tribunal General de la Unión Europea de cancelar la clasificación cancerígena del dióxido de titanio por considerar que el Tribunal General excedió los límites de su control judicial al llevar a cabo su propia evaluación e interpretación de los datos científicos.

Esta decisión judicial es también un revés en términos de protección de la salud de los ciudadanos y trabajadores europeos que manipulan esta sustancia. Este llamamiento responde a la necesidad de reafirmar las propiedades peligrosas del dióxido de titanio.

La introducción del recurso de casación tiene efecto suspensivo de la sentencia del Tribunal General, por lo que la calificación armonizada seguirá aplicándose hasta el resultado de este nuevo procedimiento.

Francia, pionera en la regulación del dióxido de titanio, reafirma los peligros asociados al mismo

Las autoridades francesas están particularmente atentas a la peligrosidad del dióxido de titanio y han desempeñado un papel de liderazgo en términos de experiencia científica y propuestas de gestión regulatoria.

La Agencia Nacional de Seguridad y Salud Alimentaria, Ambiental y Laboral (ANSES) inició el proyecto para clasificar el dióxido de titanio como carcinógeno (2016) que condujo a la adopción por parte de la Comisión Europea de una clasificación armonizada, impugnada por los fabricantes.

Francia también suspendió, a partir del 1 de enero de 2020, la comercialización de productos alimenticios que contengan TiO2 (denominado E171 cuando se utiliza como aditivo alimentario), antes de que la Comisión Europea anunciara la generalización de esta prohibición a toda la Unión Europea en octubre de 2021 debido a las persistentes dudas sobre la seguridad de este aditivo. Francia también intervino en apoyo de la Comisión Europea en el marco del recurso de nulidad interpuesto por los fabricantes contra la clasificación del dióxido de titanio como presunto carcinógeno.

Fuente: ecologie.gouv.fr