‘BABY BOOMERS’ Pensiones, familia, paro... ¿Por qué es la generación más estresada de la historia?

‘BABY BOOMERS’ Pensiones, familia, paro... ¿Por qué es la generación más estresada de la historia?

Son la generación más numerosa, tienen entre 45 y 65 años y se sienten atrapados entre la incertidumbre sobre su futuro y el estrés de un presente en el que luchan por conservar su empleo mientras cuidan de sus padres, hijos e incluso nietos. Radiografía de los ‘baby boomers’.
7 Diciembre 2022
Es una generación marcada por el esfuerzo, debido a lo difícil que resultaba destacar: crecieron en familias numerosas y en clases llenas de alumnos.FOTO: ARCHIVO ABC.

Dicen de ellos que sostienen el país. Y lo hacen entre malabarismos para cuidar de padres, hijos e incluso nietos y moviéndose en un mercado laboral donde se sienten cada vez más en la cuerda floja. Todo ello mientras miran preocupados

un futuro inminente en el que sus pensiones de jubilación parecen amenazadas, con 30 o 40 años de vida todavía por delante. Porque en esas andan los baby boomers, el grupo de población más numeroso de nuestro país –hoy, entre los 45 y los 64 años– y «la generación más estresada de la historia».

Lo dice el sociólogo Pau Miret, investigador del Centre d'Estudis Demogràfics, de la Universidad Autónoma de Barcelona. Hablamos de una generación que se siente atrapada entre la ansiedad que les causa la incertidumbre sobre su futuro y el estrés de un presente acelerado en el que apenas tienen tiempo para cuidar de sí mismos. Y eso que necesitan hacerlo: es fundamental para retrasar todo lo que puedan una eventual situación de dependencia.

El declive sexual de una generación

No es lo único que crea desasosiego a los miembros de esa generación, marcada por ser tremendamente numerosa. «Los baby boomers somos prácticamente uno de cada tres españoles –explica Miret–. Que seamos tantos provoca una serie de problemas. Siempre los ha provocado».

«La célebre frase '¡qué ganas tengo de jubilarme!' ya no tiene sentido para ellos. Saben que jubilarse implicará apretarse el cinturón hasta el final de sus vidas –señala el psicólogo Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés durante 28 años–. La incierta sostenibilidad de las pensiones es una gran preocupación para ellos».

En 2027 se espera un aumento significativo de pensionistas, que persistirá a lo largo de décadas

«Debería ser positivo que vivamos más años –añade Miret–, pero para el Estado, por sus implicaciones en los sistemas de pensiones y sanitario, todo esto se ve como un problema». Problema que se agravará a partir de 2027, cuando convivirán dos edades ordinarias de jubilación: la de 65 años, para los que hayan cotizado durante 38 años y seis meses, y la de 67 años, para los que no hayan alcanzado este tiempo trabajado. Teniendo en cuenta que en 1960 hubo 641.282 nacimientos (el doble de los que hay actualmente, más cerca de la natalidad de 1940), se espera un aumento significativo de los nuevos pensionistas, que persistirá a lo largo de dos décadas.

Este desenlace incierto de la vida laboral es muy desconcertante para una generación que vivió en carne propia el final de una era dominada por la estabilidad. Los boomers vieron a sus padres y abuelos trabajar en empresas donde pasaron toda su vida; una cultura empresarial que saltó por los aires entre reestructuraciones de plantillas, reconversiones industriales y despidos masivos.

Masificación. Es una generación marcada por el esfuerzo, debido a lo difícil que resultaba destacar: crecieron en familias numerosas y en clases llenas de alumnos.FOTO: ARCHIVO ABC.

Se trata, además, de una generación caracterizada por el esfuerzo. Los boomers necesitaron empeño y determinación para destacar. Crecieron en el seno de familias numerosas, estudiaron en clases llenas de alumnos y se lanzaron en masa a un mercado laboral donde no había empleo para todos. Empleos que ahora luchan por conservar.

La generación del odio

Lo mismo ocurre con su estilo de vida. Fue, sin ir más lejos, la primera generación que comenzó a permitirse hacer turismo. «Los boomers rompimos la austeridad de la generación anterior. Nuestros padres no se planteaban un descanso más allá de irse a la playa en coche unos días o pasar todo el mes en el pueblo –señala Miret–. Nosotros, sin embargo, viajamos en nuestro mes de vacaciones. Es una especie de seña de identidad. Basta ver lo rápido que se ha recuperado el turismo pasada la pandemia». Incluso aunque para ello haga falta pedir un préstamo al banco. De hecho, los créditos solicitados el pasado verano con este propósito –45,7 por ciento de los cuales fue concedido a baby boomers– duplicaron los del año anterior, si bien el monto de los mismos se redujo en un 33 por ciento (de 4300 a 2900 euros), según un estudio del comparador on-line de préstamos Lendo, conectado a más de 110 entidades financieras.

Mantener estos hábitos, sin embargo, se antoja cada vez más difícil. «Estamos siendo aparcados, relegados. Ya no estamos en los retos organizacionales ni en los planes de carrera y de formación de las empresas –lamenta Elena Cascante, socióloga, politóloga, directora del Observatorio Generación y Talento y presidenta de la Asociación 50plus Think Tank–. Y me refiero solo a los que seguimos en el mercado laboral, porque muchos se han ido por la puerta de atrás: desvinculados, prejubilados, despedidos sin reconocimiento alguno...».

«Se insiste tanto en que somos viejos que nos lo acabamos creyendo, pero estamos en plenitud»

Situación esta que implica, además, un incremento de la carga para el Estado. «Piensa que el 70 por ciento de esas personas ya no retorna al mercado laboral y se convierte en desempleado de larga duración –añade–. El sistema no se puede permitir el lujo de dejar fuera a un porcentaje tan elevado de cotizantes».

'Bótox al currículum'

Es difícil, sin embargo, vencer el edadismo, es decir, la discriminación por edad. «Estamos poniendo 'bótox' a todo –advierte la presidenta de 50plus Think Tank–. Tienes que poner 'bótox' al currículum si quieres volver a trabajar y quitarte por lo menos diez años para tener alguna oportunidad». Y, aun así, si un boomer supera la primera criba, suele ser descartado en la siguiente etapa del proceso de selección.

«Se nos insiste tanto en que somos viejos que nos lo acabamos creyendo. Pero estamos en pleno potencial productivo y, aunque no seamos nativos digitales, nos hemos reciclado para afrontar cualquier reto», subraya Miret. Una situación que se traduce en estrés y ansiedad para millones de personas al ver que, mientras aumenta la esperanza de vida general, se reduce su esperanza de vida laboral. «Muchos baby boomers no saben si trabajarán hasta la edad de jubilación, si cobrarán la pensión completa... –prosigue la directora del Observatorio Generación y Talento–. Tras haber vivido siempre para trabajar, se enfrentan ahora a un nuevo ciclo instalados en el miedo, la ansiedad y la depresión. Eso deteriora la salud y tiene un fuerte impacto en el coste sanitario».

Además de ser un caldo de cultivo para el hiperconsumo de benzodiacepinas, un recurso nada recomendable, pero síntoma de la vorágine del día a día que supera a la generación baby boomer, marcada por apretadas agendas médicas de los padres y el dilatado cuidado de los hijos. «En España, los hijos no se van de casa. Es un motivo más de ansiedad y estrés para estos padres boomers –afirma Cano Vindel, en referencia a los sentimientos encontrados que genera esta situación–. Están prolongando en exceso la crianza, y eso causa mucho estrés. Pero, por otro lado, sienten una gran satisfacción por ayudar a sus hijos y lo hacen porque quieren». Y, en el caso de los que ya son abuelos, aún hacen un encaje de bolillos para llevar a los nietos a la guardería u ocuparse de ellos los fines de semana.

«Todo ello mientras seguimos con el sistema de jornada laboral de 40 horas, creado en la Segunda República, cuando la esperanza de vida rondaba los 50 años y la comunidad, el vecindario, desempeñaba un papel importante en el cuidado de los niños y mayores –señala el sociólogo e investigador Pau Miret–. Hoy, esta asistencia se reduce a la familia nuclear. Para cuidar de uno mismo y de los demás se necesita tiempo, y los boomers no lo tenemos».

La demanda de conciliación, de hecho, ha surgido en los últimos años desde otras generaciones más jóvenes. «Los boomers no hemos reivindicado para nosotros mismos ese tiempo de ocio y familia», aclara Cascante. Lo ha hecho la generación más joven.


LOS 'BOOMERS' ESPAÑOLES SON DIFERENTES

⇒ España tuvo su baby boom 10 años más tarde que el resto de Europa por la posguerra, especialmente larga y penosa.

⇒ Aunque no hay unanimidad sobre cuándo empieza y acaba la generación baby boomer, el periodo de explosión de fecundidad comprende de 1958, con 603.717 nacimientos, a 1977, con 797.066 nacimientos.

⇒ El pico fue en 1976, con 811.252 nacimientos. Por eso, aunque sorprenda, los españoles de entre 45 y 50 años son aún boomers. Con un matiz: los nacidos entre 1975 y 1982 fueron denominados generación X o GEN X en referencia al cambio de valores de la época, una rebelión contra la autoridad de los adultos. Esa 'subgeneración' es la precursora de los millennials (o generación Y), marcados por el cambio de siglo y la tecnología.

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