Qué preguntarse antes de implantar teletrabajo

Redacción

La Guía de recomendaciones y buenas prácticas para el impulso del teletrabajo, de la Junta de Andalucía ha elaborado el siguiente cuestionario de autoevaluación, para verificar la situación de la empresa:

Las preguntas 1 y 2 evalúan la viabilidad del teletrabajo en función de los puestos de trabajo existentes y las tareas desarrolladas en la empresa.

Las preguntas 3 y 4 evalúan las posibilidades de la empresa para destinar tiempo y recursos a implantar el teletrabajo. Si ha contestado negativamente, tenga en cuenta que, como todo cambio organizativo, el teletrabajo implica una serie de gastos iniciales, pero éstos resultan amortizables en el medio plazo por los beneficios que reportan en términos de productividad y ahorro de costes.

Las preguntas 5 y 6 evalúan la cultura de conciliación existente en la empresa. Si ha respondido negativamente a estas preguntas, es porque no considera que sus empleados pueden rendir más si la empresa les facilita conciliar su vida laboral y personal. No obstante, esta relación se ha constatado en múltiples ocasiones, y su empresa podría incidir en ella utilizando el teletrabajo como una medida de conciliación.

Las preguntas 7 y 8 evalúan la viabilidad de establecer en la empresa los procesos organizativos que reclama el teletrabajo. Si sus respuestas han sido negativas, debe incidir en la gestión de estos cambios organizativos, para lo que las indicaciones de la guía le resultarán de utilidad.

Las preguntas 9 y 10 evalúan el uso de las TIC en la empresa. Si sus respuestas han sido negativas, deberá incidir en el aprovechamiento de las mismas y en la formación en este ámbito de sus empleados para sacar todo el partido al teletrabajo en el caso de que decida poner en marcha el proyecto.

Aunque este cuestionario no pretende ser determinante, trata aspectos de adecuación y decisiones a resolver en distintas áreas para que la implantación del teletrabajo sea posible y efectiva.

Otro tipo de preguntas que aportan matices interesantes de cara a la implantación del teletrabajo, serían también:

• ¿Soy el tipo de empresa capaz de medir el esfuerzo solo por resultados?

Si la empresa y sus mandos no cuentan con el tipo “liderazgo” capaz de medir el esfuerzo exclusivamente por los resultados, quizás no podrá definir objetivos claros en plazos concretos.

• ¿Algunos de los empleados de la compañía ya trabajan fuera de la oficina?

Si este es el caso, es posible que ya cuentes con medios técnicos, organizativos y también con personal y experiencia en movilidad, todos estos factores facilitaran la implantación del teletrabajo. Además, según HR INSIDE. “Que tus empleados hagan eso, por responsabilidad propia, ya te está dando una pista de los empleados que sí podrían trabajar desde casa y de quienes no tendrías que preocuparte al respecto”.

• ¿Quieren mis empleados trabajar desde casa?

En el caso que hemos visto Ctrip de las 1000 personas del servicio de atención telefónica del centro de Shanghai a quienes se preguntó si querrían trabajar desde casa, la mitad unas 500 dijeron que si y la otra mitad dijeron que no. No debemos suponer que todas las personas querrán optar por la vía de tele trabajar. “Seguramente hay personas que prefieran pasar su jornada laboral en la oficina porque tienen menos distracciones, son más productivos… Permite que ellos sigan quedándose en la oficina; al fin y al cabo, ahí es donde han estado siempre”.  Fuente: HR INSIDE.

• ¿Podemos hacer una prueba?

“Si te estás planteando permitir que tus trabajadores trabajen desde casa este verano, pero no estás seguro de si realmente va a funcionar el experimento, te proponemos una cosa: haz una prueba. Puedes empezar por mandarles a casa un día y valorar su rendimiento. Si el resultado es positivo, sabrás que puedes confiar en ellos para que pasen (por ejemplo) dos semanas trabajando en casa. De lo contrario, es mejor que sigan haciéndolo a la antigua”. Fuente: HR INSIDE.

Tal como hicieron en Ctrip probaron el sistema de forma parcial entre unos 250 trabajadores, la experiencia les sirvió para poder valorar, el funcionamiento, los resultados, los métodos, posiblemente la sistemática y normativa,… también para conocer mejor a sus trabajadores en el sentido de aquellos a los que puede encajar el teletrabajo y aquellos a los que no. Por ejemplo, los jóvenes y provenientes de zonas a los que el trabajo les aporta socialización no veían interés en él, en cambio otros perfiles si que lo aceptaban de buen grado, con la ventaja añadida que según su propio experimento Ctrip llego a la conclusión de que los trabajadores que no querían optar al teletrabajo también eran los que habían sido menos productivos.