Covid-19 como enfermedad profesional: la necesidad de una homogeneización europea

Covid-19 como enfermedad profesional: la necesidad de una homogeneización europea

Los sindicatos europeos se posicionan
22 Junio 2021

La pandemia de Covid-19 está teniendo un fuerte impacto en los trabajadores expuestos al virus en su entorno laboral. Según Eurostat (la Oficina Europea de Estadística), la mayoría de los Estados miembros reconocen al Covid-19 como una enfermedad profesional.

Sin embargo, la situación sigue siendo compleja y contrastada en toda Europa. Esa es una de las principales lecciones aprendidas del primer seminario en línea de ETUI, "Covid-19 como enfermedad profesional", donde expertos de 12 países proporcionaron algunos ejemplos legales y prácticos.

Estar infectado por el virus Covid-19 en el lugar de trabajo es, sobre todo, una cuestión de calificación legal. Por ejemplo, España e Italia fueron los dos países más afectados por la pandemia Covid-19. Sin embargo, comparten diferentes puntos de vista sobre cómo abordar el fenómeno. Si el Covid-19 cumple las condiciones para ser considerado enfermedad profesional en España, se trata como un accidente de trabajo en Italia.

En la mayoría de los países europeos, las enfermedades profesionales se clasifican en listas que pueden ajustarse a las listas de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) o de la UE (Unión Europea). Covid-19 generalmente se equipara a enfermedades infecciosas como en Hungría, Polonia, Eslovaquia, Croacia y Letonia.

Estas listas se refieren principalmente a empleados con pocas diferencias de un país a otro. Por ejemplo, según la legislación francesa, solo los trabajadores del sector privado pueden reclamar el reconocimiento. Para ser considerada una enfermedad profesional, debe establecerse una conexión clara entre la enfermedad y la exposición en el lugar de trabajo. Este vínculo parece obvio con respecto a los trabajadores de servicios sociales y de salud en el contexto de la pandemia Covid-19.

Sin embargo, tiene que ser objeto de procedimientos de reconocimiento, a veces muy complejos, para cumplir con los requisitos médicos y administrativos. Únicamente en la República Checa, no es necesaria la prueba de que la enfermedad realmente surgió en relación directa con el desempeño del trabajo. Eso ilustra el hecho de que los requisitos y procedimientos pueden variar de un país a otro. Además, pueden pasar meses antes de que se reconozca.

Primero y ante todo político

La manifestación clínica de la enfermedad puede ser difícil de investigar, ya que no siempre se consideran los casos asintomáticos y los efectos a largo plazo del Covid-19. Las diferencias de prácticas también aparecen ya que las evaluaciones sectoriales son menos la regla general que la investigación caso por caso.

En Portugal, el problema del reconocimiento es, ante todo, político: solo los trabajadores sanitarios y los agentes de seguridad pueden reclamarlo. En Francia, como se excluye a una amplia gama de sectores, los procedimientos judiciales se convirtieron en el único camino para que los trabajadores reclamen sus derechos.

La situación rumana también difiere debido a un marco legislativo restringido que explica por qué solo unos pocos casos cumplen las condiciones de reconocimiento. Una vez establecida la enfermedad profesional, los trabajadores se benefician de una indemnización que cubrirá, total o parcialmente, su pérdida de ingresos.

Aquí tampoco hay reglas generales. Los Países Bajos hacen la distinción porque no existe un sistema de compensación para una enfermedad profesional, incluso si existen muchos arreglos categóricos para sectores y enfermedades específicos. Por lo tanto, Covid-19 no se reconoce como una enfermedad ocupacional resarcible.

Según UNICARE, que ha realizado un proyecto de investigación sobre los trabajadores sanitarios afectados por el Covid-19, los países europeos permiten un apoyo social más inclusivo y mejor. Sin embargo, la diversidad de políticas resalta la necesidad de establecer reglas comunes para reconocer al Covid-19 como una enfermedad ocupacional. La definición de los síntomas clínicos de Covid-19 también podría ampliarse para incluir efectos y consecuencias a largo plazo, que aún no se conocen bien. Además, se necesitan datos para evaluar con precisión cuántos trabajadores se ven afectados y cuáles son los sectores afectados.

Fuente: ETUC

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