Responsable de RSC: el alma del crecimiento empresarial sostenible
Responsable de RSC: el alma del crecimiento empresarial sostenible
Trabaja de forma transversal junto al resto de la empresa para que su crecimiento implique mejoras económicas y ambientales para el conjunto de la sociedad, lo que da un valor añadido a su actividad.
Hablamos con Carlota Galván, que con solo 27 años es mánager de RSC en Damm, una de las empresas más antiguas de España (fundada en 1876), para conocer los detalles de este oficio. En un puesto de trabajo tan reciente como el suyo, nos cuenta cuál es el papel de su departamento y qué se necesita para alcanzar esta posición.
¿Cómo describirías la profesión de RSC para quien no sepa lo que significan esas siglas?
La RSC fomenta el crecimiento sostenible de las empresas e instituciones, pero también de la sociedad en general. Se basa en dar apoyo a los stakeholders o “partes interesadas”, como son los medios de comunicación, proveedores, partners, los propios trabajadores… Cada compañía tiene los suyos. A partir de ahí, desarrollamos proyectos y estrategias para implementar ese crecimiento sostenible.
Nació en Estados Unidos hace unos años, luego llegó al norte de Europa y ahora también a países más al sur, como España. Es un campo en expansión.
¿Cómo llegaste hasta esta posición?
Yo estudié Publicidad y Relaciones Públicas, pero no son los únicos estudios que sirven para llegar a un puesto de RSC. Es complicado, puesto que es un campo bastante nuevo y hay muy pocos estudios específicos, casi todos, postgrados online.
Mucha gente que se dedica a la RSC proviene de la comunicación y el marketing, como es mi caso, ya que la RSC está muy vinculada a la reputación de la compañía. También hay quien proviene del sector medioambiental o de la administración y dirección de empresas, o incluso del derecho.
Como formaciones específicas, existen, por ejemplo, un curso de RSC en el Instituto de Estudios Económicos y otro máster de la Universitat Oberta de Catalunya.
¿Qué otras formaciones resultan especialmente valiosas para quien quiera trabajar en este oficio?
La RSC es una tendencia que ha venido para quedarse y va acompañada de la transformación digital. Luego se podrían realizar formaciones en innovación social, comunicación aplicada a la RSC, gestión de la reputación… Sobre esto último, hay otro curso que también hice y me vino muy bien: el de la comunicación en crisis, ya que cuando trabajas en RSC es importante saber comunicar bien.
“La habilidad primordial de un responsable de RSC es la empatía. Y tener vocación social y medioambiental, así como las buenas dotes de comunicación”.
¿Qué habilidades debe tener un responsable o mánager de RSC?
Como habilidad primordial, te diría que la empatía. Saber escuchar y entender a tus stakeholders, a tu equipo. Nosotros innovamos en base a lo que va solicitando la sociedad. Ahí entran trabajadores, vecinos, nuestro entorno… Debemos ser capaces de entenderles y darles respuesta. La coherencia es clave.
En cualquier caso, creo que para trabajar en RSC hace falta ser una persona que, más allá de su formación, tenga una vocación social y medioambiental. También debe tener buenas dotes de comunicación, ya que va a estar gestionando proyectos con muchos equipos y departamentos de trabajo.
Por ejemplo, puedes tener una base medioambiental muy buena, pero debe ir acompañada de don de gentes y creatividad. También necesitas una gran capacidad de adaptación y ganas de aprender constantemente, pues hay mucho que inventar. A mí por ejemplo, lo que más me cuesta es la parte medioambiental.
¿Cómo es tu día a día en este departamento?
Al ser la RSC algo tan incipiente en España, no hay un día a día definido. De hecho, en Damm, el departamento existe desde hace apenas dos años. Un día montamos un foro de empleo para fomentar el empleo y el branding, por ejemplo. Otro día, un proyecto para crear proveedores responsables y evaluar a los nuestros junto al departamento de Compras, o nos reunimos con el departamento Medioambiental para mejorar la sostenibilidad de nuestros envases.
En cualquier caso, lo que hacemos primero es crear un plan estratégicosobre el cual trabajar. Por ejemplo, hay días que sí podemos anticipar que tendremos más carga de trabajo, como los “días mundiales”, en los que tratamos de potenciar iniciativas, como el Family Day o el Día Internacional de la Mujer.
También hay otros trabajos más rutinarios, que se repiten cada año: nos encargamos del reporte de la memoria anual, donde se ve reflejado todo lo que la compañía ha hecho durante el año, o el informe no financiero, que nos encargamos de verificar.
“El principal objetivo es que la empresa crezca de forma sostenible y se adapte a las nuevas tendencias sociales”.
Desde un departamento de RSC, ¿qué objetivos se persiguen?
El principal objetivo es que la empresa crezca de forma sostenible y se adapte a las nuevas tendencias sociales. Cabe recordar que las empresas actuales tienen ciclos de vida de 10 o 20 años y nosotros ya tenemos más de 140 años. O nos renovamos o morimos. Pero hemos de crecer de forma respetuosa con nuestro entorno.
¿Qué colectivos o qué causas son las más apoyadas?
El colectivo al que más se orientan las campañas es el de los trabajadores. Uno de los trabajos más importantes que tenemos es el de ser un altavoz para sensibilizar a las personas, una tarea que apoyan sobre todo los colaboradores, incluso proveedores y clientes. Poco a poco conseguimos que nuestra capilaridad se vaya contagiando.
¿Cuál es el retorno de las campañas de RSC? ¿Cómo influye ese retorno en los beneficios empresariales?
El principal retorno consiste en colaborar con las grandes problemáticas globales a nivel de cambio climático, reducción de desigualdades y crecimiento económico sostenible, pues las empresas debemos unirnos al cambio de mindset.
Además, de forma indirecta, la buena gestión de la RSC crea un impacto sobre la venta de producto, ya que las nuevas generaciones están cambiando sus hábitos de consumo y están mucho más sensibilizadas con la sostenibilidad y la responsabilidad, por lo que es importante dar un valor añadido a nuestra producción. La RSC también se transforma en oportunidades de negocios paralelos o complementarios y en la reputación de la compañía.
Podríamos mencionar también que supone un incremento de la productividad, ya que los colaboradores de la compañía también son parte interesada: gracias a estas campañas pueden tener una mayor formación y una mejor conciliación laboral, por ejemplo, por lo que trabajan mejor que antes.
“El que se empeñe en no creer en los objetivos de RSC podría verse abocado al cierre. La vida evoluciona”.
¿Hasta qué punto crees que están concienciadas las empresas de los objetivos de RSC?
Las grandes empresas, e incluso las pymes y las start-ups, están viendo la RSC como un eje estratégico de la compañía. Incluso la legislación nos está obligando a creer en ello.
El que se empeñe en no creer en ello, podría verse abocado al cierre. La vida evoluciona y si no te sumas, te quedas atrás. Hemos pasado del mundo de la globalización a un mundo en el que tienes que distinguirte de alguna forma y ya hemos visto que la sociedad pide cada vez más a las empresas que se impliquen en las cuestiones ligadas a la responsabilidad social. Si no te adaptas, el mercado no te aceptará. Los cambios son cada vez más rápidos y debemos estar preparado para ellos.