Vulneración masiva de los controles de las sustancias químicas en la UE

Vulneración masiva de los controles de las sustancias químicas en la UE

Más de 650 empresas europeas comercializan 41 productos sin los datos de seguridad requeridos, según una investigación que detecta un masivo incumplimiento del reglamento REACH
25 Julio 2019

El control sobre las sustancias químicas que emplea la industria europea hace aguas. Una indagación desarrollada por Amigos de la Tierra (Bund) en Alemania –a partir de información del gobierno federal- concluye que existe un masivo incumplimiento del reglamento europeo encargado del control de estas sustancias (REACH, en sus siglas en inglés).

El reglamento europeo obliga a que las sustancias químicas que se pongan en el mercado sean previamente registradas en la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA, por sus siglas en inglés).

Tal registro debe ir acompañado de informes sobre sus propiedades y estudios que evalúen si estos productos pueden ser cancerígenos, tóxicos para la reproducción, persistentes o bioacumulativos. Sin embargo, el descontrol es tal que el asunto tiene visos de ser un ‘dieselgate’ de la industria química.

La investigación identifica las sustancias y empresas que incumplen la normativa REACH. Y concluye que las principales empresas europeas productoras de cosméticos, alimentos, medicamentos y plásticos utilizan millones de toneladas de productos químicos sin completar importantes pruebas de seguridad, según un análisis de archivos gubernamentales alemanes.

La propia Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA, por sus siglas en inglés) ya reconoció en su día que dos tercios de las 700 sustancias químicas que ella misma investigó incumplen importantes aspectos en la regulación en materia de seguridad química.

Ahora, Amigos de la Tierra (Bund), tras invocar el derecho al acceso a la información, ha obtenido los detalles de una investigación realizada por el Gobierno alemán del 2014 y en la que se concluyó que 940 sustancias y cerca de 7.000 empresas no cumplían con los estándares de seguridad del reglamento REACH.

La falta de transparencia ha impedido a Amigos de la Tierra verificar si la mayoría de estos productos químicos siguen sin estar conformes en la actualidad. Pero un total de 41 dossieres de sustancias se mantuvieron sin cambios (hasta el 13 de abril de 2019), lo que ha permitido confirmar que estas sustancias continúan en el mercado a día de hoy sin la información básica de seguridad requerida por la ley.

Este análisis indica que 654 compañías europeas (de 26 países) están identificadas en estos 41 expedientes; y, según la investigación del Gobierno alemán, están infringiendo la normativa. El país con mayor número de incumplimientos es Alemania (169), mientras que el Reino Unido tiene 80, Países Bajos 68, Francia 56, Italia 49, España 42 y Bélgica 38. La investigación señala a algunas de las principales empresas químicas, e interpela a BASF, Dow Chemical, ExxonMobil así como a Henkel, Solvay, L’Oréal o Merck.

El reglamento REACH obliga a las empresas que comercializan sustancias a realizar pruebas de seguridad, pero esta normativa no se está cumplimiento debidamente. La Agencia de control ECHA se ha negado sistemáticamente a identificar los sustancias o empresas no conformes con la normativa, a pesar de las múltiples solicitudes de las oenegés y los europarlamentarios. El resultado es que decenas de miles de fabricantes están utilizando productos químicos sin aportar información sobre su seguridad

Anualmente, se están utilizando en Europa entre 12 y 121 millones de toneladas de estas 41 sustancias químicas. Algunas se encuentran en productos industriales y de consumo, incluyendo juguetes o materiales en contacto con alimentos.

Entre estas sustancias, están el dibutil ftalato, utilizado como plastificante, sospechoso de reducir la fertilidad; el acetato de metilo, usado como producto de recubrimiento, y que puede causar irritación en los ojos; o el tricloroetileno, de uso industrial, que puede causar somnolencia y mareos.

La Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) ha sido consciente durante años de las lagunas que existen sobre los datos sobre seguridad de las sustancias químicas registradas. Una revisión de 10 años sobre 2.000 expedientes químicos que cubren 700 sustancias determinó que en el 70% de los casos faltaban datos de seguridad. Esta Agencia es la única que otorga el derecho de acceso al mercado a los productos químicos y es la única que puede revocar esa autorización.

Así, pues, se encarga de velar por que todo cuadre con el reglamento sobre sustancias químicas, pero no publica el estado de cumplimiento de las sustancias en el mercado o las empresas que las utilizan y comercializan, lo cual dificulta que las empresas intermedias evalúen los riesgos y que otras terceras partes, incluido el público en general, analicen la información, contribuyan a la toma de decisiones y, en última instancia, puedan tomar decisiones informadas de consumo o inversión.

Las autoridades nacionales son legalmente responsables de hacer cumplir el REACH; pueden multar a las empresas o incluso cerrarlas en casos graves, como cuando las personas están en riesgo.

Un solo registro cuesta a la industria alrededor de 80.000 euros, mientras que el reglamento ahorra a los contribuyentes 50.000 millones en euros en costos de atención médica y otros 50.000 millones de euros en costos ambientales, según la Comisión Europea.

Fuente: LA VANGUARDIA

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