La prevención de riesgos laborales desde la perspectiva de la salud pública

La prevención de riesgos laborales desde la perspectiva de la salud pública

13 Octubre 2013

Aunque la prevención de riesgos laborales desarrolle sus actuaciones en el ámbito de los centros de trabajo, una perspectiva más amplia la inscribe en el ámbito  de la salud pública. En España, así lo hace, por ejemplo, la Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública, en cuyo preámbulo puede leerse que “Se establecen asimismo las acciones en materia de salud laboral para conseguir la mejor prevención de riesgos en el ámbito laboral, y en coherencia con lo dispuesto en la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, y complementándola se facilita la promoción de la salud en ese mismo ámbito. La promoción y protección de la salud laboral, así como la prevención de los factores de riesgo en este ámbito, deben ser contempladas en la cartera de servicios de la salud pública”, detallándose dichas acciones en los artículos 32, 33 y 34.

Desde ese punto de vista, resulta de interés el informe que sobre Interacciones entre salud y trabajo ha elaborado en Francia, la Inspection Générale des Affaires Sociales (IGAS), dependiente del Ministerio de Trabajo. Su objetivo era el de establecer un panorama de algunos temas susceptibles de hacer progresar la articulación entre la salud laboral, la salud medioambiental y la salud pública. Para ello se han elegido cuatro ámbitos concretos de análisis: las relaciones entre salud laboral y las nanopartículas, las adicciones (tabaco, alcohol,…), las enfermedades cardiovasculares y la poliartritis reumatoide.

Los autores proponen cuatro líneas en las que se podrían emprender acciones de mejora: en primer lugar, mejorar los conocimientos sobre el impacto de las condiciones de trabajo sobre la salud, particularmente débiles en algunos campos, como el de las enfermedades cardiovasculares, acerca de las cuales algunos estudios han señalado que una mejora de las condiciones de trabajo podría disminuirla mortalidad por causas cardiovasculares en un 8%. En segundo lugar, tener en cuenta la evolución técnica y organizativa del mundo del trabajo, en el que cada vez es más difícil la realización de estudios longitudinales, necesarios para la evaluación de los efectos que se presentan a largo plazo. En tercer lugar, velar para que la actividad laboral no agrave patologías preexistentes, un aspecto que será cada vez más importante debido al progresivo envejecimiento de la población laboral. Y, finalmente, en cuarto lugar, pero no lo menos importante, utilizar el lugar de trabajo como ámbito en el que desarrollar acciones de promoción de la salud.

Fuente Propia: Prevención Integral & ORP Conference

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