Los principales errores de un líder

Los principales errores de un líder

Un buen líder contesta de forma clara y concisa a las siguientes preguntas: qué quiero lograr, para qué lo quiero lograr, cómo lo voy a lograr y cómo lo voy a medir.
23 Noviembre 2022

Un líder tiene las respuestas y las acciones que permiten asegurar que esas premisas las tiene resueltas tanto en su mente, como en la mente de sus colaboradores.  

No obstante, ¿Cuáles son los principales errores de un líder en su día a día?

  1. Comunicación. Un error muy común se basa en una mala comunicación con sus equipos de trabajo. Es decir, no comunican a su gente con claridad sus expectativas, nuevos procesos, métricas, etc. Y esto no quiere decir que desconozcan estos aspectos, más bien el problema está en que no los comunican, por lo que la comunicación es una competencia que hay que seguir desarrollando entre los líderes.
     
  2. Inteligencia emocional. No todo es lineal en el actuar diario de un líder. El líder se enfrenta diariamente a situaciones donde hay desviaciones, imprevistos .., lo cual genera estrés y tensión. Frente a ello, un pobre manejo de su inteligencia emocional, provoca que el líder resuelva los problemas de forma inapropiada.
     
  3. Retroalimentación. El no tener habilidades formales para retroalimentar de forma oportuna y adecuada a su equipo de trabajo, evita mantener un alto nivel de desempeño. Un líder que no retroalimenta no está al tanto de lo que pasa, no se entera de los éxitos ni desviaciones de su equipo, lo cual impacta en los resultados de negocio.
     
  4. Proteger a sus equipos. Es muy común que los líderes se pongan las medallas cuando las cosas salen bien y busquen culpables cuando hay desviaciones. Un líder que no cuida y protege a su equipo no solamente decepciona, sino que se aleja de lo que sería su verdadera misión, la cual consiste en ser un respaldo y un escudo para el equipo con el cual trabaja.
     
  5. Huir del cambio. Tiene que ver con una competencia no desarrollada que es, justamente, la capacidad de adaptarse a entornos de cambio. Hoy existen líderes que siguen aferrados al status quo y a mantenerse en su zona de confort.
     
  6. No diferenciar entre Delegar y Ordenar. Ordenar tiene que ver con asignar una tarea y delegar tiene que ver con un resultado, por lo que la actividad de los líderes del s. XXI debe estar más enfocada en influir positivamente en sus equipos para que la gente dé un resultado. La orden debe ser la última de las herramientas para influir.
  7. Negar los errores. La única forma de corregir una determinada situación es, justamente, aceptando que existe una desviación. Un líder que no está atento a ello y que no tiene una autoestima lo suficientemente fortalecida para aceptar cuando se equivoca, está destinado a repetir los errores del pasado.
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